𝓒𝓱𝓪𝓹𝓲𝓽𝓻𝓮 𝓗𝓾𝓲𝓽

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Apuntando a su derecha, Ryujin las hace entrar a un viejo bistro. Saludos vienen de todas partes y la pelirosa se limita a responderles con ademanes y pequeños asentimiento de cabeza, no quiere abrumar a su nueva acompañante. Si supiera que Lia solo se maravilla de ello.

La carta llega y una orden ligera sale, Lia no quiere comer mucho ahora para poder seguir disfrutando de más comida en el transcurso del día y Ryujin tiene suficiente con un café. El silencio no toma lugar con la más alta asegurándose de que ni siquiera llegue, sin entrometerse mucho descubre que Lia es un año mayor que ella, es doctora pediatra, que nunca antes había salido de Corea y al menos cinco de sus películas francesas favoritas.

Es un lugar tranquilo dónde la diversidad de la ciudad se reúne, Lia mira a todos lados con mirada llena de luz. Había buscado los mejores bistros cerca de su hotel pero este, escondido entre calles de edificios altos, luce y se siente mucho mejor que esos que le recomendaron.

Lia es especial y Ryujin lo nota, demasiado inocente pero incrédula de muchas otras cosas. Es hermosa y tal parece que tiene un corazón semejante. Está triste pero Ryujin puede resolver eso, al menos por hoy.

ㅡ¿A dónde iremos ahora? ㅡpregunta la pelinegra tras terminar la comida y la conversación.

ㅡ¿Estás dispuesta a media hora de caminata?

La pregunta hace que Lia reseda en su asiento, no es que no pueda hacerlo, pero no pensó que su primer día en París terminaría con un inminente dolor de pies. Sin embargo, la sonrisa de Ryujin le dice que ha de valer la pena.


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¡La Vie En Rose! ♡ JinliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora