Dar más, nunca me habia molestado.Hasta que lo convirtieron en una razón para esclavizar mi vida a las suyas.
Hasta que me lo hicieron ver como un defecto.
Hasta que mi valor como ser humano, dependía de cuántas partes de mi misma les entregaba por día.
Amar no me aterró tanto como saber que estaba arrancándome pedazos para dárselos a las personas equivocadas.
Y ahora suspiro sin hacer ruido, porque temo tener que seguir dándoles cosas tan sólo por el hecho de existir.
Temo que ellos sean la razón del porqué tengo pensamientos que sé que no me pertenecen.
Temo levantarme un día y ser incapaz de escribir.
Temo que ellos nunca digan gracias.
Temo que mi propósito en la vida sea servir a otros y nunca ser aliviada.