Mi familia y yo nos encontrábamos en Huanchaco, de noche.
Estábamos sentados en un muro detrás del cual se encontraba la playa. Se nos había anunciado que algo de suma importancia iba a suceder, estando nosotros a la expectativa, con gesto grave en nuestros rostros.
Yo me sentía preocupado, sintiendo que alguien vendría a matarnos, alarmándome cuando vi llegar un auto negro del que bajaba un hombre de traje oscuro y gafas.
Repentinamente, en medio del cielo nocturno, vi con perfecta nitidez como es que un ovni iba perdiendo altitud, sacando yo mi celular para tomar numerosas fotos de aquella nave espacial.
El ovni se encontraba varado en la arena, sin que se produjese ningún impacto; ni siquiera sabía en qué momento había llegado finalmente a la tierra. Mi familia y yo tratamos de acercarnos al ovni, a fin de ver qué clase de seres se encontraban en su interior, pero el hombre con gafas nos cerró el paso, ordenándonos dejar la playa, momento en el cual más sujetos vestidos igual que él comenzaron a llegar, colocando barricadas en torno al platillo volador.
Volvíamos a casa, la misma casa que mi familia solía tener en Huanchaco años atrás; yo revisaba Twitter y demás redes sociales, seguro de que la llegada del ovni debía haber tenido un gran impacto en la población, pero no encontraba más que un puñado de publicaciones, todas ellas de tono burlón, mostrándose la foto de una chica adolescente que se tomaba un selfie mientras el ovni descendía a tierra.
Me invadía un extraño desánimo, y yo no estaba seguro de si debía compartir las fotos de mi celular en el internet o no.
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Diario de Sueños y Pesadillas
Non-FictionPues eso, un diario de las cosas que sueño últimamente.