______________Dia91____________________
—¿Tengo miedo? —anuncié —mientras el lobo me cubría entre sus brazos dándome calor, quitando un miedo, pero aumentando otro.
—¿Preocúpate cuando ya no tengas miedo? —responde.
—Porqué nada te detendrá para ser el causante de perder todo.
—¿Nunca me haz contado tu historia?
—No hay mucho que contar, solo soy un chico desafortunado, que busco el camino fácil para salir de su miseria.
—Todos tenemos una historia, creo que tu conoces más de la mía--anuncie esperando de su parte evadiera las palabras, hasta el punto de marcharse.
Pero el, quería ser escuchado.
—Lo sé y, conozco mas de lo que crees, no lo digo con el afán de causarte temor, solo que me preocupa todo de ti.—Responde —colocándose en cuclillas frente a mi, tomando mis manos, buscando su reflejo ante mis ojos.
—Sabes que no puedo ofrecerte lo que buscas y en verdad lo lamento, nos hicimos mucho daño y la forma en la que desarrollamos nuestra historia no fue la adecuada.—Respondo—con total franqueza, apartando mis manos de las suyas, desviando mi mirar.
—Lo tengo muy presente, pero en aquel momento pensamos que era lo adecuado, te digo algo.
—Suéltalo—respondí mientras jugaba con sus manos.
— Jamás pensé enamorarme de ti, pero cuando empezó a ocurrir, no lo pude evitar.
—Ni yo, no pensé que seria el tipo de chica que te llamase la atención.
—Tu serias la adecuada para cualquier chico Jazz, siempre lo serás, en esta vida y en las que vivas.
—¿Qué tal si en otra vida soy un chico, o un perro, o peor aun una papa?
—Pues en otras vidas rogare por ser Gay, un perro y un tomate.
—¿Porqué un tomate? —pregunté, al ser una de las respuestas que menos entendí.
—Para ser la captsu de las papas fritas que serás.
Vaya, que respuesta tan única y cursi en verdad, no la esperaba de un chico rudo, como el, pero el amor lo cambia todo, el amor había cambiado a Tezli.
Pero lo que pensaba de el al respecto no cambiaba, era mi venganza la que estaba llevando acabo, de forma lenta y precisa.
Fue la conversación que tuvimos aquella madrugada mientras daban por clausurado aquel evento, tapizando el cielo de luces pirotécnicas, que observamos sentados en el cofre de su camioneta.
No pude evitar pensar que dentro de poco formaría parte de aquellas constelaciones.
Solo tal vez parta de este mundo mucho antes y pueda de estar forma volver a saber de Patrick, pero lo principal de todo era cuidarlo, mientras su tiempo en esta vida culmine y lo estaría esperando, para guiarlo y jamás separarnos.
En algún lugar leí , "el que sabe cuándo puede volar y cuando no, lo entenderá todo" Aquel día ya no tuve miedo a la muerte, ya había aceptado mi destino y, lo abrase, dentro de poco me reuniría de nuevo con mamá y jamás nos separaríamos, cuidando de papá, esperando el pudiera volver a comenzar de cero, que tuviera una segunda oportunidad, porque era el hombre que más se merecía tenerla.
Despertarse tarde y encontrar el desayuno listo, con notas de cariño, eran de cierta forma alentadoras y confortables, después de todo, en mi interior si quería que alguien se preocupara por mi, sin cuestionarme, respetando mis decisiones.
Inicie hacer lo propio, con apoyo de mi celular comenzó a grabar algunos videos, así es, después de todo en las navidades siguientes tendrán un recuerdo mío. No pensé que fuera mas difícil que escribir este diario, no había forma de ocultar en momentos mi tristeza, pero no quería que me olvidaran, dicen que el morir completamente es cuando te dejan de recordar las personas que te amaron, donde poco a poco te desvanecerás dejando de ser materia, demonios todas esas teorías me estaban matando.
Aquella mañana era perfecta en aquel jardín trasero, el olor de césped mojado y los rayos del sol surgiendo lentamente me llenaban de tranquilidad.
Tezli se empezó a mostrar vulnerable, al punto de que podría incrustarle una daga en cualquier momento, que no haría nada al respecto por quitarla, todo lo contrario, el dolor seria tan placentero que fulminaría en segundo con su vida a placer.
¿Cómo lo se?, En este momento puedo observar aquel pavorreal albino siendo libre en mi patio trasero, abriendo su cola, regocijándose a cada instante ante los rayos resplandecientes del sol.
Así es, Tezli busco la forma para conseguirlo, no hizo falta que lo pidiera, el solo observo lo consternada y expuesta que me encontraba al ver aquella ave presa de una realidad que no aceptaba, era una parábola que ambos entendíamos al mirarnos.
Al momento en que llegue al patio trasero y lo observe, admito que me impresiono, pero fue mayor la alegría y satisfacción, después di un sorbo aquella taza de té en señal de victoria y me deje llevar.
No tenia ni la remota idea de que podría hacer el resto del día, así que tome mi cámara y acudí a la alameda central a tomar algunas fotografías en los interiores de las iglesias, parroquias y catedral, la cantidad de emociones a flor de piel que brotan del lugar por sus feligreses es sublime, llena de nostalgia y fe.
En algún punto de aquel momento, tome asiento y observe la figura de cristo en la cruz, recordé mi niñez, cuando aquella niña en cuclillas y con lagrimas en los ojos de el pedía clemencia a dios, era muy pequeña en ese entonces, no comprendía porque me quería quitar a mi madre, si era una niña buena que regalaba sus juguetes a las niñas mas necesitadas, dormía temprano, pero sobre todo cuidaba de papá y mamá, que me mantuve al filo de la cama, colocando la almohada a mamá de la forma que quisiera para estar cómoda, que corría veloz para ir por un pequeño baldé, para que mami pudiera devolver todo el veneno que decía tenia dentro del cuerpo.
Ella me decía que al sacar todo ese veneno se pondría bien y podríamos ir juntas al parque a jugar a nuestro kiosco favorito.
Colocaba a puki mi cerdito favorito que me cuidaba en las noches en que los monstros del armario salían. Lo colocaba cada noche entre sus manos esperando le diera fuerzas.
Así pasaron muchas noches donde todavía no podía entender que ocurría, porque mi mami se veía cada vez mas mal y yo seguía todo los consejos para ayudarla.
Aprendí a ser mas fuerte sin puki, vencí aquellos monstros uno a uno, solo quedo uno aun mayor, era el mostró del cáncer que devoraba a mamá.
Tenia mucho miedo. Había escuchado sobre la muerte pero no sabia lo que era, lo cual me aterraba, el solo pensar que no volvería a ver a mamá, que no podría abrazarla, decirle que la amaba a cada instante, jugar con nuestras muñecas, en aquel quiosco, bailar juntas, donde ya no iría a verme a los festivales que con tanto cariño prepare con mi maestra para verla a ella reír desde el otro lado del estrado.
Estar en esta iglesia recordando tantas cosas, inundaron mis ojos de lagrimas, ahora era mi turno de pedirle a dios, que no me sanara, acepte mi destino, lo único que quería era fortaleza para cumplir mi propósito.
Te extraño tanto mami , pero se que prostro estaremos juntas. ❤
—Jazz.
ESTÁS LEYENDO
125 Días.
Teen FictionJazz & Patrick se conocieron estando la muerte como principal detonante en cualquier minuto de sus vidas. 125 días para vivir un amor intenso, antes que la vida los separé. Títulos: Cuando la vida nos separe. año 2020 Historia publicada en whatp...