El regreso de los que ya no están.

Capítulo 1 - Narrador Luis.

Elegimos el día perfecto para ir al parque de atracciones, verano, para ser concretos 4 de agosto. Lleno de gente con largas colas, muchas risas y diversión. Esa mañana no hubo manera de que todos nos pusiéramos de acuerdo y al final fui yo quien tomó la iniciación de irme a LixeLand Park, un parque temático que acababa de abrir, además había un descuento de entradas del 40% debido a su reciente apertura lo cual hacía que hubiera todavía más gente. Del grupo solo vinieron conmigo Jessica y Rubén, todos los demás se dividieron también, pero cada uno lo hizo a su manera. Para poneros en situación estábamos de vacaciones doce amigos que nos conocemos desde hace bastantes años atrás.

Rubén es uno de mis mejores amigos y lo conozco de toda la vida, es algo más alto que la mayoría pero no más alto que yo. Realmente en altura tampoco destaca demasiado comparado con el resto. Actualmente tiene 20 años, nació el 18 de septiembre. Tiene el pelo rubio, más o menos largo y con unas ondulaciones muy definidas. Su cara es redondita, su frente es algo amplia y es fácil verla, ya que sus looks habituales son; llevar coleta o llevar diadema para evitar que le caiga el pelo por la cara. Sus cejas son finas y no muy pobladas, de hecho son bastante rectas, lo que ayuda a determinar su expresión facial. Sus ojos son de color marrón y es un chico soñador y feliz, se puede apreciar con facilidad en su mirada. Su nariz es chata y un poquito larga, al igual que sus labios que son largos y no muy estrechos, más bien diría que pequeños. Su piel es blanca aún que habitúa a tener un rubor en la cara que hace que se vea algo más rojizo, aun así morenito. Ah, se me olvidaba decir que es un chico que siempre se preocupa mucho por su aspecto, de hecho nunca se deja barba y se afeita constantemente.

Por otro lado está Jessica, también la conozco de toda la vida y es una gran amiga mía. En cuanto a la altura podríamos decir que es de estatura promedio, ni muy alta ni muy baja. Nació el 9 de marzo así que tiene 21 años. Tiene el pelo bastante largo, de color castaño y lacio, muy bonito. La forma de su cara es ovalada y algo redonda, su frente es pequeñita y estrecha. Sus cejas son arqueadas y pobladas. Sus ojos marrones transmiten algo de miedo en la situación en la que estamos, es desconfiada e inteligente. Su nariz es chata, sus labios finos y largos. Es blanca y su tono de piel luce un bronceado natural que la hace verse morena.

En fin, acabábamos de bajar de una atracción cuando de repente vimos que un hombre se abalanzaba contra un niño y le empezaba a atacar de forma brutal y salvaje. La gente no hacía nada, se quedaron mirando o empezaron a grabar, mientras la madre del chico intentaba sacar a ese monstruo de encima de la criatura y gritaba angustiada mientras pedía socorro. Rubén que otra cosa no, pero tiene un gran corazón, corrió hacía esa mujer para ayudarla. Yo me quedé anonadado y no supe cómo reaccionar. Tras algo de forcejeo Rubén logró sacar a ese animal de encima del muchacho, pero ya era demasiado tarde, había una imagen desgarradora. El crío estaba muerto lleno de sangre con salvajes mordidas en el cuello y arañazos en la cara que no se veían para nada naturales. Rubén se asustó y salió corriendo, mientras ese caníbal saltaba a atacar a otra persona. La gente empezó a gritar, llorar y correr, en general entraron en pánico. Rubén insistía en irnos y Jessica apoyaba la idea, pero yo seguía atónito y sin reaccionar.

Entre los dos me agarraron por los brazos y me intentaron estirar, en ese momento volví en mí. Me sentía atemorizado, de repente los dos me miraron de forma extraña y les pregunté si estaba todo bien. Pero se ve que no me miraban a mí.

— Luis... mira detrás de ti, hay más. — Exclamó Jessica con la voz temblorosa llevada por el miedo.

Me giré y vi lo que estaba sucediendo, un montón de caníbales rodeando la plaza del parque en la que nos encontrábamos. Saltaban sobre la gente y les atacaban de la misma forma que lo habían hecho con el niño. No era solo un psicópata, eran muchos y eran muy fuertes. Lo que estaba pasando no era normal y precisamente no estamos en Halloween para excusarnos diciendo que era un evento del parque.