02: Begin

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El tiempo empezaba a correr ligero. Y Misuk, a crecer exponencialmente ante sus ojos.

De esto Taehyung recién caía en cuenta, apuntando el lente de la cámara en su dirección.

¿Por qué nadie le advirtió que ocurriría tan rápido? Su hija, ahora de casi los siete meses, se hallaba sentada en un mullido tapete casi por su cuenta. Y la adorable sonrisa que abultaba sus esponjosas mejillas, de pronto le daba la sensación de ser atendido cuando quería que posara para una foto o dos.

O, bueno. Quizás unas diez como mínimo.

—¡Muy bien, Misuk! —celebró casi dando saltitos de la emoción. Avanzando poco después para sentarse con ella en el suelo—. Mira qué bonitas quedaron.

Enseguida mostró el resultado a la pequeña que, curiosa, no hizo más que intentar tomar el costoso artefacto con sus propias manos.
Ah-uhm...

—No, no. Con cuidado —indicó. Pero Misuk, en vez de poner atención a las fotografías, simplemente siguió buscando llevar el llamativo objeto a su boca—. Ah, de acuerdo. Creo que fue suficiente por hoy.

Ella inició una queja cuando su padre se incorporó, llevándose la cámara consigo.

No obstante, pareció olvidar su disgusto tan pronto como sus manitas alcanzaron agarrar el juguete que se le ofrecía a cambio. Su favorito para morder.

Taehyung la miró desde arriba con una sonrisa satisfecha, doblando las rodillas para dejar una caricia en el cabello de Misuk antes de dirigirse a la mesa del comedor. Con el propósito de anotar la fecha del registro de esa semana... a. En el libro contable de tapa dura, donde más tarde pegaría las nuevas fotografías con cinta adhesiva. Y las decoraría con coloridas calcomanías.

Más que un álbum cualquiera, aquello se estaba convirtiendo en un proyecto personal que incluía un sinnúmero de anotaciones sobre el desarrollo de su hija. Casi como un diario. El cual servía –y le seguiría sirviendo a futuro–, para recordarse a sí mismo que las cosas solo podían ir mejor con el tiempo.

Marcó la página, y retrocedió para voltear a ver a su hija.

—¿Qué deberíamos hacer hoy, Misukie~? —ella lo buscó con la mirada, interesada de pronto en la voz cantarina que utilizó para llamarla—. El tío Jimin volverá para la cena, hasta entonces seremos solo tú y yo.

Mas no hubo reacción inmediata.

Fue necesario caminar de vuelta a la sala, para ganarse un chillido emocionado de su parte. Al igual que una batida frenética de manos y pies con la que exigió ser cargada. Así que eso hizo.

Taehyung la apoyó en su cadera, y dejó besos regados en su rostro como reconocimiento de lo lista que era.

—¿Entonces qué? ¿Vemos películas?

Mhm. —Misuk rezongó aprisionando la lengua con sus labios, aunque parecía estar de acuerdo.

Una fina línea de saliva rodó por su comisura graciosamente cuando terminó. Y él la limpió con buen humor, antes de dar otro beso en su mejilla.

—Bien, películas serán.

Un mini maratón de Pororo más tarde, y Misuk de repente comenzó a removerse con insistencia entre sus brazos.

Habían pasado la última media hora tan hipnotizados con las gráficas, las canciones y todos los colores, que Taehyung sinceramente tardó en adivinar a qué se debía la inquietud de la bebé tirando del cuello de su camiseta.

—¿Tienes hambre ya? —Vaya pregunta innecesaria.

Misuk le devolvió una mirada curiosa, y siguió empuñando la tela para intentar quitarla del camino.

¡Hola, papá! - KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora