Pasaba mis días acostada en mi habitación. Mi madre se encargaba de la casa, pues se había instalado allí ya que tenía miedo que me ocurriera algo.
No hablamos sobre lo ocurrido en el doctor. Ni siquiera le conté, ella amaba a Andres y le gustaba que estuviéramos juntos.
Iba cada 10 minutos al cuarto a preguntarme si estaba bien o necesitaba algo. Ella pesaba que mi actitud se debía a mis ataques, era otra de esas personas que no entendían que tenía una vida ademas de mis mierdas.
En ese momento no tenía miedo, sólo me dolía mi realidad. Porque si él no me aguanto estando así ¿acaso alguien lo haría? Me daba miedo quedarme sola. No poder pensar en formar una familia, pues temía hacerle daño a los demás... ¿Volvería a querer y que me quieran? No lo creo.
Pasaron cuatro días así, mi estado físico era deplorable. El día viernes me aburrí, grité llamando a mi madre pero no estaba, así que me levanté a ver si había algo que comer. Sólo encontré cereal, así que desistí de desayunar.Fue entonces que un silencio me invadió y mi cabeza hizo clic. Llevaba cuatro días acostada, cuatro días sin pesadillas, ni eventos fuera de lo normal.
Oh carajo.
Una sonrisa mezclada con llanto invadió mi rostro.
Visulice una nota de mi madre en el refrigerador.
"Fui a comprar mercadería, sólo tenemos ese estúpido cereal, te amo"
Sonreí por instinto.
Era un récord para mi sonreír mas de una vez en un día de mi vida, por ende preferí seguir así e irme a dar una ducha. Pues para empezar debía arreglarme para buscar empleo. Porque adivinen, me despidieron y era entendible, había faltado una semana al trabajo.
Abrí el agua y deje que llenará la tina. Hoy todo iría bien. Así queria que fuese. Busque mi toalla y me deje hundir entre el aroma a jazmín del jabón y el agua tibia.
Un flash de recuerdos invadió mi mente, así que decidí zambullirme bajo el agua cuando sentí un ruido.
Salí al instante.-¿Ma? ¿Sos vos?- oí como se cerraba la puerta de casa y supuse que era ella- ¡pinche sorda!- reí y volví a repetir lo anterior.
Fue entonces que sentí algo. Abrí los ojos bajo el agua y vi una sombra tapar la vista. Era borrosa, solte un montón de burbujas de aire del susto y me decidí en salir.
Subía pero no salía, sentí mis manos temblar, comencé a gritar ignorando que estaba perdiendo aire. Me estaba ahogando y esa sombra no me dejaba subir. El cuerpo se me puso frío.
Quería luchar, golpearla pero no funcionó, mis manotazos quedaban en el aire. Hasta que dos brazos me agarraron fuerte de mi cuello.
El párpado comenzó a cansarse y mis cachetes ya no tenían aire guardado. Me sentí tocar el fondo de la bañera.
Soy real Marie... no me niegues.
Soy real Marie y no me iré.
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IN MY HEAD|✅
HororA veces no está demás escuchar cuando se te dice algo importante, siempre y cuando veamos de quien viene. Ese era el problema de Marie, que no podía ver quien le susurraba una que otra frase... El problema era que ya se le hacía muy fina la línea q...