11. Barriga

2.2K 283 6
                                    

Habían sido unos días ajetreados.

Remodelar la habitación del bebé al gusto y perspectiva de SIM era como tratar de cumplir las órdenes de alguien sumamente perfeccionista.

Jamás lo tendría satisfecho.

—No me gustas las cortinas, cámbialo por otras. —pidió el castaño, sentado en una mecedora mientras se movía con diversión—. Esto es cómodo, debería comprar otra para mí habitación.

Hydra apretó los puños y fingió una sonrisa, mientras dejaba de acomodar los juguetes que el genio le había pedido hace unos segundos atrás.

—¿Deseas que cambie algo más, cariño? —preguntó en tono sarcástico.

SIM no sé inmutó ante sus palabras.

—Desempaca esas cajas y cuelga los cuadros al lado del ropero. —señaló sin moverse— Ah y deja de decirme "cariño", me da escalofríos.

—¿Por qué, cariño?

—Maldición, Hydra. —respondió Tony levantándose y yendo hacia el soldado—. Hay palabras que no deberían estar en tu vocabulario y mucho menos con el rostro que tienes. —atacó levantando una mano para tocar una de sus mejillas—. Das miedo, Steve.

El mencionado se quedó perplejo por unos segundos y dejo que lo estaba haciendo.

—¿Qué? ¿Fui muy duro con mis palabras? —preguntó Tony sin entender.

El soldado negó y lo rodeo con sus brazos, disipando su molestia.

—Es la primera vez que me llamas por mi nombre. —declaró con una sonrisa—. Estaba a punto de mandarte al carajo, pero suena muy bien mi nombre en tus labios.

Tony se rio en medio del abrazo, sintiendo una pequeña calidez instalarse en su pecho al escuchar sus palabras. No había caído en cuenta de ello. Aunque, sonará más íntimo llamarse de esa manera.

—También puedes decirme Tony. —dijo contradiciendo sus pensamientos—. Seremos padres, ¿no? Hay que tener más confianza entre nosotros.

Hydra sonrió en grande.

—Me gusta la idea.



[...]

En la base principal, los Agentes corrían de un lado a otro, llevando o trayendo cosas que seguramente en un futuro tendrían que usar.

Los héroes miraban con pesar la situación.

—Le dijimos a Thor que no sea imprudente y mira lo que estamos haciendo. —se lamento una mujer de cabellos rubios—. Preparándonos para una posible batalla.

—No tiene sentido, nadie de los villanos quiere negociar. —comentó otro.

—Es cierto, están todos cabreados.

—Aunque ellos tampoco saben el porqué, solo siguen órdenes de Hydra y SIM. —añadió una mujer de cabellera rojiza y acento marcado—. Acabamos de descubrir esa información y solo se están preparando como si hubiéramos insultado a su madre.

—Lo peor de todo, es que Odinson no quiere decirnos que exactamente sucedió. —intervino un hombre de bata blanca—. ¿Por qué? Es terriblemente sospechoso.

La mayoría suspiro, cansado e irritado por no saber a qué se estaban enfrentando o que tan grave era la situación. Sin embargo, debían estar preparados.

—No haremos el primer movimiento hasta que descubramos que fue lo que sucedió. —concluyó la misma mujer rubia, que parecía ser la líder.

—De acuerdo, Capitana.



[...]

Anthony se arrepintió de sus palabras con mucho pesar. Había bajado la guardia, olvidando por un instante con quién en realidad estaba hablando.

—Vamos, Tony. —susurró Hydra con una sonrisa lasciva—. Abre las piernas, hay que tener confianza.

«Zorro astuto» pensó Tony cerrando los ojos con fuerza y haciendo lo pedido.

Habían ido a la habitación luego de ordenar los últimos accesorios para el bebé y Hydra lo había atrapado en la recámara como era de costumbre. Al parecer, tenía algo en mente y no quería decirle que era exactamente.

—¿Qué tanto miras? Haz lo que sea que estés pensando. —dijo Tony comenzando a tener vergüenza por la intensa mirada del soldado.

—Eso estoy haciendo. —respondió Hydra sin moverse y con los ojos clavados en su figura—. Estoy apreciando la bella vista, Stark.

—¿Qué mierda..?

Hydra sonrió y se desabrochó los pantalones, sacando su miembro duro y erecto mientras observaba al genio echado en la cama, completamente desnudo y expuesto ante él.

—Quédate quieto. —pidió Steve comenzando a masturbarse sin pudor alguno.

—Eres un pervertido. —bufó Tony rodando los ojos.

No obstante, al mirar como se estaba tocando Hydra y la expresión de excitación en sus ojos. Anthony no podía evitar reaccionar gracias al ambiente que se estaba volviendo cada vez más caliente.

Extrañamente se sentía deseado y querido.

—Abre más las piernas. —gruñó Hydra con la mirada oscura y moviendo su mano más rápido—. Mierda, siempre quise hacer esto.

Anthony sintió sus orejas arder.

—Qué tonterías estás diciendo. —musitó avergonzado, haciendo lo pedido.

Hydra se relamió los labios, concentrado en no perderse ningún detalle de la anatomía del genio, desde los mechones de cabello sedosos y brillantes hasta las puntas de sus pies. Era perfecto.

Sin poder contenerse más, dejo de tocarse y se acercó hacia al genio como un animal al acecho.

—¿Qué tonterías estoy diciendo? —repitió Steve con la voz cargada de lujuria, gateando sobre la cama con una sonrisa—. Solo no puedes entender lo mucho que te deseo, Tony.

El mencionado sonrió nervioso y casi dio un respingo cuando la mano del soldado comenzó a tallar su figura con la punta de los dedos. Sentía que estaba siendo diferente a lo que solían hacer siempre. Sin embargo, no podía descifrar exactamente porque era.

—Eres perfecto ante mis ojos. —murmuró Hydra recorriendo con suavidad la piel desnuda del contrario con sus manos—. Estoy fascinado en cómo puedo ver los cambios y aún parecerme, más bello.

—¿Estás diciendo que te gusta la forma de mi cuerpo? ¿Hasta mi vientre? —preguntó Tony chasqueando la lengua—. Te creería si dijeras que no lo ves tan anormal.

Hydra alzó una ceja, visiblemente disgustado por el comentario del genio.

—¿No me crees? —preguntó, rodeando con sus manos el vientre abultado del castaño y acercándose para besarlo—. ¿Por qué no me gustaría el lugar donde está creciendo nuestro hijo? Es maravilloso, en simples palabras.

Tony se removió ante el toque, tratando de no mostrar sus inseguridades.

—¿Qué es lo que molesta, SIM? —siguió preguntado Hydra restregando su nariz contra el abdomen del contrario.

—Deja de hacer eso.

«Cada día crece más» pensó Tony viendo la notoria hinchazón que ya no podría pasar desapercibida. Era más obvio que estaba embarazado y aunque, ese había sido su objetivo principal de mostrar, le resultaba irónico sentirse temeroso.

¿A qué temía? Hydra parecía loco por su aspecto y de la buena manera.

—No me siento a gusto. —confesó a las finales—. Me siento más extraño con el pasar de los días.

El soldado lo observó por unos segundos y luego asintió con una mirada comprensiva. Quizás, la primera que daba en su vida.

—¿Qué podríamos hacer para que vuelvas a sentirte cómodo? —preguntó Hydra con la mirada seria—. Voy a ayudarte en todo lo posible, lo prometo.

Tony se rio incrédulo y escondió el rostro entre sus manos.

—Que tonto. —bufó con la voz temblorosa—. Acabo de sentirme muy bien con solo escuchar tu apoyo.

Hydra sonrió de lado y aparto las manos del genio para besarlo y rodearlo entre sí.

—Tienes al Capitán Hydra a tus órdenes. —susurró depositando besos en las mejillas húmedas del castaño—. Estoy contigo.

—No me consueles. —soltó Tony hipando sin evitarlo—. No estoy llorando, por si acaso. —mintió con orgullo.

—Claro y yo no tengo una erección en estos momentos. —bromeó Hydra abrazando con fuerza al castaño—. Eres muy tierno.

—Te voy a patear, Steve. —advirtió Tony con diversión, sintiéndose más relajado.

«Creo que solo necesitaba tenerlo a mi lado» pensó el genio, acomodándose en los brazos del soldado. Por muy extraño que parezca, Hydra había disipado por completo sus dudas e inseguridades. ¿Cómo podía lograrlo con un par de palabras? No tenía sentido, pero estaba agradecido.

—Tengo el presentimiento de que a pesar que seas el temible Capitán Hydra, serás un buen papá. —confesó mirando su vientre—. Lo digo en serio, Steve.

El mencionado se quedó estático ante las palabras y se escondió en el cuello del genio, temblando levemente.

—¿Ahora también estás llorando? —preguntó Tony con diversión.

—C-Cállate.

 

¡Proyecto de Amor!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora