#6: "Secretos..."

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Una violenta sacudida de la camioneta logró despertar finalmente a Patrick en un agresivo sobresalto. Las gafas de sol se calleron de su rostro y el sol lo cegó inmediatamente, y luego, lo sofocó. Tardó un par de minutos en aclarar su mente y serenar su corazón, un par de minutos para ubicarse en tiempo y espacio, y sobre todo para descubrir que estaba atrapado por un cinturón en la parte trasera de una camioneta vacía. Salió de ella trastabillando en el último paso, pero no llegó a tocar el suelo, un mano en su pecho lo había detenido justo a tiempo.

-¿Qué demonios está sucediendo?

-Sh... -Thomas lo obligó a agacharse y lo atrajo hacia él para ocultarse detrás de unos matorrales -. No estamos solos -susurró, Patrick arrugó su nariz en desconcierto -. Quédate con Abi, protégela.

-¿Qué está pasando? Dímelo -pidió deteniéndolo del antebrazo -. ¿Qué hago aquí?

-Te lo explicaré, lo prometo, pero primero ve con Abi, está detrás de esa roca -tomó su mano y la alejó de él, para luego perderse entre la vegetación.

Tomó un poco de oxígeno, y como así se lo habían enseñado, caminó hasta la roca agazapado haciendo el más mínimo ruido. Encontró a su hermana Abi pegada a la roca que formaba naturalmente un techo sobre su cabeza. Estaba abarazada a sus piernas, intentando con todas sus fuerzas no llorar. La conocía muy bien, esa era su faceta de fuerte, pero en su interior estaba completamente aterrada. 

-Abi -ella abrió los ojos muy grandes, llevando sus manitos a su pecho. Sin embargo, no protestó y corrió hacia él para refugiarse entre sus brazos. Patrick no tardó en tomarla en brazos -. Tranquila, todo estará bien, ¿sí?

-Nos seguían, Pat. Estaban detrás nuestro una vez cruzamos los límites -susurró en su cuello -. Papá me trajo aquí y dijo que iría por ti.

-Lo sé -Patrick sentía como la niña temblaba en sus brazos -. Él sabe lo que hace. ¿Quiénes nos seguían?

-No lo sé, todo fue muy rápido, pero allí estaban -lo miró e hizo un gesto que Patrick conocía perfectamente bien que sólo lo hacía cuando estaba pensando demasiado rápido -. ¿Y son de CRUEL? ¿Qué tal si papá tenía razón? ¿Y si somos una simulación?

-Abi...

-Papá -dijo aliviada bajándose de los brazos de su hermano mayor para correr hacia su padre que traía consigo unas mochilas -. ¿Estás bien?

-Sí -dijo este intentando recuperar el aliento.

-Tenemos que volver, ahora mismo -dijo Patrick quitándole una de las mochilas -. Este lugar es peligroso, está lleno de cazadores -ajustó las tiras de la misma y miró a su padre -. No hay cmainos seguros, nos trajiste a una maldita trampa. ¿CRUEL? ¿Es en serio? Lo único que ha quedado de ellos es una paranoia como la tuya y la crueldad del mismo hombre de sentirse superior a cualquier otra criatura.

-Tú, no viste lo que yo vi.

-Yo conozco este lugar, padre y créeme, no quieres que una niña como Abi se adentre todavía más. Todavía tenemos una oportunidad de salir y regresar enteros a casa -tomó la mano de Abi y atinó a pasar por al lado de Thomas, sin embargo, este lo detuvo -. Suéltame.

Thomas sacó algo de su bolsillo izquierdo y lo agitó frente a los ojos de su primogénito. Patrick enfocó sua tención en el pedazo de tela y la tomó con su mano libre.

-Tal vez, exista todo lo que dices, pero ¿qué tal si esta no es otra de sus bastardas pruebas de supervivencia, niño? Sí, esa es exactamente la expresión que yo tuve a tu edad -le entregó la mochila rosada a Abi y miró hacia el frente -. Tenemos que alejarnos de ellos.

-Si es CRUEL, no habrá forma de salir de su territorio. Probablemente ya estemos siendo monitoreados, no tenemos oportunidad.

-Niño-

-No me llames así, todavía piensas que somos producto de una maldita simulación -masculló -, pero no lo somos, mi nombre es Patrick y soy tan real como tú -Thomas suspiró.

Claramente, tenía razón, pero una parte de él después de lo que había encontrado, se negaba a arraigarse más de lo que lo había hecho de esas dos criaturas frente a él. ¿Y si esa era la verdadera prueba? No quería sentir dolor ni desasoiego de nuevo. Estaba seguro que no soportaría más pérdidas en su vida. Pero allí estaban ambos, tomados de la mano, esperando que él fuese el adulto responsable que definitivamente tenía que ser para ellos. 

-Patrick -el adolescente le dio toda su atención -, sé que piensas que soy un fracaso, y seguramente lo sea. Pero le hice una promesa a tu madre y nos sacaremos de aquí vivos. Regresar ya no es una vía a la que podamos recurrir, así que debemos avanzar y eso es lo que intentarán que no hagamos. 

-Te seguiremos, bien. Pero también quiero que nos hagas una promesa -lo agarró de su remera y lo atrajo hacia él -, no más secretos... 

The Maze Runner: Aquello que llaman hogar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora