Capítulo 7 (El sin vergüenza y la tímida)

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Como todas las mañanas, los estrepitosos gritos de mi madre me despiertan. Antes de que Margaret eleve más su tono de voz, me levanto y a pasos rápidos me adentro al baño. Al termina de ducharme voy directamente a mi guardarropa, observo todos los vestidos y entro en debate de cuál es el indicado para vestir el día de hoy. De todos los colores que tengo decido por un de color coral. El escote tiene pequeñas rosas del mismo color, la falda es larga y con tul transparente y brilloso. Después paso a mi tocador y arreglo mi largo y castaño cabello. Terminado bajo a desayunar.

En el comedor me encuentro a mi madre, esta vez comeremos las dos solas, papá no regreso a noche, signos de que hay mucho trabajo en el hospital.

En silencio comemos y al terminar de beber el ultimo sorbo de jugo mi madre comienza a hablar.

—Winter, hoy saldré a comprar algunas telas que necesito para unos nuevos vestidos. Me llevaré a Mary.

Al escuchar la voz de mi madre por dentro me entusiasmo. Eso quiere decir que me quedaré sola en casa, perfecto. Tengo tiempo para ir buscar libros y llevarlos a la cabaña.

—Si, madre —digo contenta. Estoy fascinada con su ida.

—Confió en ti hija, pero, aun así, no salgas de casa... Haré las compras lo más rápido posible.

—Confía en mi mamá. No saldré de casa. Después de clases me quedaré aquí en casa, sola.

—Bien. Prepararé mis cosas para el viaje.

—Te ayudo —propongo.

—No —rápidamente se niega—. Tú tienes clases en unos minutos. Sube a lavarte los dientes que en diez minutos llega el joven Rouxel.

Con solo escuchar su nombre de inmediato recuerdo el libro que encontré en su oficina.

—Tienes razón, subiré a arreglarme.

Mary se encarga de levantar la loza sucia. Madre y yo subimos a la segunda planta, pero nos separamos en el pasillo, cada quien se va a su alcoba. Me adentro al baño y hago mi rutina diaria cada vez que termino de ingerir alimentos.

Después de tres minutos salgo del baño al escuchar la voz de Mary anunciando la llegada del profesor Rouxel, quien está esperándome en el estudio. Escondo de nuevo el libro debajo de mi colchón, bajo rápidamente las escaleras y me encuentro con mamá y Mary, ambas están listas para emprender su viaje.

—Winter, cuida la casa. No tardaremos —avisa, madre.

—Tranquila madre. No saldré, estaré aquí —miento.

—Bien.

Sus rechonchos labios besan mi frente y después junto a Mary salen de casa.

Al despedirme de mi madre recuerdo al extraño Rouxel y a prisa, voy hacia el estudio. Golpeo la puerta con mis nudillos por educación a la espera de su autorización para entrar, enseguida escucho su profunda voz dándome el acceso.

—Lamento la demora —me disculpo, tarde mucho en despedirme de mi madre. Cinco minutos tarde.

Suelto las palabras junto a una pequeña inclinación.

—Llega tarde, señorita Jerim.

—Estaba despidiendo a mi madre —me justifico.

—Esa no es excusa para llegar tarde.

—Pero...—no permite terminar.

—Tome asiento en su respectivo lugar. Comenzare con la clase —dice ignorando mis palabras, se da la vuelta y se dirige a la pizarra.

Oscuro y puro corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora