"¿Por qué estas sola en casa?"

Parte Final.

- ¿Me permite entrar? Debo verificar el lugar - Pone su mano en la puerta y me corro a un lado -. Vaya...

- Si lo sé, una habitación pequeña - Deseaba que la tierra me tragase -.

- Iba a decir que olía bien, utiliza un buen perfume. - Mira por la ventana y vuelve a mirarme de arriba a abajo. -

- ¿Esta distrayéndome por no decirme que tenga miedo del loco? - Comencé a morder mis uñas -.

- No, por favor - Ríe - Parece estar todo en perfecta condiciones.

- No entró, me acosó. Me mandó mensajes y me asusté - Dije con timidez -.

- Lo entiendo... - Hizo una mueca dudosa -. ¿Desea que me quede? Por si vuelve a mandar un mensaje.

- Puedo prepararle café - Sugerí -.

- No me gusta. Difícil de creer pero prefiero algo dulce. ¿Jugo? - Encogió sus hombros -.

- Ahora que lo pienso, pudo haber huido si sabe que esta aquí - Abrí el refrigerio y serví jugo. Cogió el vaso estando detrás de mi y salté en el lugar. - Dios mío.

- No pretendía asustarla - Bostezó - Ha sido un día largo.

- Lo imagino, siéntese por favor oficial. - Me parecía tan vergonzoso no tener más de una silla. Optó por sentarse en la cama y me sentía incomoda. Allí dormía y ahora pensaría en su bonito cuerpo hundiendo mi colchón -.

- Justin, puede decirme Justin para no hacerla sentir incomoda - Bebió -.

- Justin Bieber - Relamí mis labios -.

- Suena muy bonito saliendo de sus labios - Alzó su vaso y río -. Disculpe eso estuvo fuera de lugar.

- N..n...no se preocupe. - Sonreí - ¿Hace mucho tiempo trabaja de policía?

- Evadiendo mi cumplido - Guiño un ojo -.

- Al contrario, pensé que usted lo hizo. Tiene razón, estuvo fuera de lugar. - Deseaba con todas mis fuerzas solo dar un paso y besarlo. Podía sentir el ambiente cargado de sexo y una mirada de completa lujuria. - ¿Le sirvo más?

- Por favor - Tendió el vaso a mi mano y derramó las últimas gotas entre mis dedos. Tomo de mi muñeca y me acercó a él para que pudiese chupar mis dedos - Lo lamento señorita.

- S..s..solo fue un accidente - El corazón estaba por salir de mi pecho. Jamás habia presenciado un acto tan erotico como el de este hombre solo chupando mis dedos. Había una posibilidad de que estuviese drogada y esto no estuviese ocurriendo o o que estuviese soñando.-

- ¿Eres real o me he dormido de nuevo sentado en la silla del trabajo? - Sonrío y acomodo su cabello -.

- Completamente real - Reí -.

- Entonces sería bueno que haga esto - Abrió mi bata dejándome con mi patético y algo atrevido pijama azul. - Tengo demasiada suerte que no seas un sueño.

Abrió su camisa con cuidado y la tiró al suelo. Apretó los cachetes de mi culo y gemí. Tiré mi remera a un costado y observé como dejaba su cinturón cargado en la mesa de luz y sacaba sus pantalones con desesperación. Buscó en un pequeño bolsillo un condón y sonrío. Con las yemas de sus dedos recorrió desde mi columna vertebral hasta llegar al contorno de la cintura de mi pantalón y lo bajó. Dejándome en ropa interior y me senté en él.

Me balancee contra su cuerpo tomándolo del cabello, escuchándolo susurrarme sucias palabras y gemía a cada golpe que daba dentro de mí. Mis pechos estaban pegando al suyo y con tan solo frotarlos, me daban las ganas de mucho más. Ni en mis más remotos sueños hubiera pensado que acabaría con un policía.

- Eres una pequeña traviesa - Llevó mi cabeza hacía atrás y besó mi cuello -.

- Sí, sí - Gemí -.

- Me gusta dar castigos - Paró de repente y lo miré sorprendida. No bromees. - Pero también me gustan las chicas malas - Volvió con su movimiento.

En tan solo una pequeña cama, me estaba follando un policía. Un desconocido pero muy atractivo policía.

- Vamos cariño, estamos cerca - Me alentó -.

Embistió aún más fuerte. Más duro. Y me corrí junto a él. Su cuerpo cayo sobre el mío y acaricie su cabello. Besé su frente y sonreí como una idiota.

- Creo que te mandaré mensajes más seguido.

Mi corazón se paralizo y sentí mi cuerpo helarse.