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Pov: Escritora.
└ Estabas contenta. Las tierras de liyue te daban la bienvenida con su hermosa cultura y vista. Una hermosa región exquisita en todos los aspectos.
Habías escapado finalmente de tu familia tóxica, la cuál no querían que ejercieras tu adorada profesión: Chef. Ellos siendo una familia poderosa y elegante, se negaban que desaprovecharas tu persona en la cocina. Ellos querían que fueras cantante o modelo. Llegando a amenazarte con obligarte a casarte con alguien con buen estatus o mandarte a Inazuma con una de tus tías, para que trabajes como Miko ── Son de Inazuma, pero emigraron a Sumeru. ── en el gran santuario Narukami. Querían que fueras como tus demás familiares:
─ Tu hermana, una cantante famosa. ─ Tu primo, un erudito extravagante. Etc.
Por ello, emigraste de Sumeru a Liyue, donde tendrías más posibilidades de tener éxito como chef.
Anteriormente, no pudiste terminar la carrera gracias a tu familia, que al enterarse de que estudiabas cocina en secreto, te reprocharon por ello, teniendo que abandonar los estudios. Lo cual también causó que tu paciencia se destrozara.
Empacaste todas tus cosas, ganandote los gritos y reprimendas de tus padres y tíos. Los ignoraste, ellos ya estaban muertos para ti.
Una hermosa flor única de desierto, que fue replantada en unas tierras fértiles.
Bajaste del barco junto con tu equipaje, mientras le dabas gracias a la tripulación y su capitana por haberte hecho el favor de llevarte a Liyue.
── ¡Muchas gracias, chicos! ¡Les debo una!──Alzaste la voz, para que pudieran escucharte, ganandote las carcajadas de la peculiar capitana con un parche en el ojo.
── ¡No hay de que!, ¡No hace falta!, ¡Sigue tus sueños, cachetes verdes!──frunciste el ceño al escuchar ese apodo. Puesto que, antes de llegar a Liyue, habías vomitado por lo mareada que estabas.
Después de aquello, te marchaste. Ibas a paso firme a un departamento, el cuál ya estaba reservado para ti.
Los civiles te miraban con curiosidad, pues de todas las personas que estaban allí, tu llamabas la atención, por tus ropajes y tú hermosa apariencia.
