Capítulo 29

5 1 0
                                    

Llegamos a la reja de la entrada y empezaba a notar los nervios subiéndome por el estómago pero lo que no sabían es que para mí la adrenalina y el miedo no me apagaban si no todo lo contrario me espabilaban, así es como me habían criado desde pequeña aun que había veces que me gustaría sentir el miedo como lo sentiría una persona normal o cómo lo sentía yo de pequeña cuando mi padre hacía lo que hacía. Miro al frente, pero solo podía ver la caseta del guardia mirándonos desde dentro mientras se veía un café con algún que otro pastel. Lo miré por debajo de la gorra en silencio viendo como le abría la verja a mi compañero el conductor dejándonos encerrados entre una valla y otra.
- Hola Sam - dice el guardia mirando su lista - Veo que hoy traes compañía - dice mirándome fijamente.
- Hola Dan - dice Lambert, su nombre en su identificación que llevaba colgada.
- ¿Cómo está la esposa? - le pregunto viendo que llevaba el anillo de casado.
- Como siempre, ella se enfada yo le traigo flores, me perdona y vuelve al mismo ciclo - dice con una sonrisa - ¿Me podéis facilitar la identificación?
- Claro - dice Lambert dándole su identificación del cuello mientras yo hago lo mismo y se lo doy a Lambert.
- Gracias - dice cogiéndola desde la ventanilla.
Miro su rostro intentando ver lo que decía su mirada o sus gestos mientras comprobaba que todo estaba en orden mirándonos un par de veces para comprovar que las fotos coincidían, vi que me miró un par de veces lo que hizo que mi mano de deslizara hacia mi cintura donde estaba escondida mi arma.
- Veo que has dado un estirón - dice el guardia sin dejar de mirarme.
- Están en la edad de crecimiento- dice Lambert con una sonrisa aparentando ser más mayor de lo que era.
- Si ya veo entiendo pero cuando termines el turno tienes que ir a la enfermería para que te corrijan esto - dice devolviéndonos las tarjetas con un papel para mí que ponía el nombre del doctor - Te he dado el permiso.
- Ahora quiero mirar atrás - dice mirándonos fijamente - Se que siempre es lo mismo pero nunca se sabe.
- Claro sin problema - dice Lambert dándole las llaves de la zona de atrás del camión.
- Será un momento - dice dirigiéndose hacia allí.   
- Lo que necesites - dice Lambert mirandole de reojo - Y tu tranquilízate - me susurra poniendo los ojos en blanco.
- Estoy tranquila, como se nota que no me conoces - le digo negando con la cabeza.
Escuché como estaba en la zona de atrás mirando y moviendo algunas cosas seguramente para asegurarse de que no llevamos algún tráfico de alguna cosa. Me quito el cinturón y me acomodo en el asiento mientras miraba por el retrovisor disimuladamente. Vi como se acercaba por mi lado con una de las manos en la llave y en la otra en la pistola... Intenté que no me mirara a los ojos ya que los míos eran verdes y los de la chica eran marrones así que mi gorra estaba lo bastante baja como para verse.
- Todo perfecto - nos dice entregándome las llaves - Ya podéis pasar.

El hombre va a su caseta y aprieta el botón que se encuentra debajo de su escritorio lo que hace que las puertas se abran dejándonos el camino libre hacia el interior. Miré de reojo a Lambert esperando que fuera por el camino adecuado sin llamar mucho la atención ya que había dos caminos diferenciados y podría ser que aquí las cosas estuvieran cambiadas o que después de tantos años se hubiera cambiado.
- ¿Sabes por dónde ir, no? - le susurro mirando las cámaras que había en cada esquina.
- Si, claro que sí -  me dice como si la pregunta fuera obvia.
- Habrá que ir a las cámaras si no, no podremos entrar - le digo viendo cómo las cámaras estaban en continuo movimiento.
- Yo me encargo de eso también, tranquila está todo controlado - me dice con una extraña seguridad.
- Ya - le respondo muy seria - ¿Sabes que si intentas algo no tengo problema en matarte?
- No soy tan idiota, se que no pararias hasta matarme - me dice mirándome de reojo - Y yo no iré a las cámaras irán uno de los dos que están aquí detrás, yo voy con el uniforme, sería sospechoso en cambio si metemos a uno de ellos dentro de una caja pues...
- Si ya entiendo - le digo viendo cómo el garaje se abría y Lambert se metía dentro con una sensación extraña en el ambiente como si no pudiera ni respirar.
- Ya estamos - dice bajando del camión y la puerta de cerraba detrás nuestra.
- A hacer como que trabajamos - digo para mí en voz alta mientras bajaba del camión.
Miro a mí alrededor analizando la habitación toda llena de provisiones para los ricachones del otro lado mientras la gente de aquí se muere de hambre todos los días. Había cuatro cámaras colocadas estratégicamente sin dejar ni un solo punto sin analizar, había dos puertas metálicas una que daba al pasillo del otro sector y la otra ni idea, puede que sea una puerta de emergencia o algo por el estilo.
Me meto dentro de la zona trasera del camión y veo que Lambert me hace una señal para que me ponga a su derecha para tapar una de las cámaras y que él se pueda colocar entre unas cajas y otra muy grande que ya estaba vacía ya que se supone que es para colocar dentro las cosas pero hay dentro no iban a entrar alimentos ni materiales.
- África tú - dice Lambert viendo el tamaño de la caja y que Steve se veía de lejos que no cabia.
- Voy - susurra desde una posición algo extraña, de echo no la había visto hasta que salió y se metió enseguida mientras que yo y Lambert hacíamos que colocabamos fruta dentro así desde nuestra posición no se podía ver nada de lo que estábamos haciendo.
- Lo que vas a hacer es muy sencillo - le dice Lambert mientras hacía como que lo arreglaba todo - Vamos a ir a las cámaras con el pretexto de que tenemos algo para él y cuando te lleven dentro esperas a que estés solo con él y o lo matas o lo puedes capturar. Cuando lo hayas conseguido mueve la cámara derecha en forma de la letra ele.
- Perfecto - le dice ella desde dentro mientras yo cerraba la caja.
- No dispares, si lo haces nos pillaran enseguida - le digo mirándola por última vez antes de bajarla hacia fuera del camión.
- Hola chicos - dice una mujer con una sonrisa amable - ¿Tenéis algún pedido que tenga que entregar?
- Pues claro, ahora que lo dices este es el pedido para el de cámaras - dice Lambert entregando el cajón con ella dentro.  
- Yo me encargo - nos dice con una sonrisa, no llevaba uniforme por lo que no es un guardia, pero si llevaba un uniforme de color amarillo con las mismas rayas a los lados que nosotros, lo que me dio a entender que era uno de nosotros.
- Haré que llegue enseguida - nos dice mirándonos con interés hacercandose lentamente a mí - ¿Me podré ir con vosotros? - me pregunta sin dejar de sonreír.
Miró a Lambert que lo había escuchado todo y se quedó asustado con la mandíbula tensa. Lo que me obligó a ponerme entre él y la chica ya que parecía que se iba a lanzar contra ella o algo por el estilo y eso no lo podíamos permitir, si había ido algo mal pero no por ello significaba que todo iba a ir mal.
- Haz que salga sana y salva y ya veremos - le digo disimulando con una sonrisa falsa.
- Está bien - susurra devolviéndome la sonrisa y dirigiéndose hacia la puerta con África.
- No nos viene mal una persona que esté dentro, la podemos utilizar - le susurró a Lambert que seguia tenso - Ahora ve a colocar la fruta.
- Claro, tú verás que haces - me dice entrando en el camión. La verdad que no sabía muy bien lo que había, pero confiaba en mi instinto ya que me había sacado de muchas situaciones poco agradables en el pasado así que está vez confiaria en ella.

- ¿Sabes dónde se esconde Steve? - no lo he visto - le digo preocupada.
- ¿Ya lo echas de menos? - me dice levantando una ceja - Seguro está bien.
- Eso ya lo sé - le digo mirando las cámaras esperando a que hicieran la señal.
- Pensé que tú no sentías nada por nadie o eso das a entender - me dice Lambert extrañamente sonriéndome - Pensé que eras una especie de psicópata.
- Puede que tenga algún trastorno mental puedo matar sin sentir ningún tipo de remordimiento y soy adicta a la adrenalina natural así que tú verás - le respondo sin darle importancia.
- Creo que todos tenemos algún trastorno mental aquí, no eres la única que lucha por sobrevivir - me dice como si comprendiera lo que le estoy diciendo - Todos hemos echo cosas de las que nos arrepentimos o nos gustaría almenos sentirnos mal como se supone que de sienten los humanos.
- ¿Crees que por eso somos imperfectos? - le pregunto con el ceño fruncido.
- No lo creo, los perfectos aún son más psicópatas que nosotros, ellos lo hacen por placer, nosotros por sobrevivir.
- Sí - le susurro pensativa - Pero Steve es diferente, él es mucho más sensible que todos nosotros.
- Ya - me dice mirándome con interés - Pero también haría lo que sea para proteger a la gente que quiere. Incluso su tía pensé que era buena persona pero ya no estoy tan seguro, abandonar a alguien de tu familia eso ya no es ni de ser un ser humano.
- Incluso por personas de tu familia que deberías de odiar pero no lo haces - le digo pensando en mi padre. Si que es verdad que me repugnaba incluso su voz pero no sería capaz de traicionarlo o de matarlo nunca lo había visto como una figura paterna pero si como mi ejemplo a seguir aunque su actitud fuera asquerosa y probablemente tenga algo de él de lo que no estaria muy orgullosa como no sentir nada cuando me lo propongo...
- ¿Es tu caso? - me pregunta con interés.
- No - le respondo viendo cómo la cámara hacia su señal lo que quería decir que África ya había tomado el control.
- Steve - chilla Lambert sacando su arma y colocándose su mochila que estaba a los pies de su asiento mientras yo le imitaba.
- Como va todo - dice Steve con su arma en la mano.
- Hemos tenido un problema, pero nada que no se pueda solucionar - dice Lambert viendo como la puerta se volvía a abrir y aparecía la chica con África detrás.
- Lo hemos tenido que matar - dice la chica del pelo rubio recogido en una coleta alta.
- ¿No había otra forma? - pregunta Steve mirando a la chica desconfiado.
- Tenemos otros problemas más importantes - dice la chica mirándonos con intensidad - Cambiaron la puerta de la salida ahora se necesita un código y una prueba ocular.
- Bien entonces habrá que secuestrar al tipo - les digo sin darle importancia.
- Ya, el problema es que solo sirve un ojo - me dice la chica - Y está al lado de las oficinas no podremos ir todos como máximo puedo colar a una persona.
- Ya voy yo - dice Lambert colocándose enfrente de la chica decidido.
- No - dice la chica mirándome a mí - Quiero que vaya ella.
- ¿Y por qué demonios tiene que ir ella? - dice Steve poniéndose alerta.
- No te preocupes iré yo, si veo la más mínima sospecha de que sea una trampa le pego un tiro - le digo perforandola con la mirada.
- Por eso mismo quiero que vengas conmigo pareces decidida y saber lo que tienes que hacer en caso de que sea necesario - dice la chica sin dejar de mirarme - Y yo quiero salir viva de aquí.
- Pides mucho tú, ¿no? - dice Lambert mirándome como si no estuviera seguro de lo que tenía que hacer.
- Confiad en ella a mí me ha ayudado - dice África que se había quedado callada hasta ahora.
- Toma esta llave - dice la chica lanzandosela a Steve que la cogió al vuelo.
- Cuando pase diez minutos saldréis por aquí - dice señalando la puerta - Cruzáis el único pasillo que hay, luego giráis a la derecha una vez ahí veréis una puerta al fondo esperáis hay dentro hasta que alguien toque la puerta tres veces pero no por la que habéis entrado si no por la otra, si a los veinte minutos no aparecemos corred hacia aquí y salir con el camión a toda castaña.
- Genial - dice Steve - Pero vais a volver - dice acercándose a mí - No hagas ninguna tontería o te juro que te mato.
- Me portaré bien - le digo mirándole, no quería despedirme de él ya que no iba a ser un adiós - Nos vemos en diez minutos - le digo mirándole por última vez observando su rostro perfecto y preocupado antes de irme hacia la chica.

Los imperfectos: El Comienzo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora