Capítulo XXIX: El Misántropo - Parte I

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~°~°~ Capítulo XXIX: El Misántropo ~°~°~

~°~Parte I~°~

El pasillo de árboles por el cual atravesaban en el clásico mini Cooper negro lo hacía sentir relajado. Ubicados en el asiento de atrás, dejando que el joven piloto se encargara de la ruta, la distancia era mínima entre ellos, haciendo que de vez en cuando sus dedos se acariciaran y entrelazaran, ante la mirada del conductor a través del parabrisas.

Con la ventana abierta, Kanon parecía un cachorro disfrutando del aire correr por su rostro. Hasta que sintió el incómodo olor del tabaco. No le agradaba. La energía que la mirada de Kanon imprimió sobre el causante del aromático ambiente causó efecto, llamando la atención del perpetrador.

El griego notificó sobre los daños a la salud que aquella manía podría causarle, y el ir y venir de las justificaciones de cada uno en torno a la particular actividad, caducó cuando el inglés curvó sus labios en una sonrisa socarrona.

—Me convenciste —respondió ante la alegata de "sabes diferente". —Haré algo para dejarlo —-jaló nuevamente por el cigarrillo y exhaló el humo por la ventana. —Por el momento, terminaré con éste.

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Los dedos de las manos del griego se mantenían inquietos. ¿Cómo no? Los nervios de conocer una "segunda, pero primera vez" a la familia Gastrell lo devoraba, a pesar de todas las atenciones y amabilidades del inglés, el hecho era lo suficientemente trascendental como para darle poca importancia. Al fin de cuentas, la primera impresión (de su nuevo yo) es importante.

Cada vez que le inglés ingresaba a la residencia, era recibido por su madre Elizabeth, Valentine, y algunos miembros de la extendida familia. Casi siempre encontraba a alguien que le hacía compañía a su madre, ya sea por negocios o por compartir una comida. Pero siempre lo esperaba acompañada. Era sabido que la mujer parecía más jóven de lo que era, y que le encantaba estar en el campo, rodeada de las variedades de vitáceas que producían en las fincas. Además, se dedicó a construir y ambientar un vivero botánico, donde pasaba la mayor parte del tiempo experimentando con la germinación de diferentes semillas, y haciendo crecer a diferentes especies de plantas. Era toda una botánica enérgica.

Ingresaron al domicilio recibiendo la bienvenida de los mozos, dirigiéndose de inmediato a la sala de reuniones familiar donde se encontraba su única tía materna, con tres de sus hijas, y dos de sus nietos, quienes no se demoraron en demostrar la alegría que les producía ver a Radamanthys. El retraso del vuelo había aumentado la ansiedad por su llegada. El acompañante del inglés no pasó por alto, causó sorpresa y emoción al saberlo tan atractivo. Las risitas nerviosas entre las mujeres no se hicieron esperar cuando el hombre tomó la mano de cada una de ellas para besarla. Lo recibieron con educación y una cálida bienvenida.

Aunque no todos demostraron el mismo entusiasmo. Valentine, quien se había tomado la labor de entretener a las mujeres con hilarantes historias, dejó de respirar al observar el cuadro que se le presentaba enfrente. Se fijó en cada detalle: la cabellera azulada, desordenada, rebelde, injuriosa. Arrugó el entrecejo, ¿era cierto lo que tenía frente a él?

La sangre le hirvió dentro de sus venas, y se percató que su boca se había mantenido abierta cuando uno de los niños le preguntó si se encontraba bien. Reaccionó, "estoy perfecto" respondió con una sonrisa que inspiró miedo en el pequeño.

—Me complace presentarles a Kanon De Andreatos —habló Radamanthys una vez los saludos cordiales habían culminado. —Y es el amor de mi vida —presentó con orgullo y naturalidad.

Drákos AgóraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora