Lena
Después de que Amalie se fue y leí la nota de Hoseok, lo único que pude hacer fue llorar. Me di cuenta que no solo yo sufría en esto y aunque el fuera culpable de mucho, sufría al igual que yo.
Necesitaba una explicación de todo, pero también necesitaba decirle que esperaría por él. Si es que eso era posible. No lo pensé y salí corriendo a su habitación, sabia que alguien me vería así que lo hice por medio de las terrazas. Toque a su puerta y sin pensarlo me colgué de él, empecé a besas toda su cara, rápidamente y cuando me hice para atrás sonrei al ver su rostro. Él cerró la puerta con su pie y me llevó dentro mientras aún me sostenia.
-Solo dime que esto no es una broma- dije y su sonrisa me tranquilizo
-Claro que no, pero necesito que me escuches primero.- asentí y me dejo en su cama, me dio un beso en los labios y jalo una silla frente a mi para sentarse.-Te escucho- dije sonriendo para tranquilizarlo, parecía muy nervioso.
-Primero que nada, debes saber que no siento nada por Natalie, de hecho me parece muy desagradable pero ella y mi padre se mantienen en contacto para saber si yo me fijo en alguien más. Sin querer, el día de la cena te expuse demasiado, tanto que recibí un mensaje de él amenazandome con hacer que te expulsaron.- me rei nerviosa
-¿Qué? Oye no me malinterpretes, si tu me dices que estarás conmigo, estoy dispuesta a todo, pero si corro peligro de muerte necesito saberlo.- rodo los ojos y luego sonrió
-A menos que Natalie quiera matarte, supongo que si.- su sonrisa se borro -Él no es tan malo, solo tiene un mal carácter y quiere que todo se haga a su manera. No se a que tratos llego con el padre de Natalie y tenemos que casarnos pero como yo tenia la obligación de venir, decidieron que esto estuviera arreglado.
-¿Y nadie dijo nada?
-La verdad es que yo no estaba interesado en enterarme de nada, no quería venir al concurso y mucho menos casarme, ni hoy ni nunca. Sabía que para ser Rey debía hacerlo en algún punto así que cuando mi padre me dijo lo de Natalie, acepto sin más. No sabía que te volvería a ver.
-¿Ya nos habíamos visto antes?
-Si, y por cierto ¿Cuanto bebiste ese día Lena?- me empecé a poner roja cuando lo entendí
-Tu...- se empezó a reír de mi cara
-Ese día me enamore de ti, aunque no lo supe de inmediato, pero simplemente no podía sacarte de mi cabeza. Me arrepentí de no haber tenido el valor de besarte.- subí mi mano y toque la comisura de mi labio.
-Fuiste tu.
-Lo bueno que fui yo y no otro idiota que seguramente se habría aprovechado de tu estado.
-Tu tuviste algo que ver con mi entrada aquí- asintió lentamente
-Fui egoísta, pero quería verte de nuevo. No creí que sucedería todo esto.
-Bueno, volviendo al tema- dije y tome aire después de la vergüenza -¿Por qué no le dices a tu papá que no quieres a Natalie?- su cara reflejaba verdadera tristeza
-Como te dije, mi padre no es tan malo. No asesinara a nadie, ni hará nada malo por su Reino, pero no le interesa en lo más mínimo mi vida, el siente que mi vida le pertenece y que debo hacer lo que él diga. No es algo que sucedió ahora, esto ha sido siempre. Cuando era pequeño, yo era el más alegre de todos. Hasta que cumple seis y decidió que era hora de "Ponerme en Regla" fueron sus palabras... Empezó a exigirme más, a hacerme estudiar más, a obedecerlo en todo sin importarle lo que yo quisiera o sintiera. Lo peor es que yo crecí con esa idea de que debía obedecerá, así que nunca me toco. Un día, cuando tenia como trece o catorce años, uno de los chicos hizo una fiesta, el mismo día en que el asistiría a una reunión.- suspiro -Esas reuniones eran tan aburridas y yo ni siquiera podía hablar con alguien porque eran puros adultos, así que ese día se me ocurrió rebelarme, de verdad quería ir a esa fiesta y se me hizo fácil decirle que sus reuniones no me gustaban.- agacho su mirada e hizo una larga pausa. Subí mi mano a su barbilla y lo obligue a verme.
-No necesito saber más si no te sientes cómodo.
-Debo hacerlo- asentí y no dije más. Me di cuenta que no solo lo decía por mi, tal vez nadie lo sabía y era algo que guardaba dentro de él y quería sacarlo. Exhale pesada mente y continuo
-Ese día no me llevaron al hospital, porque sería un escándalo y él sería severamente criticado por su Reino. Llamaron a nuestro doctor familiar, quien ya tenía firmados demasiados acuerdos de confidencialidad, como para decir algo. Tenia un ojo cerrado y morado, una costilla rota al igual que mi labio inferior y moretones por todos lados.
-Disculpa que pregunte pero ¿Y tu madre?
-Ella quiso dejarlo, no le importaba el escándalo que se hiciera, solo quería alejarme de él pero le pedí que no lo hiciera. Tenia miedo de que le sucediera lo mismo y yo no pudiera protegerla. Ese día, después de ver al doctor y confirmar que nada era tan grave, se fue a su junta como si nada.- se levantó y empezó a caminar por la habitacion -Me di cuenta que me habría ahorrado todo esto si simplemente hubiera ido a la maldita junta. Decidí aprender bien todo lo del Rwino y trabajar duro. A final de cuentas las fiestas nonme.dejarian nada bueno, más que costillas rotas. Claro que seguí viendo a mis primos, de vez en cuando, pero.aprwndi a hacerme mis tiempos para eso y bueno, tal ve, ellos ya no la.pasaban tan bien conmigo después de que mi actitud cambiará. Creo que empezó a hacerlo desde los seis. Cuando dejé de ser feliz y dejé de so reír, pero es algo que no recuerdo.
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El Diario Real: Princesa Lena
Fiksi PenggemarLibro 4 saga El Diario Real (Hoseok) +18 Entrar a un concurso de Princesas debería ser la experiencia más divertida que alguien podría hacer. Al menos eso era lo que Lena creía. El Príncipe Hoseok tenía todo planeado y en orden, nada podía salir ma...