2:30 AM marcan las manecillas del reloj en la sala de espera de la veterinaria, cada vez resuena más y se hace más creíble la historia de mi hijo, "mamá el perro está poseído".
Somos una bonita familia, una más de las que vivimos en el pueblo de San Miguel, un pueblo apartado de la zona urbana, a las afueras de la ciudad, al ser así no hay muchas viviendas por lo que la población es pequeña, la mayoría de personas trabaja en el campo o criando animales, vivimos en una casa pequeña, no somos numerosos, solo mi esposo y mis dos hijos, el mayor, Hael, siempre ha sido muy callado dice que ve sombras una que otra vez, es un Don afirmo mi esposo en una plática que tuvimos sobre el tema así que decidimos no indagar mas, hace unos meses mi esposo llego muy emocionado a casa después del trabajo, era cumpleaños de Sofía, mi hija de tan solo tres años de edad
-¿Adivina que sofia?- dijo entusiasmado al entrar que incluso olvido saludarme, escondia algo detrás de su espalda pero no sabíamos que era
-papá- respondieron mis dos hijos casi al mismo tiempo
-sorpresaaaa- grito mi esposo revelando lo que escondia con tanto entusiasmo, era un cachorro Doberman al cual bautizamos con el nombre de luffy
-perrito-
dijo mi hija con su dulce y tierna voz, una reacción que se espera de una niña pequeña, pero en cambio mi hijo no se inmuto solo lo miraba pensativo hasta que reacciono y se acerco a acariciarlo, se me hizo extraño pero supuse que era porque ya estaba cansado asi que lo deje pasar.
Pasaron las semanas y cosas extrañas comenzaron a suceder, las cosas se cambiaban de lugar y en la noche algo correteaba a las gallinas que se encontraban afuera de la casa, una noche cansado de estos hechos mi esposo salió a revisar que era, pero al salir del cuarto el cual daba hacia el pasillo, noto la puerta del cuarto de nuestros hijo abierta, mi esposo entró a revisar y hael no se encontraba en su cama, corrió a la sala y allí estaba mi hijo durmiendo profundamente en el suelo, tratamos de despertarlo sin éxito asi que lo llevamos a su cama, al otro dia le preguntamos si recordaba lo que paso la noche anterior y el respondió que no, pasaron los días y las cosas siguieron con ruidos y acontecimientos extraños, 3 meses después mi hijo se acerco a la cosina mientras yo preparaba la comida y me dijo susurrando
-mamá.
-si dime- Conteste susurrando pensando que estaba jugando
-es luffy.
-¿Que pasa con el?- Pregunte ingenua pensando que lo culparía por una travesura que el hizo pero lo que me dijo me dejo en shock
-el… el esta…-dijo como si se le dificultara el hablar algo
- no te preocupes hijo puedes decirme.
-el esta poseído- su voz rezumbo en mi cabeza, estaba cebrada y el miedo en ella se podía sentir
-no te preocupes, seguro solo es tu imaginación - mencione para que no se preocupara
-no mamá - siguió afirmando - lo eh visto, me vigila todas las noches y me ve de una manera extraña
Me quedé sin palabras, no supe que responder ante tales aclaraciones de mi hijo.
-porfavor has algo- dijo casi suplicando, cómo si su vida dependiera de ello
-no te preocupes, yo lo arreglo.
-gracias mamá- dijo aliviado y con una sonrisa
Esa noche no pude dormir. Sacamos al perro y lo dormimos en la sala, ya que esté dormía con los niños, pasaron los meses y las cosas extrañas cesaron, pero de un día para otro esa calma se terminó, arañasos, voces y sonidos provenientes de las paredes se hicieron presentes, trajimos a un padre a la casa y este la bendijo pero las cosas evolucionaron, se oían canicas callendo y murmullos, y después un enjambre de moscas por toda la casa, nos estábamos volviendo locos y por segunda vez, cómo vinieron se desvanecieron, asta que hoy en la tarde mientras los niños jugabán mi perro empezó a actuar extraño, se retorcía y miraba con odio a mi hijo
-ves mamá- gritón mi hijo -esta poseído.
Lo amarramos afuera asta que se tranquilizó y en la noche volvió a la casa. Mientras mis hijos dormían y el perro se hallaba descansando mi esposo y yo decidimos hablar
-es luffy- compense a la platica- hael afirma que el está poseído y es lógico, pues desde que llegó cosas extrañas ocurren.
-esta bien - dijo mi esposo con una cara sería- me lo llevaré por la mañana.
Me sentí aliviada pero no pasaron ni tres minutos cuando el perro volvió a actuar extraño, se retorcía y hacia sonidos extraños dándonos una impresión de su cara llena de odio, nos miraba como si quisiera hablar y comenzó a vomitar sangre, mi esposo lo tomo y subió al carro
-vamonos, súbete- me ordenó y yo obedecí
Iba con miedo el perro no paraba de hacer gruñidos y quejarse, era medianoche y no encontramos ninguna veterinaria abierta por lo que conducimos casi hasta llegar a a la ciudad para encontrar una veterinaria que nos ayudara, lo bajos rápidamente y el veterinario dijo que le haría una radiografía. Estamos en la sala de espera, 2:30 marca el reloj, al fin el doctor habré la puerta
-porfavor entren- dijo el doctor con una mueca de preocupación
-¿y bien doctor? Cómo está mi perro- respondió mi esposo preocupado
-el líquido que él expulsaba era sangré y pensamos que era una perforación en el intestino pero después bomito un trozo de piel, piel humana - dijo el doctor casi llorando - y en la radiografía se puede observar que el perro devoró dos dedos humanos, dedos pertenecientes a un infante.
Cuando el veterinario terminó de decir eso casi de inmediato jale a mi esposo
-los niños, hael.
El me entendió y ambos subimos al carro, vamos para la casa no se que me espera, solo pienso en mis hijos, que estén bien porfavor.
Hemos llegado, abrimos la puerta y de inmediato reconocí el llanto de Sofía, corrí asta su habitación y lo que mire fue un infierno, cómo sacado de una película de terror, había sangre por todos lados, y en el centro un gran charco rojo donde se allaba el cuerpo de mi hijo totalmente cortado y sin dos de sus pequeños dedos, me acerque lentamente y lo toque, obtuve una respuesta ya que mi hijo movió su mano y aún respiraba
-esta vivo, aún respira, llama a una ambulancia!!- grito desesperada a mi esposo el cual me hace caso.
Tardaron 10 minutos en llegar pero esos minutos fueron eternos, se lo llevaron a urgencias, vamos en la ambulancia y allí está mi hijo inconsciente y con máquinas conectadas, solo me queda escuchar las voces de los paramédicos que apresurados tratan de mantenerlo con vida y es allí cuando pienso¿que fue lo que pasó? ¿Cómo deje que esto pasará?, después de unos minutos llegamos al hospital y bajan a mi hijo en la camilla aún inconsciente, ahora toca esperar junto a mi esposo que sigue aturdido de todo lo que pasó. Después de unas horas un doctor se me acerca y me dice
-perdió mucha sangre pero ya está estable, no se preocupen se recuperará.
-muchas gracias doctor - digo entre sollozos apenas pudiendo decir algo
-Aún asi- siguió el doctor- no sé cómo ocurrió, tendrá que pasar con los policías a declarar lo sucedido
Acepte y fui a dónde me indicaron, allí se encontraban dos oficiales tomando un cafe y el olor de este inundaba la pequeña oficina al fondo se escuchaba la radio y abia unos papeles en el escritorio
-pase y tome asiento por favor- me ordenaron- asi que digame señora alejandra- continuaron diciendo- ¿que fue lo que paso?
-el perro, fue el perro- conteste entre lagrimas- el perro casi lo mata, el perro, esta poseido.
los oficiales se miraron a la cara y después se dirigieron hacia mi
-señora las heridas del niño no corresponden a un canino y los dedos fueron amputados con un objeto cortante como un cuchillo o un machete
-¿que? eso no puede ser, el perro tenia en su estomago dos dedos- dije extrañada
- abriremos una carpeta, porfavor esten al pendientes y su hijo acudira con una psicologa.
salimos de aquel lugar extrañados todo apuntaba a que el perro habia provocado tel masacre, el veterinario nos contacto y todo lo que expulso quedo como evidencia para el caso, despues de semanas mi hijo desperto le hicieron estudios y dijeron que ya estaba conciente para la vicita de la psicologa, lo visito y dijo que tomaria mas tiemp. depues de meses de terapia y visitas de la psicologa nos llamaron y acudimos a las oficinas donde la doctora trabaja.
-familia perez- dijo la doctora
-somos nosotros- respondio mi marido
-pasen por favor
-diganos doctora- dije mientras me sentaba
- tengo los resultados del estudio de su hijo, no se preocupen el no sufre de violencia familiar como se pensaba, sin embargo su hijo si que sufre de un trastorno, su hijo tiene esquzofrenia y en su mente el decia que el perro era el culpable pero no, el mismo tomo un tenedor y se hizo multiples heridas para al final cortarse dos dedos y darselos de tragar a su perro
Me quedé petrificada, resultó que mi hijo no tenía un don pero si una enfermedad mental
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POSESIÓN
HorrorAlejandra es una madre que tiene una vida tranquila con su familia asta la llegada de un inesperado inquilino que con el acabará la paz en la familia. ¿el mejor amigo del hombre se puede convertir en el peor enemigo de este?