blood & tears ~ Jikook/Kookmin

07

Las luces del bar eran tenues y amarillentas, la barra estaba casi vacía y la gente que pasaba por ahí era escasa, un ambiente bastante aburrido para aquellos universitarios que buscaban mas ni menos que diversion.

—Yeonjun dijo que haría una buena fiesta para celebrar su independización — Interrumpió Yoongi, haciendo comillas con sus dedos mientras reía por la ultimo dicho. — Deberíamos de ir, invito literalmente a toda la universidad, se pondrá interesante. — Sugirió con su típica sonrisa, bebiendo lo que quedaba de vodka en su vaso.

— Yo opino lo mismo que Yoongi, acá no hay para nada ambiente. — Dijo ahora Jin, paseando sus ojos por todo el bar con aburrimiento.

— Vayan ustedes, chicos, yo estoy algo cansado, creo que mejor de aquí iré a casa. — Jungkook sonrió de lado, agitando la copa que traía en su mano derecha.

— No nos abandones así, Jungkook, no saldrás de ahí sin unos buenos besos de las porristas del campus. — Ánimo Jin, dándole un ligero apretón en el brazo.

— Quisiera ir, pero de verdad necesito descansar, últimamente no he dormido bien. — Levantó sus hombros, en forma de disculpa.

— Ya déjalo, Jin, luego llora. — Exclamó burlesco el pelirojo sentado al lado.

— Ja, ja, que gracioso eres. — Hizo una mueca sarcástica, para después beber de su vaso. — Solo me termino al copa y me voy a casa.

— Como quieras, pero te toca pagar lo de todos. — Finalizó, Jin, mientras ambos se ponían sus abrigos.

— ¿Qué? ¡Por supuesto que no! Hoy le tocaba a Yoongi. — Los observo con el ceño fruncido.

— ¡Nos vemos! — Se despidieron los dos al mismo tiempo, saliendo apresurados del bar, intercambiando miradas y sonrisas cómplices entre ellos.

— Idiotas inservibles. — Susurró el pelinegro, girando los ojos con enojo y mordiendo la parte interna de su mejilla.

Tomo todo el contenido alcohólico del vaso de un trago y lo acercó hasta el cantinero que pasaba por ahí, así también pagando el consumo de todos sus amigos con una mala cara.

Jin y Yoongi eran sus mejores amigos desde la secundaria, se podrían decir que eran uña y mugre desde entonces. Ellos eran los principales cómplices de sus bromas hacia Jimin y a demás compañeros.

Salió del bar a paso rápido, cuando estuvo afuera rodeó todo el establecimiento hasta llegar a una puerta trasera, cubierta por oscuridad y silencio total, si la parte del frente parecía vacía, atrás tenia pinta de estar abandonado. Aquella puerta tenía un seguro especial, si quería ser abierta tenías que introducir un código que solo los miembros de aquella sociedad conocían.

Antes de teclear el número, metió las manos en los bolsillos de su chaqueta.

— Joder ¿Dónde lo puse? — Buscaba con desespero el antifaz que siempre portaba para entrar en ese lugar.

Al parecer no lo había guardado en sus bolsillos hoy. Se maldijo a si mismo por ser tan distraído ¿debería de entrar así? Él siempre lo usaba sin falta, no quería dejar su identidad al descubierto aunque fuera de manera anónima. No era obligatorio portar antifaz, pero no quería que todos se enteraran de como lucia.

Suspiró con nerviosismo y aplastó número tras número hasta que la puerta hizo un pequeño "click" y se abrió en automático.

Solo por hoy se arriesgaría a entrar expuesto, solo por él.