PARTE 4°

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Regresé a Tailandia a la edad de 37 años

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Regresé a Tailandia a la edad de 37 años. Mi vida ya estaba hecha. Tenía el dinero suficiente para comprarme varias islas, carros, casas o mansiones, pero me faltaba el amor de pareja, aquel amor que siempre le perteneció a mi mejor amigo.

Cuando regresé, pensé que lo recuperaría, pero eso no pasó. Nanon ama a Dew, un actor de mi país. El tipo es guapo por dónde lo veas. Mide casi 2 metros y tiene una personalidad que atrae a las personas.

Lloré varias noches porque sé que ya lo he perdido totalmente. Volví a EE.UU porque aún tenía contratos de películas por filmar. También tengo compromisos con varios productos de autos y Skin Care.

Nanon se hizo muy famoso en Tailandia, es uno de los actores más amados y aclamados en mi país. Me siento orgulloso de él.

Sé que Dew lo quiere muchísimo, estoy seguro. Nanon me dejó en claro que también lo ama demasiado. Pero me di cuenta que lo respeta, porque cuando lo besé, le dió su lugar.

Me dolió, pero lo acepté. Lo amo, pero entiendo que él ya ama a alguien más. Pero Dew, ese man se merece el cielo también.

Por casualidades del destino me lo crucé en una reunión con algunos amigos en aquel tiempo. Chimon me lo enseñó y presentó aquella vez, justo después de confesarme a Nanon.

El tipo es una buena persona, por lo menos puedo estar seguro de que lo hará muy feliz.

Ya no tengo a Nanon, pero gracias a Dew  tengo una parte de él aunque él mismo no lo sepa.

Hace unas horas me he convertido en padre de dos hermosas niñas, ambas preciosas. Su 'madre' está descansando justo ahora, le doy un beso en la frente por hacerme el hombre más feliz del mundo.

Sin ella, mi sueño jamás se hubiera hecho realidad.

– Te amo, gracias por tanto.

Se ha despertado y son las primeras palabras que salen de mi boca.

– Son preciosas.

– No mientas, todos los recién nacidos son feos –Me dice mientras sonríe.

A pesar de todo, aún puedo sonreír.

– Las llamaré Nong y Aom.

He decidido retirarme del mundo del espectáculo, por lo menos por unos años. Quiero dedicarme a mis hijas, ellas llenan mi mundo ahora.

Ha pasado casi un mes desde que nacieron y sus caritas van tomando una hermosa forma. Suspiro al verlas, una de ellas se parece bastante a él, tiene sus hermosos hoyuelos.

– Así que… Ohm.

– Ese es mi nombre.

– Siempre quise conocerte personalmente, Nanon me habló mucho de ti.

– Umm… ¿Es feliz?

– ¿No se lo preguntaste?

– No quise incomodarlo.

– Bueno…

Dios! Es que mis ojos no pueden apartarse de ellas. El olor a bebé es tan sublime, tan inocente, tan puro. Quiero comerlas a besos, estrujarlas pero son tan chiquitas que siento que si las agarro se van a deshacer.

– Toman demasiada leche, me van a dejar seca como una pasa.

Chailai estaba ojerosa, pero amamantaba a mis hijas.

– Jamás le digas que hice esto, porque si se entera, me mata. ¿Entiendes? ¡Me mata!

– ¡Gracias hombre! Gracias por darme esta felicidad inmensa.

Casi dos meses y me muero de amor por ellas. Siento mi corazón explotar de amor al ver a mis hijas día tras día, crecer y verlas a los ojitos y que me devuelvan una enorme y preciosa sonrisa.

A veces me he puesto a llorar de felicidad al quedarme observándolas. Todas las noches les cuento hermosas historias, con un lullaby de fondo.

Te amo Nanon, pero ahora también continuaré con mi vida, porque ya tengo a quien amar.

(TERMINADA) ILUSIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora