El viaje a lo nuevo.

Capítulo 6: ¿Cuál de las dos?

Al instante de girar la calle, empieza a sonar el tono de llamada de mi móvil. Era ella llamándome. Lo cojo y comienza a hablar ella.
-Buenas, ¿qué tal estás? -preguntó ella. Siempre hace el mismo saludo cuando quiere algo o sabe que alguien ha hecho algo que no debe.
-Hey. Pues aquí ando.
-Oye, ¿te puedo hacer una pregunta?
-¿No puedes esperar?
-¿A qué?
-¡Ahora lo verás!
De pronto colgé y llamé al interfono del 2°A. Me contestó esa voz tan risueña y bonita.
-¿Quién es? -pregunto ella.
-Soy tu sorpresa -dije yo con un toque de ironía.
-¡Chema! ¿Qué haces aquí? Espera que te abro.
Al instante se abrió la puerta del portal y subí las escaleras. Hay me estaba esperando, en aquella puesta marrón y con un toque rustico.
-¡Feliz cumpleaños guapetona! -dije con entusiasmo.
-Muchas gracias. ¿Quieres pasar? De todas formas estoy sola en casa.
-Claro si a eso venía. ¿No te acuerdas de la promesa?
-¿Qué promesa?
-La que te hice yo que era de que iba a venir a tu cumple de los dieciséis costase lo que costase. ¿De verdad no te acuerdas?
-Claro que si tonto -me dijo con un toque de humor -venga pasa que se enfría la cena.
Entre a aquella casa tan acogedora. Me fui directo hacia el salón y al instante vi la mesa puesta con la cena en la mesa.
-Veo que he venido justo a tiempo.
-Ya Jejejejeje -se sonrojó.
La conversación en la cena fue muy fría, como si ella me quisiera decir algo pero no sabe como. Aunque si yo estuviera en su pellejo tampoco sabría como decirmelo a mi mismo fuese lo que fuese.
-Bueno...¿Y te han regalado muchas cosas? -pregunté yo para romper un poco el hielo.
-La verdad es que han sido tres cosas jejeje.
-Pues la verdad es que yo te he traído una cosita.
-¿A si? -preguntó como si no se hubiera dado cuenta de que el paquete que tenía en la mano no era el regalo.
-Pues si, pero lo tienes que abrir después de cenar.
-Jo que malo -dijo poniendo pucheritos.
-Venga vale. Pero tienes que cerrar los ojos, ¿okey?
-Vaaaleeeee.
Me levanté y le escondí el regalo por la casa. En realidad lo tenía planeado. Siempre me gusta sorprender a las personas.
-Vale ya está. Ahora abre los ojos.
Me miró con cara de extrañada.
-¿Y mi regalo? -preguntó al aire.
-¿Te acuerdas cuando estábamos juntos y teníamos un cumpleaños?
-Si, ¿por qué?
-Por que tu regalo está escondido jajajaja -me reí hasta llorar.
-¿A sí? -me preguntó ella en tono de apuesta- Te apuesto lo que quieras a que encuentro mi regalo en menos de cinco minutos y solo con las pistas de los post-it que me has dejado. ¿Okey?
-Acepto.
Nos pusimos todos manos a la obra. Era el minuto cuatro con treinta y dos segundos. Estaba segurísimo de que no lo iba a encontrar pero, cuando me quiero dar cuenta la veo con el regalo en la mano y llorando de la emoción.
-¡Muchisas gracias Chema! Que sepas que es lo más bonito que me han hecho nunca -me decía mientras me abrazaba y me dejaba sin aire.
-De nada. Sabía que te iba a gustar. Al fin y al cabo hemos estado juntos y yo creo que esto es muy poco de lo que te mereces.
¿Que qué era? Mmmm... Buena pregunta jeje. En fin era un álbum de fotos de ella y yo desde que eramos pequeños hasta la actualidad. Sabía que la iba a gustar porque a ella le encantan las fotos. Tiene una frase típica para definir las fotos. Ella dice que "las fotografías son el reflejo de la personalidad de cada uno". Y yo opino algo parecido porque sin fotos, ¿como nos podemos ver o como podemos recordar todos esos recuerdos? Yo por eso hago fotos de casi todo porque me encanta el mundo en el que vivimos y hay gente que, por ejemplo, ve un árbol y dice que es una planta y yo veo miles de cosas indescriptibles. En resumen sigamos con la historia.
Nos sentamos los dos en el sofá acurrucados. Era ya las dos de la madrugada.
-Que sepas que me esta encantando esta noche. Pero yo creo que ahora me va a gustar más -dijo ella con voz susurrante.
De pronto noto sus labios junto a los mios. ¡Me estaba besando! Al instante me veía con ella encima y sin la camiseta. ¿Qué coño estaba pasando esa noche?