Sábado, 25 de Diciembre
9:07 a.mQuerido diario:
El domingo no pasó nada, Arianna y Erika ya se conocían y a la familia les agradó.
Por otro lado, tía Vero está enferma y el hospital nos ha llamado para que la vayamos a ver.
Siendo sincera esto no huele nada bien y el miedo junto a la preocupación me comen por dentro.Iré a Mediglia dentro de 2 días, sola... Al parecer, Rafael tiene mejores cosas que hacer y más importante que ir a ver a Verónica, quizá en sus últimos días. En fin, no me interesa sus asuntos, ambos nos hemos alejado lo suficiente como para que no nos importe lo que el otro haga. Quizá sea bueno o no, realmente siento que alejarme de Rafael, aunque duela en lo más profundo de mi alma, puede ser lo mejor para mi, para nosotros. Él tiene sus planes y yo los míos, y lastimosamente el no forma parte en ellos.
****
NarradoEse mismo día Isabella salió de la casa sin dar aviso alguno. Arianna la llamó al igual que Erika, Paula -por alguna estúpida razón-, Margaret, que estaba en casa y Rafael, que se enteró de la situación a la hora de almuerzo cuando llegó.
Por último intento, Paula volvió a marcar el número en su celular y al segundo timbre el teléfono recibió la llamada.I- ¿Qué es lo quieres Catari?- Respondió una voz notablemente enojada y cortante al otro lado.
P- Despreocupar a tu familia, ¿Dónde estás?- Dijo en tono calmado por tener las miradas de todos sobre ella.
I- No te interesa, dile a Rafael que me deje en paz- Bufó con ira y la llamada se cortó.
A los segundos un mensaje le llegó al celular de Arianna con la ubicación de Isabella a tiempo real y un mensaje abajo que decía: "Lasciami solo." (Déjenme en paz.) Hasta en ese texto se sentía el enojo, aún así, nadie sabía la razón de aquello.
Por otro lado, la mulata se encontraba al otro extremo de la ciudad con su sangre hirviendo y las lágrimas amenazando a salir. Tenía demasiada rabia en su pecho pero el miedo le ganaba, la impotencia la estaba paralizando y la angustia le arrebataba el aire. Era demasiado temprano para que estuviera fuera, era muy pronto para que volviera a ver la luz del día, era muy injusto que alguien como ella saliera a las calles otra vez, alguien con tanto odio y rencor en su alma no tenía, no debía estar en la ciudad otra vez.
Se encontraba en el aire, mirando al cielo y sintiendo el aire fresco recorrer su cuerpo. Su cabello se encontraba ondeando junto a la brisa y resaltaba especialmente castaño ese día, sus ojos estaban cerrados, sus palmas abiertas distinguiendo el calor del sol sobre ella, sus marcas se notaban a simple vista en sus hombros ya que su habitual chaqueta se corrió con el viento. Estaba tratando de no llorar, de verdad quería encontrar paz, pero cada vez se le había más difícil, no sólo por el dolor físico, que llevaba matandola hacia semanas, si no que su mente la torturaban con miles de escenarios posibles si aquella mujer la volvía a ver.Habían pasado casi 5 horas desde que Isabella seguían en el mismo punto hasta que comenzó a moverse, caminaba a paso lento y con paciencia, miraba al suelo con seriedad y se terminaba de preparar mentalmente para hablar con su padre. Al llegar sólo saltó el portón, como ya se le había echo costumbre, y entró a la casa.
Margaret- ¿Isabella?- Preguntó de inmediato al escuchar los pasos.
Isabella- ¿Dónde está Rafael?- Dijo con voz pesada y notable enojo.
Rafael- ¿Is? ¿Cariño?- Mencionó el hombre bajando las escaleras- Por dios mi niña, casi me matas del susto- Y abrazo a su hija casi de inmediato pero no recibió respuesta- ¿Todo bien?- Preguntó preocupado tomandola por los hombros.

ESTÁS LEYENDO
El Diario De Un Hendrix
РазноеQuerido diario: Eh aquí el inicio de mi legado... Creación de: @ari73792 y @braish0301