Capítulo 43

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Nos montamos en el coche y en una media hora ya estábamos aparcando en aquel aeropuerto del Prat, en esa media hora no había soltado la mano de Luis y no me había soltado de el con mi cabeza en su hombro y mi otra mano agarrándole de la cintura, el haciendo lo mismo porque no necesitábamos palabras para expresar lo mucho que nos echaríamos de menos ambos. Salimos del coche y acompañe a luis a fracturar su maleta y acto seguido buscar un restaurante para comer ya que eran las tres de la tarde y había hambre , aún que tuviésemos poco tiempo para comer pero me daba igual quería aprovechar todo el momento con el.

—¿que te vas a pedir cariño?
—pues no lo se, esto mismo ¿y tú?
—pues esto otro que tiene buena pinta
—vamos a pedirlo cosme y yo entonces
—¿vosotros no coméis?
—hemos comido ya en casa hace un rato antes de venir a por vosotros
—ah vale , genial entonces

Mis padres fueron a pedir la comida y me quedé a solas con Luis en la mesa , sería la última vez hasta dentro de mucho tiempo que no estaríamos solos los dos juntos , el se levanto de la silla y vino a darme un abrazo a lo que yo lo seguí , el se sentó en mi silla y me sentó a mi encima suya

—¿estas cómoda?
— no podría estar más cómoda -dije acostándome en su pecho y rodeando su cintura con mis brazos
—ya te veo -dijo dejando un beso en mi cabeza
—Luis
—dime ¿que pasa?
—bueno sabes que me repito más que un loro pero quiero decírtelo una vez más antes de que te marches, te quiero mucho Luis , bueno me atrevería a decir que te amo, que te amo con todo mi ser , que gracias a ti me han dado esas fuerzas para levantarme cada día y pensar que merece la pena esforzarme por algo , que he aprendido a amar como nadie gracias a ti, se que aun no somos novios pero se que lo seremos muy pronto , que eres la única persona que sabe absolutamente todos mis problemas y me apoya como nadie y siempre ha estado ahí tanto en los buenos como en los malos y quiero que sepas que pase lo que pase en ese futuro incierto voy a estar siempre pase lo que pase y que porfavor nunca me sueltes Luis.
—ay mi renacuaja , gracias a ti de verdad, te lo he dicho muchas veces y seguro que lo sabes muy bien , sabes perfectamente que me has salvado la vida , me has rescatado de ese pozo sin salida en el que estaba sucumbido y llegaste tu y me rescataste , me hiciste ser yo cien por cien y me enseñaste a que enamorarse no era tan malo como recordaba como mis anteriores experiencias, me has ayudado mucho con el tema de mi familia y se que vas a seguir haciendo. Y yo voy a estar siempre la hora que sea voy a estar contigo a través de la pantalla , y no , nunca te voy a soltar no voy a dejarte escapar Porque eres mi vida entera y si, yo también te amo sobre todas las cosas.

—Luis que bonito eres cuando te pones romántico te lojuro , eres la cosa más bonita del mundo entero
—lo mismo digo señorita, cuando te pones en modo romántico eres tan bonita que me derrito
—gracias bombón -dije dándole un beso en los labios
—de nada tesoro -dijo siguiendo el beso

Vinieron mis padres de la barra después de pedir la comida pero no nos separamos , ninguno de los dos queríamos de echo , mis padres nos miraban con una ternura indescriptible y me encantaba eso , tiempo después nos trajeron la comida a ambos y no me quise bajar de las piernas para comer y comimos los juntos , yo en las piernas de Luis y el sujetándome para que no me cayese , hubo varias veces que nos mirábamos y nos comíamos con la mirada pero solo nos sonreíamos por que mis padres no me gustaría que supiesen ese lío raro en el que estábamos metidos. Después terminamos la comida y recogimos todo , mis padres se empeñaron en pagarnos ellos la comida así que mientras ellos pagaban la comida Luis me llevo al servicio porque quería contarme algo importante.

—¿Luis que querías?
—esto

Luis me cogió de la mano y me llevo a un servicio, cerró con pestillo y me cogió las mejillas y me beso, yo lo seguí, estuvimos alrededor de diez minutos besándonos dulcemente y con mucha pasión pero por nuestra desgracia oímos por el megáfono que los pasajeros del avión al que iba Luis tenían que ir embarcando

Una canción y una rosa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora