Eventos, celebraciones y sucesos especiales que ocurren dentro del universo de mi historia Twisted Neverland⭐
Este libro tratará acerca de eventos que serán como los del videojuego Twisted Wonderland, pero con un toque de polvillo de hadas ;)
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Gimnasio
Eladet: ¡Ahí está!
Seeley: ¡No lo dejes escapar!
*Mientras tanto, Eladet y Seeley también habían llegado a la misma resolución. No podrían hacerse paso hasta Damepriest sin toparse con los robots, así que la única manera de completar su misión era deshaciéndose de ellos.*
*Entraron al gimnasio y cerraron las puertas detrás de sí.*
Seeley: Ahora no podrá salir.
Eladet: Pero nosotros tampoco. ¿Acaso no lo pensaste bien?
Seeley: Tsk, ¡silencio! ¡Al menos yo intento ser útil! Ahora, mira arriba y dispara.
Eladet: Tch, no soy uno de tus estudiantes a los que puedes mangonear.
*A pesar de quejarse, el príncipe de hielo elevó su vista al cielo.*
*Ahí, dando vueltas bajo el techo del gimnasio, se encontraba un halcón hecho de metal.*
Seeley: Si logramos dar con el halcón, significa que el general conquistador no debe estar muy lejos.
Eladet: Lo sé…
*Apuntó al ave robótica de Shan Yu. Cerró uno de sus ojos para ver mejor y disparó.*
— ¡KYYYAAAAA!
Seeley: ¡Tch! ¡No le diste!
Eladet: Agh, ¡ya lo sé!... Es difícil disparar… (¿Cómo hace Mellow para que se vea tan sencillo?)
Seeley: Déjamelo a mí.
*Levantó su arma al cielo y fijó el objetivo, pero cuando iba a dispararle al blanco, este cayó de repente.*
*Eladet había lanzado cristales de hielo a las alas del ave para que hiciera un aterrizaje forzoso.*
Eladet: De nada.
*Sonrió con cierta satisfacción por arruinar el tiro de Seeley.*
Seeley: Tsk, sabes que no se quedará quieto sólo con eso. Estas máquinas del demonio repelen los ataques mágicos.
Eladet: Lo sé.
*Se acercó al ave tirada en el suelo para freírle los circuitos con un choque eléctrico.*
Eladet: Ahora ya no se moverá.
*Guardó su arma. En realidad había logrado apagar al halcón robótico.*
— …TCH.
Seeley: Hey Sween, creo que lo enojaste.
*Dijo señalando unos brillantes ojos amarillos que se iluminaron en la oscuridad de las gradas del gimnasio.*
