Beto iba dentro de la carreta con el rostro escondido entre las manos, no tenía cara para ver a sus amigos quienes estaban sumamente preocupados con la situación, estaba terriblemente apenado con la actitud que había tomado Kika, y le avergonzaba aún más que a ella no parecía molestarle en lo absoluto la situación. Por el contrarío, iba viendo por la ventana el paisaje con una amplia sonrisa en el rostro, como si todo el mundo fuera completamente color de rosa.
Valentina notó la incomodidad de Beto, así que puso con cuidado su mano sobre el hombro del peliazul, al tiempo que le daba pequeñas caricias para animarlo, eso del consuelo nunca había sido lo suyo, pero el contacto físico siempre la hacía sentir mejor.
Por otro lado, Marcela observaba sus manos detenidamente, aunque nadie lo había notado en todo ese tiempo, lo único que había hecho todo el viaje aparte de vomitar, había sido intentar de cualquier forma posible encender al menos la más mínima chispa, pero todos sus esfuerzos terminaban en un tenue calor que emanaba de sus manos. Se sentía muy frustrada, no hacía mucho que su mamá le había heredado ese poder, que era mucho más profundo que simple fuego y destrucción, y sin embargo, era lo único que había aprendido en todo ese tiempo.
Leo, por su parte, estaba preocupado por como irían las cosas ahora. Después de todo, este no era su hogar, estaban en un reino donde despreciaban a los provenientes de las indias por el simple tono de su piel, además, quien sabe a donde los estaban llevando y lo cierto era que no eran invitados de honor, después de todo, habían estado apuntando sus espaldas con armas todo el tiempo. Sin embargo, a pesar de su preocupación, no pensaba que Kika fuera la culpable de todo lo que pasaba, después de todo, él había ocasionado que la llorona se la llevara alguna vez, ahora estaban más o menos a mano.
Al cabo de unos 50 minutos de viaje, el carruaje se detuvo. Lo único que se alcanzaba a ver por la ventana era pastizal verde, Leo comenzó a sudar en frío al percatarse de que los habían llevado lejos de toda casa, lo cual no podía ser nada bueno ¿Por qué motivo te llevarían a un lugar tan alejado de no ser para torturarte hasta la muerte?
-Escuchen, mantengan los ojos abiertos, ante la más mínima oportunidad nos escapamos, averiguamos donde estamos, regresamos al globo, y luego a la Nueva España.
El equipo asintió, excepto Kika quien aún sonreía bobamente. Entonces la puerta se abrió.
Algo entumidos, fueron obligados a bajar del carruaje, salvo Kika, que bajó muy gustosa por su propia cuenta. Estando ahí observaron el paisaje frente a sus ojos, absolutamente nada más que árboles y pasto. Leo pasó en seco, y sus miedos se intensificaron cuando escuchó un ruido detrás suyo. Con temor, volteó sobre su hombro.
-De rodillas.
Dijo uno de los guardias mientras le apuntaba con un arma en la nuca. Sintió el miedo esparcirse por cada centímetro del cuerpo. Había sobreviviendo a una catástrofe tras otra, para venir a morir ahora lejos de su hogar.
Entonces regresó a la realidad, no había arma apuntándole, solo era la carreta saliendo del camino. Una vez se fue, una enorme y lujosa mansión relucía a sus espaldas, una mujer con uniforme de color blanco y negro se acercó hasta el señor García que estaba a un par de pasos del resto del equipo. Ella parecía bastante curiosa de quienes eran esos muchachos. Los analizó minuciosamente a todos y luego enfocó sus ojos en el señor García..
-Por aquí por favor.
Kika fue la primera en seguir a la mujer, y de nueva cuenta, el resto de los muchachos fueron obligados a caminar con un arma apuntando sus espaldas. Lo primero en aparecer fue un jardín muy grande hermosamente decorado, con fuentes y arreglos. Después, entraron a la mansión, la fachada era hermosa y estaba perfectamente bien detallada. Era mucho más moderna que la casona de Teodora, al menos si consideramos que la casona de Puebla tiene más de 100 años de haberse construido. Pasaron por un comedor inmensamente amplio, por habitaciones ridículamente grandes, y por salas de estar muy lujosas. Había algunas personas caminando por la hacienda con el mismo uniforme que la chica que los guiaba, Leo supuso que debían ser todos empleados.
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Hilo de Sangre. Primera Lección.
ФанфикParte 2 de "Hilo de Sangre". Esta vez nuestro grupo de amigos llega a España con la intención de encontrar al papá de Kika, pero en medio de un escenario tan complejo no se puede confiar en cualquiera, y eso es algo que los miembros del equipo tendr...