Un pequeño relato...

Aquí... En un recuerdo perdido

-Ven-

Dice una voz a lo lejos, creo reconocerla, pero es difícil gracias al eco, es... Calma, tranquila, como de alguien que ha esperado infinitamente a algo ineludible, un pequeño fragmento de aceptación antes de un huracán, de una pérdida.

-Ven, te quiero mostrar algo-

Ahora, la escucho más claramente, es una voz femenina, dulce pero con un toque casi imperceptible de tristeza, a la vez que de anhelo por ser escuchada. Algo en ella me calma, respiro profundo y me dejo llevar por mi oído.
Doy vueltas entre oscuros pasillos con protuberancias cúbicas sobresaliendo por aqui y por allá, iluminandose en un palido tono azul en cuanto me acerco a ella, mientras su voz esta en un vaivén entre lo espectral y lo onírico, es como escuchar un recuerdo difuso y distante pero que es demasiado importante como para dejarlo ir, un rezago que se niega a dejarse olvidar.

-Por aqui... Estamos cerca... -

Los pasillos se hacen mas amplios conforme sigo acercandome a la extraña voz, pequeños detalles en formas geométricas doradas y plateadas se forman en las paredes, es casi a modo de raices, o... De arterias, que curiosamente parecen palpitar al mismo ritmo de mi corazón. No se exactamente porque pero mi intuición me dice que me estoy acercando, me pongo ansioso mi corazón late mas fuerte y rápido y mi respiración también se acelera

Por un momento le pierdo el rastro a la voz, pero por el rabillo de mi ojo una tenue luz blanca se asoma, dirijo mi mirada hacia de donde sale y veo a lo lejos una recamara con una gran puerta ovalada rodeada por los extraños decorados de las paredes se combinan en un patrón geométrico que palpita, la recámara en si esta iluminada gracias a una luz nebulosa que proviene del techo y a las figuras con forma de raíces en las paredes.
Entre visiones parece aparecer la figura de donde proviene la voz, una peculiar figura con forma femenina, es delgada casi inhumanamente pero no parece desnutrida o con otro problema en lo absoluto, humanoide hasta donde puedo ver, es alta casi a mi misma altura, palida casi translúcida con pequeñas manchas a modo de tímidas pecas blanquecinas en los costados de su cuello y cabeza, sus facciones son increíblemente delicadas, casi parecen talladas en piedra con extrema finura y genialidad, su rostro parece debatirse entre la experiencia y severidad de una mujer mayor y la inocencia y juventud de una adolescente, sus ojos son extraños un poco mas grandes de lo que deberían pero no anormales, su mirada se siente familiar, peculiarmente expectante, sus ojos de un color azul fino y claro comparten el mismo patrón que el de las paredes.

Se oculta de mi con timidez en el costado del umbral de la puerta, extiende uno de sus brazos y con su mano parece hacer un gesto que me índica acercarme a la par que querer alcanzarme. Yo casi instintivamente sigo su indicación y en cuanto doy el primer paso ella se aleja con un extraño movimiento en el que casi parece levitar mientras atraviesa el cuarto, al llegar al centro del mismo se arrodilla en una posición fetal y con una delicadeza y fascinación notable toca una peculiar marca dorada a modo de muesca ovalada en el suelo, era una especie de dos circulos uno dentro del otro atravesados por dos líneas a modo de cruz o "X" una vertical y otra transversal con un semicírculo al final de la primera.
En cuanto la toca esta se ilumina de azul y el suelo empieza a deshacerse hasta formar una figura de huevo invertido un tanto mas ovalada en el suelo que da acceso a un pozo con un extraño líquido negro azabache muy denso en su interior, entonces el líquido empieza a moverse y cambiar de forma hasta que una figura empieza a salir levitando del mismo, en un inicio parece estar cubierta en una gruesa capa de esta sustancia solidificada que gotea gruesas gotas del mismo, en un principio no se alcanza a distinguir mas que una forma vagamente humanoide pero a medida que el líquido cedé, es posible notar una forma a duras penas humanoide, sin mas detalles que apenas que la forma de brazos y piernas que terminaban en puntas redondeadas sin ningún tipo de pie o mano, un torso curiosamente femenino, un cuello corto y algo grueso terminado en una cabeza semi-ovalada a modo de huevo, toda envuelta en una capa de este líquido ya seco a modo de capullo o saco en un solido negro brillante, casi esmaltado