Desastre en la casa Potter (OS)

Parte unica

(La portada es provisional, son las cuatro de la mañana, pido perdón)

Harry, cuatro años de edad, estaba sentado en la puerta esperando a sus tíos "pafu" y "mui", mejor conocidos como Sirius y Remus.

—Aha —dijo el pequeño tirando del pantalón de James.

—¿Que pasa campeón? —James de agachó para poder alzarlo. —¿Hambre? —Harry negó. —¿Caca? —volvió a negar. —¿Entonces?

—Pafu y mui —pidió el pequeño con un puchero.

—Tus tíos llegarán pronto, peque ¿Quieres jugar con tu cocinita mientras?

Harry asintió sonriendo ampliamente y James lo dejo en el piso alfombrado.

Harry tenía ya tres años, y aún lloraba cuando veía luces verdes de navidad, o cuando veía a su mamá en el suelo. Aunque los Potter se hayan salvado y hayan podido acabar con Voldemort, al pequeño le habían quedado secuelas y eso era algo que mataba a James por dentro.

Se salvaron solo porque justo esa noche estaban Sirius y Remus, y porque, según sabíamos, Voldemort había prometido a Slughorn no matar a la pelirroja.

Sonó fuertemente el timbre que lo hizo salir de sus pensamientos, y junto con él llego el grito de su esposa "Pregunta quien es", porque James era muy confiado y Lily había quedado también con secuelas.

—¿Quien? —preguntó Potter desde atrás de la puerta.

—Tu maldita madre, abre —Reconocio la voz de Sirius y abrió inmediatamente.

El pelinegro se lanzó a sus brazos dramáticamente, como si no se hubiesen visto en años.

—Oh, amor de mí vida, alma gemela, te extrañe con toda mí alma y...

—Ya, ya, lejos de mí esposo, perra —Se escuchó la voz de Lily desde sus espaldas, y James se dió vuelta automáticamente para mirarla.

Era extraño como Evans seguía teniendo el mismo efecto en el luego de tanto tiempo. Su cabello pelirrojo le seguía llamando, sus labios le seguían cortando la respiración, y su mirada lo emocionaba a sobremanera. Cada día estaba más seguro de que ella era el amor de su vida.

—Evans —dijo Sirius con un asentimiento de su cabeza.

—Black —respondió Lily de la misma manera.

Remus, quien hasta ahora parecía invisible, sonrió de lado, como preveniendo lo que su pareja iba a hacer.

—De hecho...

James soltó a Sirius y lo miro serio.

—¿Que hiciste? —La ceja de James amenazaba con tocar el inicio de su cabello. —¿Sirius?

—La verdadera pregunta —comenzó Lupin. —es ¿Que hice yo?

El silencio cayó, hasta que Lily corrió a abrazar a su mejor amigo.

—¡Lo hiciste! ¡Lo hiciste! —exclamó dando saltitos aún abrazada a Remus.

—¿Contexto?

Sirius solo mostró un anillo en su mano izquierda, dedo anular.

—OH POR DIOS

—Puedes llamarme "Lupin" al partir del 24 de noviembre

Los cuatro se unieron en un abrazo, se sentía bien, se sentía correcto estar con ellos.

—¡Pafu! ¡Mui! —Se escuchó desde el comedor y luego se escucharon los piecitos golpeando el piso.

Sirius saco rápidamente su varita y freno a Harry en el aire antes de que caiga al piso. El infante pestañeo una buena cantidad de veces a una gran velocidad y luego solo se paró y caminó a paso apresurado hacía sus tíos.