34

553 56 68
                                    

P.O.V ALEC

Despierto entre los brazos de mi alfa. Magnus había vuelto. No recuerdo el momento en el que llegó y yo me abrazé a el, pero ahora estoy totalmente apoyado en mi alfa mientras este acaricia mi cabello y habla con alguien. ¿Bucky?

— Muchas gracias por haber cuidado de Alexander estos dos días. Te debo mucho.

— No hay nada que agradecer Magnus. Eres mi amigo desde hace tiempo y sabes que te debo mucho, sobretodo por la ayuda que me brindaste después de la muerte de Nat. Tu omega es completamente hermoso y lo ayudaré en lo que necesite. Pasar un par de días a su lado y brindarle apoyo es casi una bendición más que un favor.

Sonrío ante las palabras del alfa. La verdad es que estos días he echado mucho de menos a Magnus, pero estar con Bucky me distraía de la ausencia de mi alfa y pasaba un buen tiempo con él. Es un gran amigo. 

— Hey...buenos días Garbancito -susurra Magnus al darse cuenta de que estoy despierto- ¿Qué tal has dormido?

— Al principio estaba bien, pero despues he sentido como un sueño más profundo y tranquilizador. Supongo que ha sido en el momento en el que tu has llegado y te has sentado a mi lado abrazándome. 

— Buenos días Alec. Lo siento, pero yo me tengo que ir a la casa con los demás alfas. Julian ha quedado con su omega y los demás corren peligro de morir intoxicados ya que el no estará, sobretodo si Jordan entra en la cocina. Así que voy a ir para salvar a mis preciados e inútiles amigos. Además de que necesito pasar un rato con ellos, creo que si tardo mucho en ir y en explicarles lo que ha pasado estos dos días son capaces de pensar lo peor y castrarme con un cortauñas oxidado. Juraría que Ethan tiene uno escondido por ahí. 

Me imagino a Bucky rodeado por sus amigos alfas recriminándole los dos días que he pasado con el y amenazándolo con un cortañas y no puedo evitar estallar a carcajadas. Ambos alfas sonríen al verme y también empiezan a reír junto a mi. 

Después de unos momentos Bucky me da un beso en la frente y desaparece para unos segundos después se esuche el sonido de la puerta de entrada siendo cerrada. 

— Mi lindo omega, ¿me has echado mucho de menos? 

— Demasiado Magnus -susurro, acercándome a su rostro poco a poco. 

Unas ganas irremediables de besarlo me surgen de repente y me lanzó a sus labios para crear un intenso beso que el corresponde de inmediato.

Nos separamos al poco tiempo y sonreímos. Bajamos al salón, vemos algunas películas y jugamos al parchís (al cual gano las 5 partidas) más tarde cenamos canelones y subimos despacio a la habitación. Magnus se cambia la ropa que llevaba por una se pijama en el baño. Yo aún llevo solamente una camiseta suya que me viene por las rodillas.

P.O.V MAGNUS

Alexander y yo llevamos un rato besándonos cuando el poco a poco sube la intensidad del beso y yo por puro instinto me inclino hacia el. Mi omega queda tumbado mientras yo estoy encima suyo, con mis manos a cada lado de su cabeza con tal de estar lo más cerca posible pero sin llegar a recargar todo mi cuerpo. Me alejo un poco de sus labios y dirijo mis besos hacia su cuello, sintiendo como Alexander mueve la cabeza dándome más espacio para besar. Cuando empiezo a intercalar besos con pequeñas mordidas y succiones mi omega suelta algunos gemidos muy bajitos, casi imperceptibles. Creo que después de un mes de sesiones de besos, convivir juntos y crear una confianza mutua, es momento de avanzar un poco a lo que relación física se refiere. Pero no quiero incomodar para nada del mundo a Alexander, entonces llevo mis manos a la parte baja de su camiseta y hago la acción de subirla.

— ¿Me permites avanzar un poco mi hermoso omega? -susurro cerca de sus labios, soltando feromonas tranquilizantes.

— S-si, pero no e-estoy listo para...para -parece no encontrar las palabras, ya que simplemente balbucea mientras señala nuestras entrepiernas.

— No te preocupes amor. Entiendo a lo que te refieres. ¿Sabías que hay muchas formas de hacer el amor? Y muchas de ellas no implican penetración. Si quieres, incluso me puedo quedar con los pantalones bien puestos.

— ¿Alfa? ¿De verdad? -pregunta flojito con una voz verdaderamente adorable. Yo solo asiento- Si. Quiero dar el siguiente paso. Pero por favor, no te desnudes. A lo mejor te incómoda o...

— No te preocupes por eso Garbancito. Ya te he dicho que iremos poco a poco y que lo más importante es que confíes en mí y estés seguro de ti mismo y de lo que hacemos. Y qué yo siga con ropa es una buena forma de ayudar- susurro besando sus nudillos.

El amor no tiene escape (malec omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora