How small is the wolf? [ Aether x Razor ]

✨🐺 How small is the wolf? 🐺✨

Para Aether, Razor era un muchacho joven pero bien desarrollado, exactamente no sabía la edad que tenía ese muchacho, pero si tuviera que estimar una diría que...¿dieciséis tal vez? Se ve bastante joven después de todo, pero era sumamente lindo, desde el momento en que vio a ese muchacho encargándose de ahuyentar a esos Slime de Wolvendom, moviéndose de tal forma que dejó por segundos al aire su bien cuidado abdomen, y posteriormente cayó rendido ante la forma de hablar de ese muchacho mientras se perdía en sus ojos tan lindos.

Claramente, no iba a decir esto en voz alta, menos en Mondstadt donde la poca gente que conocía a Razor le decía y repetía que era alguien bastante joven, pero ni Lisa que aseguró ser la única que sabía la edad del oji-rojo quiso decirle cuántos años tenía este mismo, y al poco tiempo le dejó de importar al viajero, ¿por qué? Porque seguía asumiendo que ese muchacho tenía al menos sus dieciséis años cumplidos y que todos le estaban haciendo el trabajo de acercarse a él más difícil, así que tuvo que optar por distintos métodos para poder estar más cerca de Razor.

Al principio fueron cosas simples como cazar con él, comer con él y pasar el rato con él, inclusive entrenaban juntos de vez en cuando, luego fue un poquito más allá y luego de su viaje a Liyue lo invitó a vivir en la Serenitea Pot, afirmando inocentemente que se sentía solo en ese lugar, y como Razor cuando se trataba de Aether rara vez le llevaba la contraria en algo, más si usaba palabras bonitas y hacía gestos suaves, aceptó sin dudarlo, y a partir de allí empezaron algunos días de mayor cercanía entre ambos dentro de ese pequeño mundo.

Ya fuera que Aether tuviera que explicarle a Razor cómo funcionaba la tetera o haciendo otras actividades cotidianas, ellos dos eran felices de hacerlas estando juntos, era como su forma de encontrar calma en el otro, además de que a Aether se le apretaba el corazón cada que el chico lobo se acurrucaba en su regazo para dormir, lo hacía pensar "¿cómo no enamorarse de él cuando era prácticamente todo lo que era perfecto en Teyvat?": lindo, inocente, y aún así era alguien que se sabía defender perfectamente, pero que no ve malas intenciones detrás de los gestos que el viajero tiene con él...

O sea, sí lo quería bien, le parecía adorable y todo, una buena persona que quisiera mantener a su lado, sin embargo...también se ha preguntado cómo sería su cuerpo a la hora de que tuvieran relaciones, ¿tal vez se volvería suave bajo su toque? ¿Iba a sacar algún instinto de lobo? ¿Siquiera cómo iba a hablar ante eso? Si le costaba ya de por sí hablar a diario con otras personas y aunque hablara lo hacía en un léxico...diferente, ¿sería así igualmente perdido en el placer de la lujuria? Son cosas que no descubriría hasta que hubiera la suficiente confianza entre los dos para poder hacer ese acercamiento más íntimo que anhelaba...

Aunque había varios factores que le hacían difícil esa misión de esperar, el principal de estos es que desde que estaban viviendo juntos en la Serenitea Pot, lo que significaba que sí o sí tenían que verse en momentos íntimos del otro, y también significaba que sí o sí, Aether en algunos momentos estaba en la misma posición en la que ahora estaba con el menor: ayudándolo a bañarse en la tina de la casa que compartían, viéndole el cuerpo completamente desnudo, teniendo tanta cercanía mientras estaba detrás de él frotándole el cabello para lavarlo.

¿Alguien lo podría culpar de tener que salir de ese baño en el momento en que tocaba secarlo porque ya su autocontrol estaba fallando? No, y quien dijera que podría soportar ver eso sin tener alguna erección en el proceso estaba mintiendo.

Se sentó en el salón principal para tomar algo luego de decirle que había dejado su ropa limpia enfrente de la puerta al baño, y se preparó algo de té para calmar un poco sus hormonas, pero mientras lo estaba tomando, Razor llegó a ese mismo salón con dos cosas nada más: una corta bata de baño que ni siquiera cubría la parte de enfrente de su cuerpo, y una toalla en su cabeza con la que se estaba secando el cabello.