Capítulo 1

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Mi cuerpo pesa, mis pensamientos se taran y cada vez que cierro los ojos para pestañear se me olvida volver a abrirlos, siento que de a ratos pierdo la consciencia, dormito por unos segundos y después de un tiempo reacciono.

Odio la escuela.

Odio las clases.

Odio a mis compañeros.

Y odio la vida.

Sentada en su escritorio, la profesora explica las pautas de la nueva actividad que nos ha encomendado, y responde las estúpidas preguntas de mis estúpidos compañeros. No estaba escuchando un carajo. Mierda, ¿a quién se le ocurrió que debemos tener clases los viernes hasta las ocho de la noche?

Suspiro pesadamente, mi cerebro está frito, y mi cuerpo no me responde. No hubo una noche, en toda la semana, en la que no me mantuve despierta. Ni siquiera he podido dormir más de una hora de corrido. Han vuelto las voces, las sombras, las pisadas, los sonidos, el miedo.

Al fin suena la campana, y no lo noté por el sonido, si no porque todos estaban ya dejando el salón. Me costó reaccionar, pero guardé mis cosas vagamente y salí. Los pasillos estaban oscuros y fríos, pero no de una forma tenebrosa. A estas horas siempre apagan las luces, es como si olvidaran que aún hay gente aquí, mi clase es la única en toda la planta que sale a estas horas los viernes.

Soy libre. Excepto por la tarea que debo entregar el lunes que, por cierto, no tengo ni la menor idea de lo que se trata.

-¡Camile!- Maldita loca. -¡Camile! ¿Cómo estás?.- Sonrío débil y falsamente.

-Bien.- Respondo con voz suave mientas mantengo mi sonrisa "tímida". Tengo que levantar mi cabeza para ver mejor a mi interlocutora, es alta y a comparación de ella, yo solo tengo mi maldito metro y medio.

-¡Hey!- La delgada chica frente a mí se da media vuelta y mira en dirección a su amiga que casi corriendo viene hacia nosotras. No tengo tiempo que perder, es ahora o nunca.

-Lizz.- Obtengo nuevamente su atención, pero su amiga al fin llega e interrumpe saludando. -¿Que onda?- Miro hacia ella y la ignoro cordialmente. Me vuelvo hacia Lizz.

-¿Puedo sacarle foto a tus apuntes y a las pautas de la actividad?- Ella asiente -Claro~- Me tiende su cuaderno, sosteniéndolo en frente mío con ambos brazos estirados. Saco mi celular a la vez que tomo el cuaderno. Sonrío al ver en mi fondo de pantalla a las chicas de Twice, no puedo evitarlo. Una vez que fotografeo los benditos apuntes Lizz procede a guardarlos.

-Gracias.- Musito amablemente. Me dispongo a retirarme antes de que ella quiera volver a hablarme. Quiero llegar a casa.

-Espera.- Mierda.
-¿Si?- Volteo suavemente, intentando sonreír. Todos se han ido ya. La chica me agrada pero a veces puede llegar a ser irritante. -Debemos reunirnos para crear el proyecto.- No recuerdo haber aceptado participar en eso.

-No dije que iba a participar.- Insunué suavemente.
-Oh, es que como todos los años lo haces, pensé que esta vez...
-Me tengo que ir rápido, ¿sí?- Si no la detengo ahora no parará jamás. Su cara se quedó pensativa y miró a su amiga quién no ha soltado palabra en todo el rato.
-Luego lo hablamos- Solté antes de que comiencen a intentar convencerme de algo.
-Okay- Dijeron al unísono.

Camino en dirección al final del pasillo y comienzo a bajar las escaleras. Aquí las luces sí están encendidas. En la planta baja, desde el teatro, se escuchan las voces del coro. "Arroz con leche, me quiero casar..." ¿Es una broma? ¿En serio cantan eso?

Con pocas fuerzas y sin ganas abro la pesada puerta principal. Al fin estoy fuera de la institución. Comienzo mi camino a casa, tendré que irme sola esta noche.

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⏰ Última actualización: Aug 16, 2022 ⏰

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