La oscuridad de la noche se apoderó por completo del cielo. Una diminuta hoguera que había prendido el grillo crepitaba frente a una abatida Freya ya vestida.
Hacía mucho frío, apenas sentía sus dedos, pero el dolor que se agarraba a su pecho parecía ser aún mayor, le daba igual, todavía tenía clavado en su mente ese dolor con el que la miraron todos, los había traicionado, había deshonrado a su familia, sabía que la noticia se esparciría como la pólvora, todo iba cuesta abajo y se veía sumergida en lo más hondo de un pozo.
Khan cogió una manta entre sus dientes y la colocó sobre el cuerpo de su dueña, Freya tan solo le dedicó una rápida y afligida mirada.
El pequeño grillo saltó hasta introducirse en el interior de la manta, intentando hallar algo de calor ahí.
- He estado a punto... A esto... -Acercó sus dedos pulgar e índice.- De impresionar a los ancestros. De lograr un poste más alto, un sequito, pero todo se ha ido al garete.
Hizo una pedorreta con su lengua y se dejó caer al lado de Freya.
- Hola.
La saludó con un tono de voz que denotaba cansancio, tratando de llamar su atención y ya de paso de comprobar si seguía viva porque no había abierto la boca desde que los hombres se fueron.
- Jamás debí marcharme de casa.
- Eh... Vamos, solo querías salvar la vida de tu padre. ¿Quién iba a saber que acabarías deshonrando a tus antepasados y perdiendo a tus amigos? Tienes que... Aprender a olvidar el pasado.
- Puede que no lo hiciera por mi padre, puede que lo que quisiera era... Demostrar que podía hacer cosas para mirarme en el espejo y ver a alguien de valía. -Apretó sus labios y soltó un tembloroso suspiro dejando paso a sus lágrimas.- Pero me equivoqué.- Sollozó mientras se veía reflejada en el casco.- Me equivoqué. -Repitió.- No veo nada. -Lanzó el casco a cualquier lado en un ataque de frustración.
Denki bajó sus orejas, le había tomado mucho cariño a Freya durante ese tiempo y mentiría si decía que no le dolía verla así. Se puso en pie y tomó el objeto entre sus manos.
- Bueno, eso es porque le hace falta un poco de brillo. -Escupió en el y frotó con su codo.- Un poco de saliva y verás. -Se lo extendió con una amplia sonrisa.- Ahora te veo, mira que guapa.
Freya se encogió y desvió su mirada hacia otro lado, apretando la manta entre sus manos, tratando de secarse la humedad de sus ojos y sus mejillas con ella.
Denki se hundió poco a poco, ahora el que se veía reflejado era él y tampoco le gustaba lo que veía.
- Los dos somos un fraude. Tus antepasados no me enviaron a mí. Tú arriesgaste la vida por alguien que querías y yo la arriesgué solo por mí, al menos tú tenías buena intención.
