El un dia apareció en sus sueños diciendole que ya nunca más tendra pesadillas.
Cumplio si promesa, pero no por mucho.
Ella dibujaba al hombre de sus sueños, y su padre lo reconoció, su "padrino" también lo reconoció. Ambos se preocuparon, pero un...
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☪ 1916, Inglaterra. ↓
— Oye pa — Adhara entró en la habitación de su padre, el cual yacía dormido en su cama, ya habían pasado 2 días desde que regresó junto con su padrino/tio, esos 2 días la pasaron los 3 junto, ninguno hizo pregunta de nada, no querían que Adhara se sintiera presionada. — Se que finges estar dormido — hablo con burla la castaña acercandose a la ventana para abrir las cortinas, el solo estaba en todo su resplandor, la luz pegaba directamente a la cara del hombre, más este no se inmutó, Adhara no le prestó atención a eso y siguió hablando — Eh estado pensando en que podríamos ir a un picnic hoy, los 3 juntos, como cuando era pequeña — sonrió y se subió a la cama de su padre quedando a un costado mientras estaba inchada de rodillas. — Papá — le llamó — Papito — lo sacudió un poco, su sonrisa se desvaneció al ver que su padre no reaccionaba. — ¡PAPÁ! — grito más fuerte mientras intentaba despertarlo dándole pequeños golpes en la cara. — ¡PADRINO! — se bajo de la cama rápidamente y salió de la habitación para ir a la que estaba a su derecha, entró y vio que su padrino también dormía, fue corriendo hacia el con la esperanza de que la ayudará, pero de igual forma no se inmutó, no se movió, nada.
Adhara tomó el pulso de su padrino, puso dos dedos en el costado del cuello del contrario, su corazón aún latía, aun estaba respirando, pero no respondía, fue con su padre de nuevo, y a el le pasaba exactamente lo mismo, bajo las escaleras rápidamente aún con la pijama puesta, iba a tomar el teléfono para llamar al doctor pero unos gritos afuera de su casa llamaron su atención.
Al abrir la puerta pudo ver a muchas personas llorando, gritando, y algunas incluso rezaban, algo malo estaba pasando, salió más para ver a unas ambulancias pasar frente a ella, todo era un caos, algo realmente malo estaba pasando.
Minutos pasaron, Adhara se encontraba dentro de su casa, estaba sentada en el sofá de la sala principal, tenía la cabeza gacha y las lágrimas corrían por sus mejillas rosadas.
Ella no permitió que se llevarán a su padrino y a su padre, no quería tenerlos lejos, si aún vivían no podía estar lejos de ellos, ella juro cuidarlos hasta que despertacen, aunque pasarán 70 años, ella los cuidaria.
☪ 1926, Inglaterra ↓
— ¡Noah! — grito la castaña mientras sacaba las compras de las bolsas de papel. — ¡Ya llege cariño! — la castaña dejó de hacer lo que estaba haciendo para dirigirse a la sala de la casa. — ¡Noah! — lo llamó de nuevo, fue corriendo de nuevo a la cocina y salió por la puerta trasera que daba al patio. — ¡Noah! — entró de nuevo después de unos minutos, corrió escaleras arriba y habría cada puerta de cada habitación de la planta alta del hogar. — ¡Hijo! ¿¡Donde estás!? — Adhara escucho un ruido proveniente de la parte de arriba, pensó que el menor estaba en el ático, así que tomó el bastón con el rancho y abrió la puerta de este.
