CAPITULI 21

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-los primeros rayos de sol empezaban a iluminar los cielos y Enrique todavía deambulaba por su estudio no avía podido conciliar el sueño pensando en lo mucho que le dolería la partida de Roció. desesperado subió en su busca, dio unos golpecitos en su puerta y espero. Rápidamente la puerta se abrió y lo que observo le desgarro su cansado corazón.

-Roció ya estaba vestida y sus ojos estaban hinchados por el llanto , en medio de las lagrimas se le echo a los brazos como si el pudiera salvarla de el calvario que estaba viviendo , Enrique la abrazo y juntos entraron en la habitación y cerraron para tener más intimidad la acompaño hasta la mesa y la invito a tomar asiento el izo lo mismo la miro y suspiro con pesar

-Ay mi pequeña – negó con la cabeza – también va a ser difícil para mí – Roció lo miro con incredulidad ¿Cómo podía saber lo que le rondaba la cabeza? Enrique la cogió de la mano y continuo

-¿no ha salido bien? – ella negó con la cabeza todavía agachada – entiendo, he estado pensando pero no sé cómo ayudarte mi niña. no depende de mí , pero una cosa si te diré – le acaricio la mejilla y esta lo miro a los ojos – si ay algo en que pueda hacer solo, dilo no estás sola en esto .Dios sabe que solo quiero verte feliz – Roció se trago el nudo de la garganta que le impidió hablar y dijo al fin

-No ay nada que hacer el clan - el anciano la interrumpió con un gesto de la mano y saco unos papeles del forro de su chaqueta y se los entrego

-Mi niña , estos documentos acreditan que eres la heredera de mi fortuna, me he tomado las molestias de ponerlos a tu verdadero nombre y al de Aurora – Roció no podía creerlo se le avía pasado por alto el anciano continuo con una sonrisa – no tienes que marcharte si no quieres todo esto es tuyo al igual que todas mis posesiones , cerca de aquí ay una grana hacienda de caballos que te pertenece ,considéralo un regalo – las lagrimas amenazaban con derramarse – estoy seguro de que Aurora sería muy feliz allí y que Nicolás lo dirigiría con mano firme – Roció se echo a sus brazos entre sollozos

-No sé como funcionaran las cosas en tu cultura pero siempre tendrás esa opción – con manos temblorosas le entrego una bolsita llena de oro

-No puedo aceptarla Enrique es demasiado

-Bobadas nada es demasiado. no quiero que tu ni me pequeña Aurora descaezcáis de nada. cógelo por favor me quedare más tranquilo, sabiendo que si en cualquier momento lo necesitas, lo tendrás.

-Pero Enrique con todo este dinero podría empezar una nueva vida en cualquier lugar del mundo – el anciano se encogió de hombros

-Si esa es tu decisión – rio – adelante.

Los caballos estaban ya preparados y la mayoría de gitanos preparados para la marcha Marta lloraba desconsoladamente escondida en los establos, José la miraba lleno de impotencia

-Hare que mi padre entre en razón y volveré a por ti Marta , entiéndelo tal y como están las cosas no puedo forzarlo a nada mas por lo menos hasta que lo de Nicolás este arreglado , mi amor – susurro arrodillándose a su lado y cogiéndole las manos – conociendo a mi hermano como lo conozco te digo que las cosas se van a poner muy pero que muy feas y no me perdonaría que pudieran de alguna manera arremeter en contra tuya

-Lo entiendo – sollozo –

-Va a ser solo un tiempo créeme , por favor

-Marta lo miro directamente a los ojos y dudo antes de de decir

-José estoy embarazada – José callo de culo y sus ojos se abrieron como platos

-¿cómo dices?

-Que estoy esperando un hijo tuyo – sus palabras fueron tan solo un susurro

-¿desde cuándo lo sabes?

amor gitanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora