Capítulo 20

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Narrado

Habían pasado 3 días, el fin de año estaba a la vuelta de la esquina y Veronica iba de mal en peor, su cuerpo comenzaba a colapsar de apoco y con ella el ánimo de Isabella. El dolor y la impotencia eran cada vez más grandes y se acumulaban sin control con el pasar de los días, los cuáles se volvían más y más agotadores. Le había prometido a Erika y Arianna que ese año nuevo lo pasarían juntas, pero todo quedó patas arriba, a lo poco que conversó con Arianna, las cosas con Paula estaban algo tensas y el mal presentimiento de Isabella se le junto a todo lo demás, Erika pasaría ese fin de año sola, pues sus padres nisiquiera estaban el país, pensó que traerla a Mediglia sería buena idea pero no había transporte para esas fechas, por ende, literalmente todo, era un desastre. Al final, le tocó ver los fuegos artificiales desde el balcón de un hospital, sentada en una silla de madera con almohadas en color vino, un abrigo robado del armario de Arianna, unos jeans negros, medias del mismo color y una taza de té de frutos rojos, bebiendo los recuerdos que venían en el ligero ácido de aquellos frutos. Con cada luz en el oscuro cielo venían su padre, su madre y su tía como recuerdos hirientes, había perdido a todos y cada uno de ellos pero ninguno le dolía más que Veronica, que la veía morir y sufrir lentamente día con día.

Sus 15 años con Veronica fueron completamente diferentes a todos sus cumpleaños anteriores, sólo por el echo de que ahora está última se encontraba postrada en una cama, cedada para que no sintiera dolor, con máquinas a su cuerpo y completamente pálida. Isabella se limitó a sentarse en una silla con una mesa pequeña frente a ella, a comerse un pequeño pie de limón que compro esa misma tarde, tomando la mano de de Vero en la cama y mirando la ciudad desde lejos y como esta se encendía conforme el cielo se apagaba. Ese día no fue perfecto pero si fue "lindo", por lo menos la tenía a su lado, No? Eso era lo importante.

Hasta que el 30 de Enero llegó, esa madruga en específico Isabella no logró conciliar el sueño, Veronica había sido despertada desde el 27 puesto que el plazo de coma inducido se había cumplido. La mayor al ver como la joven sólo miraba la ventana desde el sillón reclinable al lado de su cama decidió que sería el momento perfecto para hablar.

Veronica- Abre las puertas- Se escuchó con voz cansada pero nítida.

Isabella- ¿Qué haces despierta? Tienes que descansar- Casi regaño al escucharla acercándose a ella rápidamente.

Veronica- Hazlo y luego descansaré- Respondió debil con una extraña tranquilidad en su voz.

Isabella obedeció sintiendo una punzada en su pecho y un mal presentimiento. Cuando abrió la puerta una soplada fuerte entró y ventiló toda la habitación y como acto inconsciente, Veronica tomó la cobija para cubrirse un poco más.

Veronica- ¿Sabes cuanto te amo mi niña?- Preguntó cuando la ojicafé tomó su mano.

Isabella- Si...- Respondió con un suspiro pesado tratando de que su voz no se quebrara.

Veronica- Quiero y necesito que me prometas algo- Habló luego de unos segundos.

Isabella- Esta bien- Dijo girándose hacia ella.

Veronica- Necesito que te cuides y quiero que seas feliz. Me tienes que prometer que conseguirás el futuro que tanto quieres y el que te lleve a un lugar seguro. Isabella, por favor, prometeme que lucharás por ser feliz, que estarás segura y protegida con alguien a quien ames y te ame a ti, prometeme que vivirás en paz cueste lo que cueste- Pidió tomando firme la mano de Is, que se había levantado preocupada cuando las máquinas conectadas al corazón de Vero comenzaron a sonar- No dejes que pasen los médicos, es una orden- Habló firme pero con dificultad. Isabella con un movimiento rápido y ligero de manos cerró la puerta justo antes de que las enfermeras tratarán de abrirla.

El Diario De Un HendrixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora