Raptada y follada por un desconocido

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Mi novio y yo hemos mantenido una relación a distancia durante mucho tiempo dónde solo nos vemos periódicamente.  Hace algunos años hemos desarrollado una afinidad sexual increíble, donde la complicidad, la lujuria y todo lo que siempre habíamos querido hacer en el ámbito sexual lo estamos llevando acabo. Hemos dado rienda suelta a la imaginación y a expresarnos las fantasías más aberradas.

Recientemente hemos compartido afinidad por la fantasía de coger como desconocidos, meternos tanto en el papel de otros personajes y crear todo tipo de escenarios ha sido una gran experiencia, la cual nunca imaginamos nos generara tanto placer. Me gusta demostrarle lo mucho que me enciende la idea de ser cogida por un completo extraño, ser deseada de la forma más morbosa y aberrada, con mucha lujuria. También me fascina ser deseada por un desconocido, que con solo mirarme se imagine muchas cosas amenas conmigo y ser follada a las malas, con lozanía, dominada, sin compasión, ser tomada prácticamente en violación. A lo que de momento mi novio me ha correspondido metiéndose en el papel de dichos personajes.

En uno de nuestros encuentros, el me preguntó si quería experimentar dichas situaciones, ser cogida por un desconocido con mucha lujuria, hacer realidad fantasías, a lo que obviamente accedí y la solo idea de pensarlo me tenía mis braguitas muy húmedas. Como siempre.
Conozco perfectamente a mi novio y sé que se pone fogoso cada vez que viene con esos fines, se que le encanta que yo sea su puta y su gatita ... una puta en busca de una gran polla erecta.

Llegó el gran día y me vestí con un vestido negro corto que resaltaba mi silueta, tenía bragas de encajes rojas y no usé brasier porque quise que mis pezones se marcaran en la tela del vestido, tenía tacones altos y mis labios pintados de rojo. Me dirigí al bar acordado tomando una nueva identidad para esa noche; quise llamarme Anny y captar muchas miradas en ese lugar, no solo por lo que llevaba puesto. Si no por mi forma de caminar, de sentarme, por mis gestos, mis acciones e incluso por la forma en que agarraba la copa y tomaba cada sorbo de vino.

Después de tomar la primera copa de vino y de sentirme deseada por muchos de los hombres presentes en ese lugar, pude percatarme que mi novio se hallaba en sentado en una de las mesas del fondo oscuro del lugar, también tomando una identidad y apariencia diferente de lo que era; él quiso llamarse Steven.
Estando yo sentada de espaldas en la barra del bar, empuñando mi copa de vino sentí cuando Steven se acercó por detrás, diciéndome:

- ¨buenas noches¨
Me gire lentamente y nos encontramos cara a cara, su perfume era exquisito, su forma de vestir de todo mi gusto, su mirada me traspaso y me dejo sin aliento. Steven era tan atractivo y que se hubiese acercado a mí, alegró toda mi noche.
Nos presentamos y el beso mi mano dejando la humedad de sus labios en ella, le sonreí y de una forma coqueta mordí un poco mis labios.  Tomamos algo juntos en ese mismo lugar y entre tanto cruzamos algunas palabras muy básicas, de hecho.

Quise ir un momento al tocador, cuando me puse de pie empuñé su verga disimuladamente con mi mano y él respiro levantando sus hombros. Cuando venía de regreso me percate que él estaba afuera esperándome, sin decirme ni una sola palabra me tomo del cuello y me arrincono contra la pared besándome con vehemencia e introduciendo su lengua en mi boca; fue un beso lascivo, vulgar, con mucha saliva, con mordidas y furia. Me sentía jodidamente excitada, mis fluidos se desbordaron mojando mis bragas, sentía como palpitaba mi clítoris, con su mano apretaba mi trasero y yo podía sentir su polla dura como roca rosando mi entre piernas, quería que me follara en ese mismo instante, pero no fue posible por la multitud.
Me tomó de la mano y volvimos a la barra, tomamos un par de copas más y nos dimos uno que otro beso moderado. Steven recibió una llamada telefónica y se fue prometiendo regresar, pero no lo hizo y al pasar las horas me sentí confundida, no sabía si salirme del papel y preferí irme a casa con algo de enojo.

Al salir del bar a altas horas de la noche no faltaron las propuestas de otros hombres y tengo que reconocer que eso también me calentaba, pero no accedí.
Quise tomar un taxi y no lo conseguí motivo por el cual caminé un poco a la avenida y justo cuando iba caminando una camioneta negra se detuvo a mi lado, abrieron la puerta y solo pude ver en cuestión de segundos cuando dos hombres encapuchados me cargaron, taparon mi boca y me subieron a esta.
Estaba tan asustada, pero a la vez me sentía excitada y sí, es raro lo que estoy contando, pero realmente ese forcejeo y la fuerza con la que me tenían sujeta me prendía aún más.

Después de hacer un recorrido en el cual lleve todo el tiempo mis ojos vendados, noté que nos detuvimos en un lugar, en ese momento si vinieron pensamientos aterradores a mi cabeza y tuve miedo, me afligí y lloré, pensé que tal vez moriría esa madrugada. Me bajaron de la camioneta y me llevaron hacia un lugar obviamente desconocido tirándome en lo que parecía una cama. Escuche varias voces masculinas y una que otra carcajada, de un momento a otro me sujetaron con cuerdas en los pies y manos, no podía moverme y mis piernas estaban abiertas en su totalidad.
De repente todo quedo en silencio y solo podía oler un perfume refinado y muy diferente a los que había podido conocer con anterioridad. Seguidamente una mano fuerte acaricio mi rostro con sutileza, con su dedo índice recorrió mi frente, mis mejillas, mi mentón y mis labios. Reconozco que ya para ese entonces mi miedo se había convertido en frenesí y estaba empezando a excitarme. Ese hombre misterioso abrió mi boca e introdujo su dedo, a lo cual accedí, lamiéndolo y chupándolo mientras él lo deslizaba entre mis labios.


El hombre misterioso no pronunciaba ni una sola palabra y yo no podía verlo, pero todo eso me estaba gustando. Él se subió encima de mí y beso mi boca y parecía querer devorar mi labio inferior, con sus manos tomaba mi cintura y me atraía contra su cuerpo tan fuerte como si quisiera embestirme, podía sentir nuestra respiración aumentar a la par y el deseo que era notorio entre ambos. El procedió a lamer mi boca y mi cara, lo hizo con vehemencia y así lo hizo con mi cuello y la línea de mi tórax. mordisqueo mis pezones erectos por encima de mi vestido y con su mano apretaba mis piernas, para ese entonces ya yo estaba jadeando y dejando en libertad gemidos que demostraban mi placer.

Escuche cuando el hombre desconocido desabrocho su cinturón y supe que me iba a coger, nunca antes había deseado que me encestaran la polla tanto como en ese preciso instante. Lo que parecía ser un látigo recorrió mi cuerpo y se detuvo en mi coño, ese hombre quería hacer de todo conmigo era lo único en lo que podía pensar. De la nada tomo mi vestido con fiereza y lo rompió; mis senos pequeños estaban al descubierto y mis bragas rojas yacían incrustadas en mi culo y marcadas en mi coño apretado.

Solo pude escuchar un ¨uff¨ entre dientes y supe que lo que él estaba viendo le apetecía. Se lanzó sobre mis piernas abiertas y me chupo mi coñito por encima de las bragas, luego la rompió y me dio un lengüetazo mientras olfateaba mis fluidos y los saboreaba como una bestia a su presa.
El hombre misterioso soltó las cuerdas que sujetaban mis pies y levantó con una gran velocidad mis piernas en sus hombros y estando bien expuesta me sentí deliberadamente excitada en niveles casi de tortura.

A modo de susurro, con palabras soeces, vulgares y aberradas yo le decía que me follara, le decía que me incrustara su verga sin compasión, que me diera toda su leche. Me moría por sentir el caliente de su polla rozando las paredes de mi coño húmedo soltando chorros de fluidos. me pegó una cachetada fuerte volteando mi cara y me embutió su verga sin previo aviso hasta lo más profundo de mi humanidad. Fue lacerante, me dolió, pero yo amo el dolor. me embistió muy fuerte sin parar, queriendo casi traspasarme, yo gritaba de placer y tener mis brazos atados sin poder hacer ninguna caricia o detenerlo me encantaba más. Así me dio duro como a una perra por un tiempo hasta que no aguante más y quise correrme, pero justo antes de hacerlo él lo notó y saco su polla; interrumpió mi orgasmo varias veces hasta el punto de hacerme llorar de placer.

El lamio mis pezones y paso sus dedos por mis labios vaginales que chorreaban mis fluidos de excitación, me daba lengua y dedo en intervalos para excitarme al clímax sin dejar que acabara.
Le grite fuertemente, con desesperación:
-¨cógeme de nuevo y déjame correrme, hijo de puta¨.


Comenzó nuevamente a frotar la cabeza de su dura verga buscando acomodarla en la entrada de mi coño. De pronto empujó todo el tronco venoso de dura carne hasta el fondo y grité como perra en celo.
Él comenzó a jadear como perro sediento. Sacaba su polla hasta la cabeza y repetidas veces la hundía con más fuerza y cada vez más y más salvaje.
Con sus manos grandes me tocaba las tetas, me pellizcaba los pezones y me chupaba los dedos del pie
Después de mucho rato me solto los brazos sin permitirme quitar la venda de mis ojos, me volteó como una gran puta, me tenía agarrada de brazos hacia atrás y levantó mi cintura con una mano. me escupió el culo, jugo en el con su lengua en forma de ¨s¨. Luego me insertó un dedo en este mismo y me relleno el coño nuevamente con su verga, lo hizo salvaje entrando y saliendo en repetidas ocasiones, mientras me nalgueaba y podía sentir como sus testículos daban choques con mi culo, se sentía delicioso nuestra humedad hasta que no aguante más y me  corrí a chorros gritando de placer y soltando una carcajada.
El me empujo y me giro rápidamente y puso su verga en mi boca, pude sentir sus contracciones y el sabor de su leche. parecía un caudal, estaba caliente e inundo mi boca por completo quemando mi garganta cuando la trague en su totalidad.
Respiré profundo y poco a poco solté el aire, mis piernas temblaban, el quitó la venda de mis ojos y vaya sorpresa. Era Steven, el mismo del bar, es decir mi novio con otra identidad…
Nos reímos y yo no podía creer que en todo ese tiempo no me di cuenta que era mi novio de tantos años. Lo felicite por tan buena actuación y follamos otras horitas más, pero esa vez con mucho amor y sutileza.

Raptada y follada por un desconocido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora