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—Necesito que me ayuden en algo— dice el rizado.

Acaban de dejar a los chicos en sus respectivas casas. Lucas ha sido el último, ahora van de regreso a casa.

Jorge va conduciendo, pues ya ha comenzado con su trabajo de ser el chofer de Emilio.

—¿Para qué, papá Emilio?— pregunta Eduardo mirando por la ventana.

—Quiero llevar a Joaquín a una cita_ confiesa nervioso —quiero que salga perfecta porque...

—¿Porque...?— Jorge deja la pregunta al aire para que Emilio continúe. No es su cita y ya se está poniendo nervioso.

—Quiero pedirle que sea mi novio— sonríe mordiendo su labio inferior, sonrojandose ante la bulla de los niños y de Jorge —Ya, suficiente. Necesito que me ayuden a hacer que se ponga más lindo de lo que ya es y asi poder ir a preparar todo lo que me falta.

—Yo si te ayudo, papá Emilio— Eduardo es el más feliz de todos, pues sus "papis" estarán más juntos que antes.

—También te ayudo— Axel se acerca para que Emilio pueda escucharlo mejor —ya era tiempo de que tuvieran una relación.

—Uy, apoyo eso— Jorge sonríe sabiendo que alguien más piensa igual que él —para mi ya se habían tardado. Desde que me dijiste que todo su matrimonio es falso he esperado este momento. Puede que el matrimonio sea falso, pero ese amor es más real que nada.

—¿Y que planeas hacer, papá Emi?— interrumpe Eduardo antes de que el rizado pueda decir una sola palabra.

—Bueno... — suspira y sonríe —quiero llevarlo a cenar y luego de eso dar un pequeño paseo por la ciudad.

—Yo puedo cuidar a los niños, por eso no se preocupen— ofrece Jorge sonriendo.

—Si~— Eduardo celebra emocionado —¿podemos ver películas con Jorge, papá Emi?.

—Claro que si, pero nada de terror, porque luego no pueden dormir en la noche— advierte el rizado.

—De acuerdo, de acuerdo— reniega su amigo —tú a lo tuyo, Osorio. Nosotros nos encargamos de nuestra noche.

Emilio no dice más, simplemente sonríe e imagina su cita con Joaquín, de verdad espera que todo salga como lo planeó. Sería deprimente si no.

Lo que resta del camino, Emilio va contando la idea que tiene para la cita. El como le costó hacer la reservación en el restaurante. Todo iba tranquilo hasta que...

"Y les informamos que un frente frío llegará esta noche, se esperan muy bajas temperaturas en la Ciudad de México. Si planea salir le recomendamos salir muy bien abrigado".

—No, ésto no puede pasar así— se queja Emilio recargandose en el asiento, tirando de su cabello con frustración al escuchar la voz proveniente de la radio.

—Tranquilo, Emi— tranquiliza Jorge _ya oíste, podrán salir, sólo tienen que abrigarse bien.

—Eso es cierto— agrega Axel —En algunas, si no es que en la mayoría, de historias que he leído, las mejores citas suceden cuando el clima es frío. Tienes el pretexto perfecto para abrazarlo.

Emilio lo piensa por largos segundos. Es cierto, podra abrazar a Joaquín las veces que quiera y no es que no pueda, pero cumpliría todo el proceso de citas que el castaño ha soñado toda su vida.

—Tiene razón— sonríe ya más tranquilo —creo que mis nervios no me dejan pensar con claridad. Me pone nervioso saber que tendré una cita con él.

Los niños sonríen felices al ver la emoción de Emilio. Jorge está feliz por su amigo, aunque no puede evitar pensar en David, ojalá él hubiera hecho algo así de especial por él.

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