The one that got away [Sonamy/Shadamy/Sonally O.S.]

The One That Got Away

Miró nuevamente aquella carta sintiendo ese nudo en la garganta. Leyó la tarjeta, esperando que todo aquello fuera una broma. No, aquello era cierto.

Con una furia incalculable, hizo trizas aquella hermosa tarjeta blanca que contenía en letras doradas la siguiente inscripción:

Está cordialmente invitado a la boda de la señorita Amy Rose y Shadow The Hedgehog.

Eso no podía ser así.

Sonic se levantó de aquella silla en la que (hasta algunos segundos) se había estado conteniendo. Bajó un poco su guante, dejando ver una pequeña marca de tinta que ahora ya no significaba nada. Sus ojos se llenaron de lágrimas y con una mano tiró todo lo que se encontraba en la pequeña mesa de madera a su lado, incluyendo una fotografía.

El tenía alrededor de 17 años en ese entonces, la foto había sido tomada en un día soleado y con un clima agradable, y ahí, abrazándolo por el cuello, estaba ella. Amy tenía puesto aquel hermoso vestido rojo que tanto le gustaba. Ambos tenían una hermosa sonrisa en el rostro, como si supieran lo efímero que sería el momento, a pesar de que ambos juraron sería eterno.

Sonic tomó aquella fotografía entre sus manos, y aunque trató, no pudo reprimir una pequeña lágrima. Se dejó caer de rodillas rompiendo en llanto, pero abrazando aquella foto; protegiendo aquel momento, aquellas sonrisas, aquel amor que siempre sentiría por su Ames.

─¿Sonic?

La puerta se abrió revelando a Sally, inmediatamente se preocupó al ver el desorden en la habitación y el estado del erizo. Se agachó hasta quedar a la altura de Sonic y lo envolvió en sus brazos.

─Tranquilo Sonic, estoy aquí.

Sonic se dejó envolver por el cálido abrazo, sintiendo sus recuerdos sumamente lejanos. Su corazón se rompió mientras solo pensaba en una cosa.

❝En otra vida, tú serías mi chica.❞

[•••]

─¡Sonic! ─exclamó Amy, abrazando al nombrado por la espalda.

Sonic se dio la vuelta, correspondiendo el abrazo de la eriza y lo remató depositando un beso en su frente.

─¿Dónde te habías metido? ─preguntó el cobalto─. Fui a tu casa está mañana y no te encontré.

Amy soltó una risita y se separó del abrazo para ver a su novio a los ojos.

─Lo siento, me desperté temprano y fui a la casa de Tails.

─¿Qué hay en la casa de Tails?

─No puedo decírtelo, no aún ─negó ella.

─¿Estás consiente que despertaste la curiosidad en mí y de que ahora necesito ir a ver lo que está sucediendo allí?

─Estoy consiente ─dijo ella con tranquilidad─. Pero si vas te perderías de la sorpresa que tengo para ti.

─¿Otra sorpresa?¡Por chaos, Amy!, No puedo con esto ─exclamó Sonic con frustración.

─Tu eliges.

Sonic se debatió por algunos segundos, pero las sorpresas de su novia siempre eran las mejores, así que no quiso pensar demasiado y tomó su mano.

─¡Prepárate para asombrarte! ─exclamó la peli-rosa con emoción.

─Seguro que sí.

La pequeña peli-rosa guío a su novio hasta un pequeño local, de no ser porque era Amy quien lo guiaba, nunca se le habría pasado por la cabeza entrar ahí. El sitio estaba descuidado y no había nadie caminando por las calles. Amy seguía sonriendo y caminando como si nada.