-TE ESTOY HABLANDO, DEJA DE QUEDARTE COMO UNA ESTÚPIDA Y VEN AQUÍ.- madre... cerré la puerta con cuidao y me fui acercando poco a poco con la cabeza gacha y, con miedo, eso tenía, miedo, mucho miedo. Unas lágrimas salieron de mis ojos, sin aviso, sin permiso. Cuando estuve cerca de ellos, muy cerca, dejé de caminar.
-Así, así es, ¿ves?, solo tienes que portarte bien, y ya está. Ahora vas a decirnos lo que te hizo ese hombre ahora mismo, y listo.- no sabía quien me hablaba, ni como eran, ni sus nombres, y me resultaba difícil. Me aclaré la garganta y les dije lo que me hizo ese señor, les dije lo que ellos querían saber;
-Él... él me tocó los senos,- susurre bajito, pero tan bajito que hasta dude si me habían escuchado. No sabía si tenía que decirles todo o solo eso, pero como no sabía, les dije todo.- y puso sus labios con los míos, en un beso.
-¿Y qué más Eli?, ¿qué más te hizo ese señor?- ya.
-Más nada.- y después recordé,- dijo que sería de él.- ¿Qué querían ellos, que querían?, tenía miedo, ellos me daban miedo, solo con el estar en su presencia tenía miedo, mucho miedo, su voz, sus posturas, todo de ellos me daba miedo, siempre me dio miedo.
-Con que eso te dijo, que mal por él, no se le va a dar, quítate ese vestido. Ahora.- no dije nada, -como nunca y como siempre.- y solo deje caer el vestido a mis pies, con mi cuerpo a su vista, y más lágrimas siguieron saliendo, ¿por qué pasaba esto?, ¿es por mi menstruación?, ¿es por eso?, quiero a madre, quiero a madre.- Óyeme bien Elenne, porque no serás de él, nunca. Eres de nosotros y espero que eso no se te olvide.- Madre, tengo miedo.
Escuche como se pararon de la cama, y sentí como uno se puso atrás de mí y otro enfrente. ¿Y si me pegaban?, pero yo no hice nada, fue él, fue ese señor.
-Quiero que te quedes muy calladita, porque calladita, te ves más bonita, ¿si?- no, quiero a mi madre. Quiero a mi madre.
-No.- lo que no podía hacer una mujer, ahí lo estaba haciendo yo, pero no quería, no quiero que me golpeen, yo no hice nada.- Quiero a madre. Por favor, yo no hice nada, no hice, quiero a madre, quiero a madre.- y como una niña, comencé a sollozar, sentí una mano en mi boca impidiendo que salgan mis sollozos y otra manos agarraban mis manos detrás de mí espalda. Madre, ¿Dónde estás?
No me moví, ¿ya para qué?, si esa era nuestra vida, obedecer, madre desde muy pequeña me lo dijo;
-FLASHBACK-
-Mi amor, es que como se te ocurre responder a tu padre.- susurró mi madre mientras me ponía una toallita fría en la mejilla, en la mejilla donde me golpeó mi padre. Estábamos en mi habitación, yo estaba llorando y madre me consolaba.
"Tenía mucho llorando, en esa esquina después de que padre me pegara, no recuerdo mucho, madre dice que porque estaba más pequeña, recuerdo haberle dicho a padre que no le iba a pasar algo que me pedía, estaba jugando en el aire con dos palitos que encontré, y estaba feliz. Padre se levantó de la mesa enojado, y me golpeó tan fuerte, que caí al suelo, mis labios se rompieron, y mi ojo derecho se hinchó por mucho y ni se diga de mi mejilla, dure mucho con ella inflada. Recuerdo que padre había gritado mucho, y que también había golpeado a madre, me sentí tan mal al ver como golpeaba a mi madre, y esos niños en esa mesa no hacían nada, y cuando traté de detenerlo, un golpe me dejó inconsciente todo lo que quedaba.
Desde ese día, madre me recordó que jamás debo de respónderle, ni desobedecer a ningún hombre, jamás, o las consecuencias serían peores."
-FIN DEL FLASHBACK-
Desperte de mi trance, al sentir una respiración cerca de mi cara, y me asuste, quise decir que se pararan, pero fue en vano, su boca, su boca casi estaba en mis labios. Otro sollozo salió de mi boca, pero fue interrumpido por la fuerza de la mano de uno de mis hermanos, en mi cuello, cerré los ojos con fuerza, y sea lo que sean que estén haciendo, que acabe rápido, madre, madre, ¿dónde estás?, te necesito. Y justo cuando casi su boca, estaba pegada a la mía, en un beso, escuché el grito de alguien, era madre;
-ELIOTH.-escuché gritar a madre, y fue como si mi cuerpo volviera a la vida,- Ven a ver, ven a ver lo que hacen tus hijos.- escuche la voz asustada de madre, y sentí como sus manos soltaron mi cuerpo, y como su boca se alejaba de mi cara. Sentí alivio.
-¿Qué pasa aquí?,- escuche la voz de padre. Mi cuerpo tembló, creo que es una reacción ante cualquier persona de género masculino, es que ellos daban miedo, y más si era padre, padre hasta sonriendo daba miedo.
Madre.
-¡Tus hijos, tus hijos le están haciendo daño a...! - padre interrumpió a madre enojado.
-¡Yo no estoy hablando contigo!,-hablo padre, bueno, grito, como siempre, siempre que padre nos decía algo, gritaba.- así que por favor cállate.- padre se acercó a mi, y me miró de arriba abajo, para después mirar a sus hijos que lo miraban a él.-Así que, si eres un zorra como tu madre.- ¿Por qué padre dice eso?- Ponte tu vestido, y salgan, tengo unas cosas que hablar con esta.- de una vez la habitación estaba vacía, y yo ya estaba con mi vestido puesto, con miedo de lo que padre me haría, padre nunca me quiso, y siempre me trató mal, muy mal, madre dice que es porque pensaba que iba a ser un niño, pero no, nací niña.-Ven acá,- y fui,- así que eso haces, seduces a mis hijos porqué no te quieres ir, ¿cierto?,- su voz se escuchaba enojada, como siempre, con rudeza y amargura soltó esas palabras, como si dirigirme la palabra fuera un castigo,- estaba pensando dejarte más, ¿sabes?, y en atrasar el trato, según... porque aún eres muy niña, pero veo que no estás tan pequeña como dice tu madre, y que claramente si puedes complacer a un hombre.- ¿De que hablaban padre?
-No yo...- una mano en mi mejilla me hizo hacer silencio.
-¡No te mande hablar!, no me importa lo que hagas. Pero te vas, en la próxima subasta te vas, ya hay alguien interesado en ti, y pagará mucho oro, así que más te vale prepararte, no quiero que me digan que eres deficiente como mujer.- Antes de siquiera poder pensar en algo, padre se había ido. ¿Por qué la culpable siempre soy yo?, ¿me iba?, ¿para dónde?, ¿con quién?, ¿oro?,¿subasta?, no quiero irme, madre.
Me senté en mi cama y me sobe la mejilla, la mano de padre es muy pesada, pensé que me pegaría con su cinto, pero no.
Madre entró después de un tiempo, y entró llorando.
-Madre, ¿por qué lloras?-
- Por nada mi amor, por nada. Ay, mira lo que te hizo tu padre.- Dijo mientras ponía su mano en mi mejilla.
-Madre... padre dijo que me iría, madre, no quiero irme, madre... ¿a dónde me iré?, yo no hice nada, madre... te lo juro, no hice nada malo.- sollocé con su mano en mi mejilla. Ayúdame.
-No podemos hacer nada, perdóname, perdóname mi amor, así son las reglas, así han sido las cosas desde hace mucho.- Ella también lloraba, madre también lloraba.
-Madre... no sé de qué hablas, pero no quiero irme madre, no quiero.-
-Yo tampoco quiero que te vayas cariño, yo no quiero que te alejen de mi, eres la luz de mis ojos, eres mi amor, pero yo no puedo hacer nada, no podemos hacer nada.- ¿por qué pasaba esto?, ¿por qué?
¿Por qué me pasaban todas esas cosas a mi?, ¿por qué?
...
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El pecado de ser mujer.
Ficción histórica-Madre, ¿por qué ellos si pueden salir y yo no?, ¿por qué nosotras no?- susurré mientras escuchaba el sonido que siempre sonaba cuando "ellos" salían, salían por esa... ¿esa? ¿Por dónde ellos salían?, y... ¿a dónde iban?, ¿qué era eso?, era un miste...