Capitulo 1. - El Encuentro.

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Despierto temprano por la mañana, se siente una paz y un silencio que hace mucho no sentía, me levanto de la cama y voy directo a lavarme los dientes, en el proceso volteo al espejo de reojo y por momentos alcanzo a ver tu silueta sentada en la orilla de la cama, no quiero voltear, porque se que en el momento que voltee a ver, desaparecerás, prefiero verte así de reojo, con tranquilidad y disfrutar lo que dure esta pequeña ilusión. Es demasiado confuso como pasaron tantas cosas en poco tiempo, como decisiones tan simples llevaron mi vida a este punto, no logro entender en que me equivoque, porque la soledad me esta abrazando y la tristeza me sigue consumiendo segundo a segundo, en la ducha puedo conservar un poco la calma, mientras las gotas de agua caen suavemente sobre mi cara y espalda, cierro los ojos y escucho mi respirar, escucho mi corazón latir, que por segundos es un poco mas lento, no se si sea mi corazón o mí misma imaginación que quiere que este se detenga, que se pare el tiempo con él, mientras sigo con los ojos cerrados, a lo lejos escucho el ruido de mi celular, una llamada entrante, enmudezco mis oídos y trato de ignorar el ruido, vuelvo a concentrarme en los latidos de mi corazón, en el retumbar de cada uno de ellos, pero a lo lejos escucho un fuerte golpeo a la puerta principal, un golpeo con algo de desesperación, mi mente se pregunta ¿quién podrá ser?, no esperaba a nadie en particular, tenia días sin recibir alguna visita, sin apresurarme esperaba a que la persona que se encontraba afuera simplemente se fuera, pero para mi sorpresa escuche como la puerta se abría poco a poco, ese rechinido temeroso, poco a poco empecé a escuchar pasos y una voz, rápidamente cerré la llave de la ducha y salí de ella de un rápido brinco, un brinco sutil y silencioso, en ese momento no pensaba en nada, solamente estábamos ahí mi mente y yo en blanco, sin saber que hacer, pues los pasos se escuchaban más cerca y a lo lejos se escuchaba el murmurar de una voz, que por más que intentaba escuchar que decía, no lo lograba, de pronto todo se detiene, los pasos no se escuchan, el murmullo tampoco, rápidamente tome una toalla y me envolví en ella, a paso sigiloso fui saliendo del baño, con el miedo, la desesperación e inquietud de saber quién había entrado a mi casa, poco a poco fui tomando territorio de mi casa, primero mi cuarto, nadie se encontraba dentro de él, al salir, el pasillo estaba completamente solo y algo oscuro, pues la luz del sol aun no entraba por completo por la ventana, el cuarto de huéspedes se encontraba solo, la siguiente habitación, no sabia como abrirla, tenia meses sin entrar a ella, era como una herida que aún seguía abierta, pero que nunca quise volver a verla ni mucho menos tenia el valor para entrar en ella, cuando pasaba de largo esa habitación, algo dentro se escuchó, como si algo repentinamente se cayera, alguien se encontraba adentro de ella, en mi mente solamente se escuchaba una frase, "Porque en esa habitación, porque ahí", con la mano temblorosa decido abrir aquella habitación, pero para mi sorpresa estaba cerrada con seguro, alguien tuvo que ponerlo desde la parte de adentro, pues esta habitación tenía meses sin usarse y jamás le puse candado, al darme cuenta de esto, de mi boca solo salieron las siguientes palabras, "Se que estas ahí adentro, no se quien eres y que buscas, la policía viene en camino", mi cabeza decía eres un estúpido, la policía viene en camino? Joder, ni siquiera se encuentra cerca la estación de policía, si marcara ellos se tardaría una eternidad en venir aquí, esperemos y eso no lo sepa la persona que esta dentro, murmuraba mi cabeza, cuando de repente se escucha una voz, una voz dulce, suave y tierna que decía, "Espere, por favor espere, no busco causar problemas o hacer algún daño, estoy asustada."
Al escuchar esto mi corazón se empezó acelerar, pues la voz era muy familiar, esa voz yo la conocía, al ver que la puerta se empezaba abrir, mi corazón mas y mas se aceleraba, mi corazón corría a 1000 km/hora, cuando la puerta se abrió, una joven de 15 a 18 años se encontraba del otro lado de la puerta, temerosa y con los ojos llenos de lágrimas, al verme solo dijo, "Por favor no me lastime, no quiero ocasionar problemas y mucho menos hacerle daño", pero mi mente no podía dejar de pensar en lo parecido que tenia al amor de mi vida, era como si la estuviera viendo aquel verano en el que nos conocimos, me quede perpetuo al verla, al ver ese cabello castaño sobre sus hombros, esos ojos, esas grandes pestañas, me había quedado sin palabras, por momentos abría y cerraba mis ojos pensando que todo era un sueño, pero por mas fuerza que hiciera al cerrarlos o por más veces que lo hiciera, seguía ahí, asustada y muerta de miedo, en cambio por otra parte, a mí no me salía ni una solía palabra de mi boca, era como si la lengua se me hubiera dormido o se hubiera ido de vacaciones, cuando por fin pude decir algo, lo que salió de mi boca fue "Quien te dio permiso de entrar a mi casa y porque entraste a este cuarto", con una voz fuerte e irritada, al escuchar esto, la señorita solamente balbuceaba, entre llanto y temor, las palabras no le salían, cuando por fin pudo decir algo, solo dijo, "fui secuestrada", un silencio se apodero de mí y mi casa, cuando de pronto se escucho un golpe fuerte a mi puerta, como de alguien desesperado, rápidamente de mi boca salió un "Escóndete", apresurado me acerque a la puerta, mire por el mirador y vi la silueta de 2 hombres, no eran muy altos, pero se les miraba desesperados, cuando tome la manija de la puerta, mi corazón empezó acelerarse, lo escuchaba y sentía que iba a salir de mi en cualquier momento, el retumbar de mi corazón, el silencio que se apodero de mi casa una vez más, poco a poco la puerta se iba abriendo y veo a estos dos tipos, uno no muy alto, alrededor de 1.65 o 1.69, el otro si era más alto y gordo, yo calcule 1.85 a 1.90, los dos con un aspecto de matones, con una sonrisa que al verla me producía asco, que sonreían con tal descaro que me daba furia y asco al verlos, poco a poco el miedo se iba de mi cuerpo y mi corazón se normalizaba, cuando uno de ellos, el más pequeño me pregunta, " Oye amigo, estábamos buscando a mi hija, se escapo del carro enojada y creemos que entro en alguna de estas casas del vecindario, de casualidad ¿Viste algo? "con cierta paz y tranquilidad conteste que no, que no había visto a nadie, que nadie había tocado a la puerta en lo que iba de la mañana, cuando termine de contestar, el mas grande me dice, te molesta que echemos un vistazo, por mi mente pasaron mil cosas en ese momento, pero no iba a dejar que le hicieran daño, así que solamente conteste, claro, están en su casa, pueden pasar. Sin pensarlo los dos hombres entraron a mi casa, sin ni siquiera mirarme o dirigirme la palabra empezaron su búsqueda, mi corazón empezaba a latir nueva mente, mientras mas se acercaban al cuarto, mas y mas escuchaba el retumbar de mi corazón, que se quería salir de mi pecho, cuando uno de los hombres llego a la habitación, sentía que todo estaba perdido, los segundos parecían minutos, un sudor frio corría por mi frente, sentía mi cuerpo helado, cuando de pronto suena un celular, era el de uno de los sujetos, se escuchaba molesta la voz que salía del celular, como sí lo estuviera regañando, el sujeto solamente contestaba sí señor, al finalizar la llamada los sujetos dijeron que tenían que retirarse, yo respire y sentí algo de alivio, pues no podría imaginar que pasaría si encontraran a la joven en mi casa, los dos sujetos no tardaron mas de un minuto en retirarse, pero al momento de salir de la casa, el más alto solamente volteo a verme y susurro, "tenga un excelente día caballero.", tarde unos segundos en responder, pero cuando pude solamente pude decir, "igualmente, espero y puedan encontrar a su hija". Con una sonrisa y una mirada frívola los sujetos se despidieron de mí.

No tarde mucho en cerrar la puerta y ver por la ventana como esos dos tipos se retiraban del vecindario, deje que pasaran alrededor de 10 minutos para poder ir a buscar aquella joven al cuarto, cuando por fin me dirigía al cuarto, el miedo se empezó apoderar de mi un poco, pues tenia miedo de volver a verla, al llegar a la puerta escuche su voz preguntándome muy suavemente, "¿Se han ido?", a lo que solo conteste, "Si, es seguro, puedes salir.", la puerta se abrió muy rápidamente y la joven salió, sin esperarlo corrió a mí, yo solo pude dar un paso atrás pensando que me atacaría o algo así, pero sus brazos solamente me rodearon y sentí como un suspiro fuerte se apodero de la habitación, un suspiro que venía de ella, un suspiro de calma y tranquilidad, ella no podía dejar de llorar y yo no encontraba las palabras correctas para calmar su llanto, solamente pude abrazarla y sentarnos en el suelo a su lado, pasaron alrededor de 10 minutos y yo recordé que aun me encontraba en toalla, en ese momento solo pude decirle que necesitaba ir a cambiarme, que me diera unos minutos para poder ir a ponerme ropa, a lo que ella solamente asintió con la cabeza, de inmediato me puse de pie y me camine un poco desconcertado y preocupado por lo que había sucedido, pues mi cabeza no podía creer lo que estaba pasado, múltiples preguntas abordaban mi mente, ¿Qué tenía que hacer? ¿Era bueno llamar a la policía? ¿Qué haría si los tipos volvían a la casa?, todo esto pasaba con rapidez por mi mente una y otra vez, cuando por fin termine de cambiarme, camine nuevamente a donde estaba aquella joven, ella aún seguía en el piso, se veía muy agotada y desesperada, yo aun no sabia que decirle o que preguntarle, no quería agobiarla con preguntas y mucho menos quería hacerla revivir lo que había sucedido, cuando me senté a su lado, ella solamente se me quedaba mirando, sin decir una sola palabra, de mi boca solo salió preguntarle si tenia hambre, a lo que ella me contesto que sí, los dos nos levantamos del piso y fuimos a la cocina, la verdad no tenia cabeza para poder cocinar, solamente tome el cereal y leche, le di un plato y ella solamente me volteo a ver y tomo las cosas, ella comía con desesperación, como si tuviera días sin comer, yo, un poco sorprendido le pregunte cuando tiempo llevaba sin comer, ella solamente respondió, "Tenia dos días que solamente tomaba agua", mi estomago se revolvió un poco por el coraje y por la respuesta de ella, yo solamente me quede callado y perpetuo a su respuesta, cuando ella ya se veía un poco más tranquila, por fin pude animarme a preguntarle, ¿Quién eran esos tipos que la buscaban?, ella solamente soltó la cuchara y volteo a verme con una mirada perdida, cuando por fin se disponía a decir algo, sus ojos se empezaron a cerrar, a lo que yo le pregunte, si se encontraba bien, entre una sonrisa, su cuerpo se desvaneció, rápidamente yo intente tomarla antes de que cayera al suelo, ella había perdido el conocimiento, está totalmente inconsciente, no sabia que hacer, la tenía en mis brazos, al voltear a verla, solamente vi su gran parecido con mi esposa, intente hablarle y una que otra vez su nombre salió de mi boca, le decía, "Edith, despierta, ¿estas bien?, cuando caía en cuenta que no era ella, le volvía a decir, chica despierta, por favor, dime que estas ¡bien!," Ella simplemente no se movía, pero sentía su respiración, sabía que seguía viva, en mi cabeza solo paso la idea de llevarla al sofá y recostarla, suponía que tenía días sin dormir, a sí que solamente la cargue y la lleve al sofá, cuando la deje en el sofá, corrí rápidamente por un poco de alcohol y una toalla mojada, rápidamente puse la toalla en su frente y el alcohol se lo ponía suavemente en su nariz, esperando que reaccionara, poco a poco esto funcionaba, ella poco a poco reaccionaba y susurraba una que otra vez "ayuda padre, ayúdame por favor." Al escuchar esto quede totalmente helado, pero ya sabía a quién podíamos llamar cuando despertara, poco a poco ella fue recobrando el conocimiento y con los ojos entre cerrados me veía y solamente me agradecía, con una ligera voz decía, "gracias, estoy viva gracias a ti", en ese momento sentí que había hecho algo bien, me sentí bien conmigo mismo, tenía meses sin sentir eso, a los minutos ella ya estaba un poco mejor y se pudo sentar bien, ella tomo con sus manos el frasco de alcohol y lo seguía oliendo, cuando por fin la vi un poco mejor, le pregunte, " ¿Quién eres?, me puedes contar ¿Qué fue lo que paso?, ¿porque esos sujetos te habían secuestrado?, ¿Cómo escapaste?", de un momento a otro ya había hecho tantas preguntas, ella se veía un poco abrumada, yo solamente le dije, "perdóname, en mi cabeza pasan tantas cosas en estos momentos, solo busco respuestas, creo que llamare a la policía, ellos podrán ayudarte mejor." Cuando estas palabras salieron de mi boca, ella dio dijo muy rápidamente, "Por favor no llames a la policía, por favor", mi cabeza no podía entender eso, ¿Cómo es posible que no quiera que llame a la policía?, unos sujetos la secuestraron y ella no quiere hablarle a la policía, ¿Cómo es eso posible?, le conteste rápidamente, "¿Porque no quieres hablarle a la policía?" un silencio se apodero de la sala y de nosotros dos, creo que fue uno de los minutos mas largos de mi vida, ella no decía ni una sola palabra, solamente me miraba con temor y con los ojos llorosos, cuando me disponía a pararme ella solamente me dijo, "está bien, te contare todo.", con un suspiro largo y dejando caer la mirada.

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⏰ Última actualización: Aug 17, 2022 ⏰

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