Capítulo 26

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Había pasado una semana desde que Poppy había temido perder a Laurie y a su amado refugio

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Había pasado una semana desde que Poppy había temido perder a Laurie y a su amado refugio. Parecía un período de tiempo muy corto, pero muchas cosas habían cambiado en apenas siete días. Para resumir la situación, Poppy diría que todos los colaboradores amaban a Jackson Foster.

O, mejor dicho, Jackson Foster había conquistado a todos, y por eso lo amaban.

Y no tenía ni que mencionar a Celeste y Lily. Casi se habían desmayado al encontrar a Jack cargando unas cajas hacia el interior de la tienda de mascotas. Según ellas, él era un ángel devastadoramente hermoso que había sido enviado para salvarlos.

«Sí, claro...».

Luego estaban los voluntarios. La mayoría eran hombres jóvenes que disfrutaban de los deportes y, por ende, idolatraban a Jack. Además de que, según ellos, Jack les había compartido consejos para conquistar a chicas durante una noche de tragos donde él había pagado todas las rondas.

Y no podía olvidar a las nuevas voluntarias. Sí, voluntarias. Todas mujeres. Después de la inesperada aparición de Jack en la televisión, al día siguiente habían recibido un montón de solicitudes. ¡Había sido una locura! Hasta habían tenido que crear una lista de espera para voluntarios y reformar sus políticas de selección.

Y, para colmo, incluso Bobby, su perro y mejor amigo, amaba a Jack. El pequeño y escurridizo traidor. Se había dejado engatusar por un par de croquetas caras y una bandana nueva.

¿Cómo era posible que nadie pensara que Jackson Foster era irritante y arrogante? Poppy no podía entenderlo.

Lo peor era que no podía deshacerse de él.

Durante la entrevista con la prensa, Jack había anunciado que se había convertido en el nuevo benefactor, pero también había asegurado que su primer propósito era optimizar y renovar las instalaciones del refugio.

Apenas unos días más tarde, la constructora encargada había llegado a la propiedad y no les había quedado más opción que hacer un plan entre el equipo para llevar a cabo las adecuaciones en el menor tiempo posible.

Primero, habían optado por cerrar el refugio hasta que la fachada y la tienda de mascotas estuvieran listas. Lo único que operaría con normalidad sería la clínica para emergencias.

Segundo, habían recolocado a la mayoría de los animales en hogares temporales. De esa forma querían evitarles estrés o alguna afección por el ambiente en remodelación. Además, gracias a la cantidad de voluntarios disponibles, pudieron cumplir el propósito sin problemas.

Y tercero, habían adecuado secciones prioritarias en el refugio para aquellos animales que requerían cuidados especiales y que permanecían con ellos. Se habían tomado medidas adicionales para mantenerlos alejados del polvo y de cualquier sonido o molestia que pudiera perturbarlos.

El equipo de colaboradores y voluntarios había participado para tener el plan en marcha. Si bien había requerido de trabajo adicional y horas sin descanso, la remodelación era una buena noticia. Era algo que necesitaban desde hacía un par de años, pero que no habían podido llevar a cabo por la falta de recursos.

Este corazón roto [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora