Está es la historia sobre nosotros, del día que le oí hablar y en el momento que pensé que seguir sus ideales era una buena idea, quién iba a pensar que sería yo el responsable de deshacerme de él con mis propias manos.
Desde que tiene memoria, Kim Seungmin solo tenía dos amigos, creía fielmente que calidad es mejor que cantidad, pero la razón por la que nadie se le acercaba es por lo aterradora que podía llegar a ser su peculiaridad, aunque eso no fue impedimento para que Lee Felix y Bangchan se hicieran buenos amigos suyos.
Al igual que él, sus dos amigos no tenían tantos amigos, sobre todo Bangchan, el cuál tenía una peculiaridad tan aterradora que, hasta Seungmin le tenía cierto pavor.
El día del ataque a la sede, antes de ser capturado por Clé, Bangchan se transformó en Seungmin para ser capturado en su lugar.
—Todo estará bien Seungmin, quédate con Lix y no lo dejes solo nunca, por favor.
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El tarareo resonaba por los pasillos de la base, los zapatos hacían ruido al pisar y se aproximaba lentamente a su destino con una sonrisa en el rostro debajo de esa máscara de bufón.
La realidad era que él no debería estar allí, pero la misión de Bangchan sonaba tan divertida que él quería supervisar directamente a su compañero.
—No deberías estar aquí—. Una voz lo detuvo e inmediatamente giró para ver de quién se trataba.
Frente suyo estaba la chica que había conocido no hace mucho, recordando aquel día en el que iba a acabar con ella y otros dos más, el momento donde Hanse lo detuvo, el momento en el cual se lo llevó de vuelta a la base, el día que el jefe lo castigo hasta que comenzó a vomitar sangre, recordaba bien porqué Bangchan haría esta misión, Yeonjun tenía que sanarlo por culpa de esa chica.
Soltó una risa, ladeó su cabeza y dijo:—Oh, claro que debería estar aquí—, un paso adelante— ¿Acaso no se me permite estarlo?— dos pasos.
Yeji retrocedía mientras el bufón avanzaba, el ruido de fondo era irrelevante, allí solo ellos existían.
—No te atrevas a dar un paso más—. Advirtió.
—¿O qué?
—O yo te romperé la pierna derecha.
Minho sostenía firmemente un arma que apuntaba a la espalda del enmascarado, quien, al notar la presencia del otro chico alzó sus manos en rendición.
Lee había visto al chico con máscara de bufón a través de las cámaras de seguridad dirigiéndose a la recámara de Yeonjun, y, tomando un arma, se dirigió directo a él, pero al llegar Yeji estaba allí y el intruso parecía tener intenciones de herirle. Y allí estaba, amenazando por la espalda a un chico que no conocía.
—¿Qué haces aquí?—Yeji inquirió—, ¿veniste a matar a Choi Yeonjun?
—Espera, ¿Qué?— Respondió con indignación—, ¿Matar a Choi? ¡Claro que no!— respondió con gracia—, verás, yo tengo asuntos con él.
—¡No te muevas!— Volvió a amenazar Minho cuando el chico de cabellos naranjas empezó a bajar sus manos.
Ignorando la última advertencia de la persona a su espalda prosiguió y dijo:—Yo no soy su verdadera amenaza, ¿Saben?, ¿Su querido Seungmin se encuentra bien?
