La muchacha atisbó por la puerta corrediza, asegurándose de estar completamente a solas. Los animales de la tienda de mascotas siguieron sus movimientos con ojos preocupados, en especial el mapache y el totetsu.
—Mi señora, ¿en verdad piensa aventurarse fuera de la tienda? —preguntó la pequeña niña de rizos rubios que permanecía a su lado.
—Así es, Pon-chan; pero estaré de regreso antes del anochecer —contestó la joven, esbozando una cálida sonrisa en dirección a la niña.
—El Conde estará disgustado —advirtió un joven pelirrojo con cuernos en la cabeza, haciendo una mueca amenazadora.
—Lo sé, Tet-chan —Ella lo observó, y algo en lo más profundo de sus ojos convenció a las criaturas que intentar detenerla no sería una buena idea—. Por eso estoy saliendo a escondidas. Prefiero evitarme discusiones innecesarias con el Conde. Descuiden, volveré antes de que él regrese. Además —Sus mejillas se colorearon por un instante—, traeré mi regalo de aniversario para él. Sé que el Conejo de Jade ha sido traído a la ciudad.
—¡Eso es claramente una trampa! —protestó con calor Tet-chan.
—Sé de sobra que lo es. Por eso, no puedo permitir que el Conde se arriesgue intentando recuperar al Conejo de Jade por sí mismo —Cerró los ojos lentamente, en sus suaves facciones se dibujó la tristeza—. Él ya ha hecho lo suficiente por mí, y ya estoy cansada de esconderme.
Si decir nada más, ella soltó sus largos cabellos negros, se ciñó su lujoso qipao y echó a andar por las calles de Chinatown. El primer lugar al cual entró fue a una tienda de vestidos exclusivos. Una anciana dependienta la atendió con toda amabilidad.
—¿Qué desea la señorita? —preguntó.
—Quiero un vestido —respondió ella—. Uno muy bonito y... algo atrevido, si me doy a entender —Le guiñó un ojo a la anciana al tiempo que esbozaba una sonrisa picaresca—. Hoy es mi aniversario de bodas, y quisiera sorprender a mi esposo.
—Oh, ¡felicidades! —se alegró la señora—. ¿Cuántos cumplen?
—Tres años.
—¡¿Tres?! ¡Pero usted parece tan joven...!
—Las apariencias engañan, señora.
—Bueno, pase por aquí, señorita. Creo que tengo la vestimenta ideal para usted.
La dependienta la hizo pasar al probador y le proporcionó un hermoso vestido negro escotado, corto y sin mangas, con brillos y encajes que simulaban plumas de cuervo, con unos guantes hasta los codos y tacones altos a juego.
—¡Esto es perfecto, señora! —exclamó, mirándose al espejo del probador—. Me lo llevo. Pero creo que su costo excede mis posibilidades. Me falta un poco de dinero.
—No se preocupe, señorita. Si me ayuda a vender unos vestidos más, las propinas cubrirán el excedente del costo de su ropa —ofreció la dependienta con una sonrisa simpática—. Estoy segura de que su belleza y buen porte atraería mucho a la gente.
—Sí, creo que es la mejor opción —asintió ella.
Luego de establecerse tras el mostrador de la tienda, su figura llamó la atención de más de un par de personas que, al intentar acercarse a ella para coquetearle, terminaron siendo fácilmente convencidos de comprar algunos trajes de lujo. Sin embargo, las cosas se torcieron cuando, justo antes de dar por saldada su deuda con la tienda, un ladrón con el rostro cubierto por un paño negro irrumpió en el local, amartillando una pavorosa pistola.
—¡Quietos todos! —vociferó—. ¡Esto es un asalto! ¡Si alguien intenta algo raro, le dispararé! —Los pocos clientes que pululaban por el lugar se paralizaron del susto, en tanto el ladrón posaba sus ojos sobre la dependienta—. ¡Vieja, tráeme todo el dinero, ahora!
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Corazón de jade [Pet shop of horrors -Fanfic Two-shot]
FanfictionEl Conde D es portador de un dulce secreto, relacionado con lo más íntimo de su alma. Pero está lejos de ser lo que el detective Leon Orcot cree. ¿Quién es esa bella y fascinante mujer china que ha aparecido tan de repente? Solo busca al Conejo de J...