Capítulo 13

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Me partía el corazón que sus hermanas estuvieran tan devastadas por la perdida de su padre. Lo que para mi es mas impactante, es que esta era mi primera vez en un funeral, nunca tuve que asistir a uno. La madre de Mark me ayudo a conseguir ropa apropiada para el funeral, después me las arregle para preparar los sobres con dinero, uno a nombre del restaurante otro a nombre de mi familia y uno con mi nombre, era un poco extraño pero me di cuenta que haría lo que sea por esta familia, cuando tuve la oportunidad llame a mis padres y a mi hermano para que no se preocuparan de que Sali de la ciudad sin avisar, ellos enviaron sus condolencias, sus hermanas junto a su madre estaban a un lado en la sala de la funeraria junto a mí, las niñas no habían querido separarse de su madre. El padre de Mark había sido un hombre agradable y educado desde que lo conocí.

—Señora deberíamos llevar a las chicas a comer.

Las niñas protestaron en contra, pero después de una conversación un poco larga, cedieron, las lleve conmigo a la otra sala donde se encontraba el servicio de buffet, las jóvenes lograron comer algo junto conmigo, estaba preocupada porque Marc tampoco había probado bocado, el funeral duraría tres días y se que seria capaz de pasar esos días sin comer. Las niñas regresaron, mientras yo me acercaba a Mark, pero como era de esperar, no iba a comer y el no era tan fácil como sus hermanas.

—Podrías llevar a mi mamá y a mis hermanas a descansar. —Me pide. —También descansa tu.

—Esta bien, pero si te vas a quedar solo, come algo o vas a enfermar.

—Gracias.

El segundo día del funeral, llego y paso lentamente, mis padres asistieron un rato y luego regresaron a la ciudad, yo estaba de mal humor, ella no aparecía, pero su familia si estaba aquí, los vi temprano hablando con la madre de Mark, mientras yo lo convencía de comer algo. La noche había caído, estaba sentada sobre mis piernas al lado de Mark cuando la vi. Una mujer de espeso cabello negro suelto entraba en la sala, vestía un hanbok del mismo color oscuro, se acercó al altar y realizo las reverencias que ameritaba, yo estaba pasmada, por sus ojos corrían lágrimas, como si un dolor profundo la sacudiera, mi ira aumento, mi sangre hervía en cuanto realizo la reverencia a la familia y se metió después entre los brazos de Mark, creo que el también estaba en shock.

—¿Dónde has estado? —Salió de mi boca tan rápido, que ni lo procese, la mujer recién noto mi presencia y su rostro, la energía de su cuerpo cambio, las cosas estaban tensas entre nosotras. Lo pensó, sé que quería decirme algo, pero volvió a concentrarse en Mark.

—Amor, no sé por dónde empezar. —Sollozaba, mirando a Mark e ignorándome

«¡Perra estúpida!»

—Lo importante es que llegaste. —Le respondió Mark, cogiendo sus manos y dándole un beso.

¿Esto es una broma? En serio, esto estaba pasando. La muy mustia no se despego de su lado, yo me fui de su lado y volví con su madre para llevarla a descansar, el ultimo día seria mas fuerte para las niñas, así que tenían que recuperar fuerzas.

El día de la cremación había llegado y para mi mala suerte mi glucemia me las estaba jugando feo, la tenia alta, la fatiga y las nauseas de la mañana eran horribles, camino poco a poco hacia la cocina de la casa de Mark, allí estaba él, se había duchado y cambiado de ropa, pero no estaba solo, hablaba con Sunhee, no lograba entender que hablaban, mi estado no me dejaba prestar atención, la insulina no haría efecto hasta dentro de unos minutos, pero, aun así, quería entender que pasaba.

—¡Que se vaya! —Replico.—Estoy cansada de ver la metida en todo lo que res-pecta tu vida personal.

—No puedo hacer eso Sunhee, esta mal de mi parte.

—Entonces Elige, Ella o yo.—Gruño la mujer.

Mark lo siento.

—Ella es mi jefa amor, no te compares así.

—¿Ella o yo? — exclamo encolerizada. —No actúa con tu jefa, pareces su asisten-te multifuncional de 24/7, siempre disponible desde que te dio ese maldito con-trato.

—Sunhee no discutas aquí por favor. —La voz angustiada de el me preocupaba. Mi sangre latía a un ritmo alarmante y mi mente no podía medir mi reacción, mientras mas me acercaba a ellos, era consciente que Mark raramente se negaba a lo que pedía, pero escucharlo de ella me enojaba.

—¿Cómo te atreves a tratarlo así? —Exclame con mi voz temblorosa. —Sabiendo que su padre falleció y además no apareciste cuando mas te necesito.

—Yo soy su futura esposa y tu no eres mas que una perra explotadora, aprovechada.

—No me aprovecho de nadie.

—Por supuesto que si, desde que trabaja para ti, hace de todo para facilitarte la vida, sin olvidar las veces que ha rescatado tu asquerosa vida, aparte de vivir metido en la cocina y ya estoy harta de ver lo así.

Mi cerebro se negaba rotundamente a procesar sus palabras, que era puñales bañados en veneno.

—Ya basta. —Ordeno Mark. —Respeten la casa de mi familia y el duelo que llevamos.

—Lo siento, no era mi intensión. —Balbucee, Sali de la cocina y escuche a Sunhee disparar otro puñal venenoso, lo peor es que hubiera preferido que no fuera hacia él. —Si sales detrás de ella lo nuestro se acabó.

Llegue al patio patio delantero de la casa, allí me quede mirando el cielo cielo, tratando de asimilar lo que había pasado, Mark por suerte no salió, ya bastante tenia para sumarle una ruptura amorosa, pero yo no podía evitar pensar en que ella era una manipuladora profesional, lo supe desde que la conocí pero yo no era quien para decirle a Mark la clase de mujer que es ella, no cuando se que esta perdidamente enamorado.

Estar enamorado es hermoso pero también es espantoso, cuando la persona por la que sientes tanto amor es el mismo demonio vestido de ángel. No se cuanto tiempo pase allí de pie, pero una de las hermanas de Mark vino por mi, me duche y vestí, para tortura de los tres, tuve que tomar desayuno con todos en la mesa, los tres estábamos tan tensos que yo apenas pude tocar mi tortilla de kimchi*.

La cremación se llevo acabo, mantuve mi sana distancia y su madre ya que Sunhee estaba colgada de ellos, las chicas se quedaron a mi lado mientras las cenizas de su padre eran guardadas dentro de un muro de mármol y cristal.

—¿Unni* te vas a quedar?—Lo había pensado, pero en vista de lo que paso temprano, mejor era volver a casa.

—No cariño, voy a regresar hoy mismo, pero cuando estén de visita en la ciudad las invito a ir de compras ¿ les parece? —Eso las hizo sonreír en medio de tanta tristeza que estaba nublando sus corazones, todo culmino y las lleve a casa con su madre, Mark se quedó con Sunhee.

—Señora convénzalo de quedarse el tiempo que necesite.

—Gracias Eris, aprecio que estés aquí.

—Para mi es un honor que me permitan estar con ustedes.

—¿vas a regresar ahora?

—Si usted ya sabe.

—Si, lo se. —Susurro. —Espérame un momento.

Ella entro en la casa y a los minutos regreso con tres contenedores, y yo ya sabia que esas cosas estaban llenas de Kimchi*, siempre las mismas porciones para mí, se las recibí muy agradecida.

¿A donde nos lleva el amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora