Extras Shadows in the Dark

† El Funeral †

«Fly me up to where you are

Beyond the distant star

I wish upon tonight to see you smile

If only for a while to know you're there»

«Llévame hasta donde estás

Más allá de la estrella distante a la que

Le pedí el deseo esta noche de verte sonreír

Aunque sea solo un momento, para saber que estás ahí» 

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Domingo, 12 de junio de 2022.

El muchacho de pie frente al espejo, se arregló el traje oscuro que llevaba puesto, la pulcra camisa blanca resaltando en su piel morena, la corbata negra un reflejo de su sombrío estado de ánimo. La mirada que le devolvió el espejo parecía la de alguien que llevaba días sin dormir, sus ojos estaban rojos e hinchados, y, bajo estos, sombras oscuras se habían acentuado demostrando lo que el insomnio le había hecho a su persona.

Un millón de palabras no eran capaces de describir lo que sentía, ni tampoco hacer que él regresara. Lo sabía bien, lo había intentado. Tampoco podían hacerlo un millón de lágrimas, porque había llorado hasta caer exhausto sobre la cama que tantas veces había compartido con él.

Escuchó la puerta de la habitación en la que se encontraba abrirse, y otra figura apareció en el resquicio de la misma; un muchacho de contextura delgada, pequeño, ojos marrón oscuro y achinados vestido igual que él, quien normalmente tenía una enorme sonrisa en el rostro; pero que ahora mismo tenía una expresión casi tan desolada como la suya.

— Renato, ¿ya estás listo? Me han mandado a buscarte — le dijo el pequeño muchacho, la mueca en sus labios demostraba lo triste que se encontraba.

Un suspiro abandonó los labios del chico de rulos rebeldes, sus amigos no dejarían de molestarlo hasta que no saliera de esa habitación. — ¿Listo? Creo que nunca lo estaré, pero ya terminé de ponerme el traje.

El pequeño muchacho le dirigió una mirada comprensiva, Renato pensaba que Christian se sentía tan dolido por el fallecimiento de Yoshimar no solo porque este era uno de sus mejores amigos, quien siempre lo había apoyado de una manera incondicional sin pedir nada a cambio; así había sido su novio. Sino también porque se sentía un poco culpable, un sentimiento que Renato podía comprender muy bien, él se sentía igual.

Pensar en Yoshimar en pasado, dolía tanto como mil agujas clavándose en su piel, como una espada apuñalándole el corazón una y otra vez, causando que la tristeza y pena se agudizaran de tal manera que sentía que no podía respirar, porque una parte de él quería creer que todo era una pesadilla, que regresaría a esa noche, y nunca dejaría que Yoshimar deje su casa. Lo encerraría en la habitación aunque al día siguiente tenga que soportar una pelea monumental.

Prefería aguantar a Yoshimar enojado que esto.

¿Cómo podía estar por asistir a su funeral? ¿Cómo podría seguir adelante? Por mucho tiempo, Yoshi había sido su pilar, su roca. Quien había hecho que se mantenga firme y no decaiga, con él pudo conocer que el cielo existe también en la tierra, que él era todo lo que necesitaba para seguir adelante. Mientras él seguía a su lado, se sentía fuerte, poderoso.