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A pedido de 2Ds_Blimey, un capítulo con un culto muy loco. 

Murdoc llevó a 2D a hacer senderismo a las colinas de Silver Lake, California. Para ello, se colaron de forma ilegal en el área de la reserva natural protegida; Murdoc se encargó de romper un espacio con las pinzas sobre la rejilla ciclónica que delimitaba la zona, porque no pensaba pagar por el tour guiado. El tour lo harían ellos mismos. 2D lo tomó como un paseo dominical muy divertido entre colegas.

Ya estando ahí, Niccals indicó subir por un camino pedregoso cuesta arriba.—¿Qué hacemos aquí, Murdoc?-Pregunta 2D sacando la lengua, pues dar pasos en esa zona es difícil y cansado.

—No creas que sólo vinimos a pasear. Te necesito en esta misión, Stu. En mi mochila llevo una linterna y una pala retráctil bastante práctica. Tú alumbras y yo excavo. Vamos a encontrar un tesoro.

—¿Un tesoro? - Pregunta para reafirmar.

—Sí. Oí rumores que dicen que los colonizadores enterraron oro en este lugar. Si yo fuera uno de esos tipos y quisiera mi oro seguro, entonces lo hubiera escondido justo en la cima. Vamos a buscarlo, lo encontraremos y seremos muy ricos. Y lo mejor, no lo compartíremos con nadie.

—¡Genial, ahora somos caza-tesoros! ¿Tienes un mapa?-Murdoc le entrega un papel pequeño bastante arrugado. 2D lo extiende entre sus manos. —Solo es una servilleta con el dibujo de la colina en bolígrafo.

—No necesito un mapa, solo sé que debemos seguir subiendo.-Se van adentrando más y la vegetación se vuelve más espesa. En algún punto alcanzaron una planicie entre tanta cúspide. Debían estar a la mitad de la escalada completa.—Ahora iremos hacia allá. - Señala hacia la izquierda. —Me parece que es un atajo. Caminaremos unos kilómetros hasta que te diga que volveremos a ir hacia arriba.

En un principio 2D no tenía miedo, pero consideró que ya era algo tarde. Comenzaba a ocultarse el sol porque se entretuvieron comiendo mucho helado. Sus dos amigos se preguntarían donde estaban, pero si quisieran llamarles por telefono, no podrían porque no había señal. Al fijarse entre las copas de los árboles, vio el cielo tornarse gris, y al paso de los minutos se ponía más oscuro. Incluso en su recorrido, la vegetación ya no tenía tanta vida como al ingresar, y se veían sólo troncos secos, lúgubres, quebradizos.—Murdoc, creo que ya es hora de regresar. A la lejanía se oyeron lamentos femeninos a coro que le pusieron a 2D los pelos de punta. "Ayyyyy, AYYYYAAAAAHHHH".—¿Oíste? - Preguntó, mientras se le pegaba más para no separarse.

—Sí. No hay que temer. Es gente queriendo asustar... ¿Sabes que significa? Que el oro puede estar cerca.-Murdoc, animado por ese pensamiento, apuró el paso, dejando a 2D atrás.

—Murdoc, dije que hay que volver ya.

—El oro. El oro...-Repetia, avanzando cada vez más rápido.

2D se estaba quedando muy atrás y con la oscuridad de la noche era difícil seguir el ritmo.—¡Murdoc, esperame! ¡No vayas tan rápido!-Comenzó a correr. Tanto árbol y troncos en el camino lo hicieron perderlo de vista. Ya no lo encontraba.—MURD... - Recibió un golpe fuerte tras la nuca. No vio quien fue pero cayó al piso de repente. Estaba por desmayarse.—Mur-doc...-Pronunció leve antes de ver la silueta de una figura humana acercarse, y después perder la conciencia.

Al despertar se encontraba tirado boca arriba. Sintió sus brazos y piernas extendidos y sujetados con cuerdas. Estas a su vez sujetas a cuatro rocas grandes y pesadas por lo que no podía moverse. Fue despertado por los cánticos profundos en trance de un grupo de mujeres formadas al rededor de donde él se encontraba. Todas portaban sotana rosa y una capucha a juego que les cubría las cabezas. La oscuridad era aminorada por una fogata enorme dentro del mismo círculo. 2D tuvo miedo y se preguntó dónde estaría su compañero. Todo esto debía ser obra de un sueño. Entonces aparecieron dos figuras similares entrando al círculo pero ataviadas en colores distintos. Una en negro y la otra en morado. La figura en negro habló alzando los brazos al aire para que guardaran silencio.—Hermanas ¡este es nuestro momento! Yawi, ¡enorgullecete por esta ofrenda que presentamos para ti! ¡Carne virgen! ¡Un bello hombre de ojos oscuros como esta noche, y pelo azul como el mar!

The Great Leader and his Chosen One (2doc/studoc) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora