28.

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Mark tocó el timbre del departamento, estaba nervioso.

El menor no tardó en aparecer tras la puerta, mostrando una sonrisa tímida y discreta.

—Pasa, Layda te está esperando.

—Gracias por llamarme —le dijo mientras se rascaba la nuca. —Te traje esto.

Donghyuck tomo el ramo de girasoles que le ofrecía y lo dejo pasar. —No tenías que hacerlo...

—Pero quise.

Mark entró al departamento a paso lento, el ambiente familiar lo consumió por un momento y no puedo evitar maravillarse.

—Papi —Layda camino hasta él y se abrazaron. —Te extrañe mucho.

Mark se río. —Nos vimos en la mañana, pequeña.

—Aun así...

—Mejor cenemos —propuso Donghyuck.

𖥸

Mark acomodo a la menor en su cama y la acobijo, finalmente le dio un beso en la mejilla y apago las luces.

Al salir de la habitación, el mayor suspiro. —Supongo que tengo que irme.

Donghyuck solo asintió. —Te llamaré después para arreglar lo de la escuela. He estado buscando algunas que me parecen muy buenas.

—Sí, supongo, nos vemos —Mark camino hasta la salida del departamento en compañía de Donghyuck.

—Espera —lo llamó el menor. —Parece que lloverá te prestare un paraguas.

—No es necesario.

—Yo te llame, no quiero hacerme responsable después porque te enfermaste. Espera aquí iré a buscarlo.

Mark tomó asiento en el sillón de la sala esperanzado, parecía que Donghyuck no quería que se fuera y eso le daba un poco de esperanza en reconstruir lo suyo.

La había cagado, él sabía que la había cagado en grande; Sabía que no merecía a Jaemin y mucho menos a Donghyuck, pero quería estar con él, con su hija, con quienes eran su familia.

Miró a los lados del pequeño departamento, las decoraciones eran alegres y cálidas como Donghyuck, todo ese lugar era como su Donghyuck.

Se levantó cuando escucho el timbre dispuesto a abrir la puerta.

—Ji-Jisung... —menciono cuando abrió la puerta.

—¿Qué haces aquí? —preguntó un desconcertado Jisung fuera del departamento.

—Donghyuck me llamó. Él pensó que no vendrías —dijo totalmente seguro, aunque Donghyuck no le había dicho nada de Jisung.

—Entiendo... —el menor se froto la cabellera y Mark pudo notar que tenía ganas de jalarla.

—Oye, ¿Llevemos la fiesta en paz sí? Somos compañeros de trabajo y no me gustaría romper eso por cosas como estas, no valen la pena.

—¿No valen la pena? Donghyuck vale mucho la pena para mí —respondió.

—Para mí también —contestó el mayor. —Pero son cosas diferentes, tampoco es como si nos fuéramos a cruzar mucho, ya no estoy mucho tiempo en la empresa y en juntas importantes enviaré a un representante.

—Sabes que eso no importa, dile a Donghyuck que vine a verlo.

—¿No gustas esperarlo? Se está dando una ducha.

Jisung frunció más el entrecejo. —No —dijo y se dio la vuelta.

Mark lo miró alejarse, y después cerró la puerta.

—¿Quién era? —preguntó Donghyuck saliendo de una habitación con el paraguas en mano.

—Una vecina que quería aceite de cocina, pero le dije que estabas ocupado y que yo no podía dárselo.

Donghyuck frunció el entrecejo.

—¿Una mujer?

—Sí una mujer.

—¿Una anciana?

—Sí exacto, una anciana —afirmó el mayor.

—Aquí sólo viven estudiantes Mark...

Donghyuck lo empujó e intento salir del departamento pero Mark lo tomó del brazo.

—Suéltame —le pidió el menor. —¿Era Jisung no es así?

—¿Y qué si lo era? No tienen futuro, Donghyuck.

—Tú no decides eso —se soltó del agarre pero Mark volvió a tomarlo del brazo.

—¿Entonces por qué me llamaste Donghyuck?

—¡Porque Layda te extrañaba!

—¿Por qué mientes?

Donghyuck tragó grueso sin saber contestar.

𝙸𝙽𝙵𝙸𝙴𝙻「MarkHyuck」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora