amor~

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Me encontraba en la sala de mi casa con mi teléfono en las manos, viendo cualquier cosa con tal de no hacer más nada en todo el día. 

Era lunas y hasta donde tengo entendido mi padre empezaría a trabajar en su nuevo trabajo, la verdad no me importaba mucho pero bueno, que más da.

Mi nombre es Dylan y tengo 16, me gusta pasar tiempo en casa, no soy tanto de salir pero cuando lo hago es con mis amigos o familia o cuando me toca ir a la escuela

-oye, enano, ven que necesito de tu ayuda.-decía mi hermano mayor mientras estaba en la cocina mirándome para asegurarse de que fuera hasta donde estaba-

Me levante con mucha pereza encima pero ya cuando me encontraba al lado de él, me dice. 

-papá dejo su almuerzo así que tienes que ir a llevárselo, nada de peros o algo por el estilo, solo hazlo y ya.-cabe recalcar que no tengo clases porque estoy de vacaciones, solo hice una mueca y agarre la comida que estaba dentro de una bolsa y sostenida por mi hermano-. 

No sabia exactamente donde queda el trabajo de mi padre pero se que queda cerca, pero para evitar perderme le pregunte a mi hermano y me dijo, agarre mi celular, las llaves y mi tapaboca y salí en camino al trabajo de mi padre.
 
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Este lugar me tenía aburrido, siempre es lo mismo, casi nunca pasa nada nuevo y cuando pasa no es la gran cosa como para lograr impresionarme, me llamo Daniel y tengo 16, justo ahora me encuentro en el trabajo de mi padre, a el no le agradaba la idea de dejarme solo en casa cosa que no entiendo si me se defender solo pero bueno, prefiero no llevarle la contraria..por ahora.

Agarre mi celular y empece a escuchar música hasta que mi padre me habla. 

-hijo, estate pendiente porque me acaban de informar que viene un chico como de tu misma edad a traerle el almuerzo al nuevo empleado.-decía mi padre mientras sin más se fue dejándome ahí en ese cuarto, pero solo me límite a ir a la entrada a esperar-

Estuve esperando al rededor de 15 minutos cuando por fin veo llegar un chico de piel pálida, cabello negro, de baja estatura, vestido con una sudadera negra que le llegaba a mitad de los muslos con escritos en chino, y unos vaqueros del mismo color, un poco holgados y tenis negros, tenía como 3 cadenas y su tapaboca negro, y si..soy alguien que suele ver mucho los detalles de cada cosa, pero no todo el tiempo, solo cuando algo o..mejor dicho alguien me llama la atención. 


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Pasaron los días y los dos chicos se veían mucho gracias a sus padres o que ellos mismos salían a pasear o a otra cosa, pero siempre encontraban una manera para poder verse porque los dos se atraían en muchos sentidos.

Existía el amor, atención, cariño, paciencia (aunque algunas veces desaparecía) respeto y sobre todo confianza y honestidad, también un toque de atracción sexual.

Un día Dylan le escribe a Daniel (el papá de Daniel es el jefe del papá de Dylan) para que fuera a su casa, ya que lo extrañaba mucho y quería verlo, aprovechando que su padre estaba en el trabajo y su hermano haciendo cualquier cosa menos prestarle atención a él. Gustoso Daniel aceptó y dijo "en 20 estoy allá" y así fue.

Ya Daniel en casa, se fueron a su habitación pero antes le informaron a él hermano de Dylan lo que pasaba y él solo le resto importancia diciendo "hagan lo que quieran, no me importa" dicho eso los dos chicos subieron las escaleras hasta llegar al cuarto.

-¿que quieres hacer ahora?.-dijo Dylan mientras buscaba entre sus cosas un videojuego para que los dos pasaran el raro cuando siente unas manos un tanto frías recoger su cintura y su piel ante tal acto se puso de gallina y más al notar como los pulgares del contrario se movían encima de la tela queriendo tocar más y más-.

-simplemente...quiero jugar con tu lindo cuerpecito~.-dijo Daniel dejando besos húmedos en el cuello y hombro de Dylan haciendo que un leve jadeo saliera de sus carnosos labios-.

Entre caricias y besos los dos fueron quitando cada prenda que tenían puesta hasta quedar totalmente desnudos el uno ante el otro. Comiéndose la boca y teniendo una pequeña guerra entre sus lenguas, Daniel cargo a Dylan haciendo que enrolle sus piernas a su cintura, sin despegarse del beso, Daniel posó sus manos en el gran trasero de Dylan apretandolo en el proceso haciendo que en medio del beso Dylan soltara pequeños gemidos antes aquel acto tan satisfactorio.

Las horas pasaron y los dos chicos se consumieron en ese mar lleno de deseo carnal y amor, cada gemido, gruñido, embestida y lágrima solo era una razón más para que sintieran la necesidad de nunca parar y estar así, el uno para el otro siempre, sabían que ya tenían a alguien con quien contar y que de verdad te entendería y no te diría eso que todos dicen "estarás bien, dramático". Eran sólo ellos dos en su burbuja, en su mundo, en su paraíso, solo eran ellos dos contra el mundo y contra todos los que vinieran.

Ellos dos si eran eso que uno podría decir "suerte si quieres separarlos".

Tanto amor y tanta pasión en un sólo momento, al menos corrieron con la suerte de que nadie los interrumpiera porque el hermano de Dylan dormía tranquilamente en el sillón de la casa y tanto era el sueño que no podía escuchar los gritos y jadeos de placer que soltaban los dos.

-eres mi pequeño, siempre será así.-decía un Daniel cansado y con la respiración agitada mientras se acostaba al lado de un adolorido pero complacido Dylan-.

Dylan río bajito y sólo se acerco a Daniel para acurrucarse en su pecho mientras una fina sabana cubría sus cuerpos sudados y desnudos después de tanta acción.

-te amo.-fueron las últimas palabras de Dylan antes de caer en un profundo sueño-.

-y yo a ti.-dijo Daniel para dejar un rápido beso en la cabeza de Dylan y así poder dormir con el entre sus brazos








                                   ~Fin~ 


Mirada intimidante Donde viven las historias. Descúbrelo ahora