03: Inocencia interrumpida

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Los adultos no tienen la misma capacidad de restauración como la que tenemos los chicos. Eso lo aprendí con solo observar a mi mamá que pasaba sus días encerrada en su habitación sin ganas de comer, bañarse ni hablar.
Yo por mi lado seguía feliz y más aún porque me encantaba la casa donde nos mudamos y me apasionaba la plaza que estaba en frente.

Ahi conocimos chicos y chicas de todas las edades, lo cual fue ideal para la diferencia de edad que existía entre mis hermanas, hermano y yo. Cada uno tenía su propio grupo de amistad.
En esa época tuve un novio. Me hacia sentir bien. Lo quería pero lo dejé. No tengo idea por qué. Será porque era chica. No sé.
Mis hermanas aprovechaban la depresión que atravesaba mi mamá para hacer estragos. Su conducta no era un buen ejemplo para seguir, pero claro, hay que comprender que estaban cambiando. Todo su cuerpo sufría la metamorfosis propia de la adolescencia. Y un gran quilombo de neuronas que las llevaban de aquí allá y de allá al otro lado de la cordura. Era un caos. Yo... asustada.

Veía los movimientos de ellas. Lo que hacían y lo que no hacían y temblaba. Es decir: hacían lo que no debían y no hacían lo que sí tenían que hacer, ¿Entendés? Fueron dos años de locuras. Y como dije en un principio: aún en el más absurdo y doloroso momento se puede ver el lado positivo.

El dueño de la casa donde vivíamos no nos quiso renovar el contrato asique otra vez quedamos en la calle. Pero por suerte no prestaron una casita muy precaria pero funcionó y otra vez volvimos a empezar.
En esa época nos hundimos un poco más de lo que ya estábamos. Así que imaginate lo que fueron esos otros dos años más que tuvimos que atravesar...
Muchas personas comparan su situación con la de otras a veces al modo de victimizarse y otras de menospreciar tu vivencia pero lo real es que cada uno carga su propia cruz.Unas más pesadas, otras no tanto pero no dejan de ser lo que son, la vida misma y hay que hacer lo posible para seguir adelante. Firme, sin temor, con valentía.

En ésta etapa se perdieron muchas cosas pero se ganaron otras. Por mi parte conocí a Marcos, mi gran amor, al cual un día sin motivo alguno lo deje, supongo que en mi interior no me dejaba querer. Muchos años después me arrepentí pero ya era tarde e incluso él supo dónde trabaja y fué a verme, estaba más lindo que cuando éramos niños.
Como te contaba, la casa que nos prestaron era horrible, no tenía luz ni agua. Por suerte la casa de al lado nos extendió un alargue para conectar un foco y la otra casa del otro lado nos daba agua. Asi pasó el tiempo y un día el Astillero Contesi (una empresa que fabrica barcos) nos donó 1000 ladrillos. Era tiempo de reconstruir nuestro hogar, el problema era el escaso dinero que entraba en mi familia asique olvídate de poder contratar personal para que edifique. Entonces un día de pleno invierno, cuando el clima pegaba muy duro le dije a mi papá que me despertara para ir a l terreno.

-No hija. Voy caminando, es muy lejos y hace mucho frío, no vas a poder.- me dijo él.

El no vas a poder me llenó de fuerza y coraje.

-Si voy a poder. Llamame- contesté con voz firme, decidida. Y así lo hice durante mucho tiempo.

Caminabamos varios kilómetros por día. Nuestras manos se entumesian de tanto frío. Y en esa situación, tal vez, difícil para alguien, aprendí a amar, porque cuando uno ama no lo detiene ni el frío ni el hambre ni nada en el mundo, no importa si tiene o si no tiene, solo importa estar al lado de ésa persona y no lo digo sólo en el contexto de hombre y mujer sino en todas las relaciones existentes.

Para empeorar aún más la situación que por cierto ya era bastante densa, un día al caer la noche faltaba una de mis hermanas. La mayor de todas recorrió las casas de las amigas cercanas que ella frecuentaba y llendo de un lugar a otro descubrió que tenía un novio, asique quedó claro que ella estaba con él.
No recuerdo con exactitud cuántos días tardó en volver pero lo hizo y nadie se atrevió a preguntar si aún mantenia intacto su item.
Tener relaciones sexuales es humano. Lo mejor es hacerlo con alguien que quieras. De otra manera es difícil disfrutarlo y por cierto, dejá que comente, que hacer el amor con la persona que amas es maravilloso, aunque es en parte poco casual de encontrar. Más adelante entenderás por qué lo digo.

En el momento en que sucedió la huida de mi hermana, mi papá estaba trabajando en otra provincia. Eso mitigo la situación y creo que no se volvió a hablar del tema y tampoco se volvió a fugar.
La edad de la adolescencia es una etapa complicada ya que no sólo pasas por cambios hormonales sino que también se suman los psíquicos y sentimentales, formando una gran bomba atómica que de vez en cuando explota y es ahí cuando no te bancas tu entorno. Ni siquiera esa amiga/o que te hacía sonreír, ni a ésa mamá que era indispensable en tu vida. Lo bueno es que como todo en la vida, ésa etapa también pasa y uno vuelve a la normalidad. Es sólo un proceso.

Destellos De Libertad ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora