in doses at night

008

mientras se limpian, donghyuck pregunta si yuta quiere "hacer los honores" de volver a colocar el tapón, a lo que obviamente accede, y trata de no distraerse (o de que se vuelva a poner duro) viendo cómo el blanco gotea del agujero usado de donghyuck. es una maravilla que donghyuck pueda caminar con las piernas firmes después de un entrenamiento como ese, especialmente con esos tacones que realmente aumentan el balanceo y el movimiento de su culo. lo hace, como todas las veces anteriores, con confianza y cojeando un poco.

por suerte, el traje de yuta no está sucio, no hay señales de lo que hacen en el cuarto oscuro que sean visibles para los extraños. es tarde, según el reloj que lleva en la muñeca, lo que significa que es hora de ocultar sus mejillas sonrosadas, recomponerse y salir de aquí. tal vez debería preguntar a donghyuck si quiere volver con él. siempre podría hacer el viaje de vuelta para recogerlo antes de que pase la noche, pero no se siente necesariamente tan desesperado ahora mismo como para ofrecerse.

como un animal asustado, o como alguien que es tan reservado que sus emociones son ilegibles, yuta será paciente y dejará que donghyuck venga a él.

y tiene que hacerlo cuando yuta recoge su billetera del suelo, que se le cayó de los pantalones durante... eso. aunque el lugar es caro, más elegante que cualquier escondite, la tarifa de la casa no es suficiente, en opinión de yuta (y de donghyuck), para ser considerada una ocupación estable, por lo que el hombre siempre deja una generosa propina. a primera vista, es extraño que lo que hacen, sin el sexo, sea realmente un intercambio de servicios.

yuta sabe que no tiene que hacerlo. sólo quiere atender a donghyuck de cualquier manera que el bailarín le permita, así que saca unos cuantos billetes más grandes y los sostiene entre el pulgar y el índice para que donghyuck los tome.

―gracias ―dice yuta, como siempre, pero la confusión le hace juntar las cejas cuando los dedos con manicura de donghyuck toman los papeles y se los mete en el bolsillo izquierdo del pecho.

―estaba pensando ―murmura donghyuck, en un tono casi tan bajo que resulta inaudible por encima de la música a pesar de que está baja. la mano que le acaricia el pecho no es más que una distracción superficial, que trata de enmascarar la evidente diferencia en el comportamiento de donghyuck ahora que el acto ha terminado, pero yuta sabe lo que viene.

puede sentir que se le espesa la sangre, y puede que tenga que empujar a donghyuck contra la pared y follarlo de nuevo porque, ―sí, por favor. ―no se hace de rogar, sino que intenta acariciar la piel caliente de la cintura ridículamente estrecha de donghyuck.

―ni siquiera sabes lo que iba a decir ―regaña donghyuck, con la misma sonrisa de oreja a oreja que tan bien lleva apareciendo en sus labios hinchados y rojos. haría cualquier cosa, yuta siente que sería demasiado, y no quiere presionar demasiado hasta el punto de que donghyuck ya no le pida que se acerque.

―tienes esa mirada en tu cara ―dice yuta, la diversión tirando ligeramente de la comisura de sus labios. extiende su mano, ocupando más espacio, nunca satisfecho con pequeños toques, ―sé que quieres.

―así es como me veo. ―donghyuck pone los ojos en blanco con buen humor, inclinando la cabeza hacia atrás con ello, como si le pesara demasiado el cuello -una invitación si yuta ha visto alguna vez una, pero se contiene- y un suspiro silencioso lo abandona, fingiendo exasperación como si no fuera él quien le preguntara si puede quedarse esta noche. ―supongo que puedo.

aunque quiere plantar el beso más dulce y lleno de amor en la boca de donghyuck, tendrá que bastar con una sonrisa ladeada.

―saldré en treinta minutos. ¿crees que podrás aguantar tanto tiempo sin mí? ―pregunta donghyuck. yuta asiente sin más preguntas y se ve recompensado con ese beso que ha estado deseando -dulcedulcedulce- y luego donghyuck le pellizca el pezón para terminarlo. ―ahora vete de aquí.

donghyuck manda, siemprees el jefe, y yuta está más que feliz de dejarle pensar eso. por ahora, almenos.