Una mañana silenciosa los rayos del sol salían de su escondite y se escurrían por los huecos de la cortina de la habitación de Sofía para susurrarle que un nuevo día había comenzado.
Con mucha delicadeza la chica de a poco fue abriendo sus ojos y con pereza se levantó de la cama. Al apenas abrir la puerta de su habitación logró escuchar la conversación por teléfono que su hermanastra Amber tenía con su actual novio Maluma:
-Tu me partiste el corazón. - Escuchó decir a Maluma.
-No, mi caramelo de chocolate, de verdad que fue todo un mal entendido, tu eres mi bebé mi bebito fiu fiu.- Le respondió Amber un tanto preocupada.
-Pero, mi amor, no hay problema.- Se escuchó finalmente a lo lejos la voz de Maluma. Sofía estaba harta de ellos dos y le repugnaba su relación así que no pensaba quedarse un minuto más a escuchar sus estupideces.
El rugido de su estómago le señalaba que era hora de bajar a desayunar. Sofía estando a solo un paso de bajar por las escaleras se resbaló y cayó rodando por las mismas en un abrir y cerrar de ojos.
Un fuerte estruendo alertó al personal del castillo y a los habitantes de este.
-¡Mugrienta inútil! - Se escuchó el grito de furia que soltó Matilda, una de las empleadas, quien violentamente la levantó del suelo sin siquiera preguntarle en que estado se encontraba.
-¡Aplastaste al conejo pendeja infeliz! -Seguía gritándole la sirvienta a Sofía mientras esta última intentaba levantarse casi sin fuerzas.
-¿Qu- Qué? - Peguntó con la voz entrecortada por el porrazo que se había dado.
-Dios santo...- Se quejó Matilda agarrándose la cabeza. -Además de inservible, ¡sorda! ¡Te estoy diciendo que aplastaste a Luvi!- Le reclamó enojada para luego agacharse a recoger al pobre conejo blanco.
-¡Hay que llevarlo al veterinario! - La señora de la limpieza le entregó al animal lastimado a Sofía para que ella se haga cargo de los daños causados por su torpeza.
-Ni un "¿estás bien?" ¿No? -Le reclamó la princesa medio débil.
-Ve al veterinario del pueblo. Una negra con bata te va a ayudar. - Le indicó Matilda para agarrarla del brazo y empujarla hasta la puerta del castillo.
-Pero...- El portazo detrás de ella la interrumpió. -...Tengo hambre...- Miró al conejo acurrucado en sus brazos y se sintió culpable. -Bueno, no queda de otra.- Dicho esto se puso en marcha hacia el pueblo.
Una hora pasó y Sofía por fin llegó al veterinario. No era un lugar ni muy grande ni muy lujoso pero eso daba bastante igual.
Decidida abrió la puerta y al entrar lo primero que vio la dejó helada.
Ahí estaba, mirándola fijamente. La negra en bata blanca que Matilda le había mencionado era la Doctora Juguetes, su mejor amiga y crush de la infancia, quien ahora estaba parada frente a ella con una mueca de sorpresa en la cara.
-...¿Sofía?... - Preguntó la Doctora.
-...Sí, soy yo. - Le respondió la princesa un poco aturdida por la situación inesperada.
-Que agradable sorpresa. - Dijo la dueña del lugar con una sonrisa amigable, logrando que los cachetes de Sofía se tiñan de un leve color rojo.
...
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HOLAAAAM
Bueno primero vamos a aclarar cosas:
1: No se que es esto.
2: Gracias Al por ayudarme a hacer esto.
3: Perdón por los errores gramaticales y de ortografía.
4: No tiene lemon porque técnicamente las dos son menores así que ew.
5: Vamos a sacar capítulos cada que nos vengan las ideas xd.
porrazo: golpe
negra: cuando decimos "negra" no lo hacemos con motivos ofensivos, simplemente lo hacemos para agregarle un poco de vulgaridad a la narración o a los diálogos.
Y acuerdénse: NO SOMOS PROFESIONALES.
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El conejo del amor
HumorUna blanca rica y una negra que se volvió doctora se reencuentran después de años a raíz de un esponjoso y blanco animal. ¿Logrará florecer este hermoso amor juvenil? ¿O todo se verá pisoteado por una ardilla parlante? Fanfic Princesita Sofía x La D...