Pov Luhan.
"Los sueños siempre son más bellos que la realidad."
Sonreí.
En estos momentos me eran muy estúpidas esas palabras. La vida no era tan perfecta como en los sueños y eso solo era una ilusión tonta.
—¿Qué tienes para mí?
—Carne y verduras.— mi voz carente de emociones, me delató por completo.
—¿Solo eso?— pregunto sin mirarme.
—Si.— acomodé las verduras en su plato, de la manera más paciente, y por supuesto la carne tenía que estar perfectamente cocida.
Camine a paso lento y con cuidado hacia donde estaba sentado, para después dejar el plato sobre la mesa. Le acerque los cubiertos e incluso las servilletas, para que no tuviera ningún percance al momento de ensuciarse.
Aunque no era un niño, él solía ser bastante descuidado, sus ropas siempre estaban sucias y ahí es cuando yo me daba cuenta de mi cruel realidad. Él me engañaba, sus camisas con olores que claramente no eran de él y maquillaje por todos lados.
No sabía con quién se estaba acostando, pero me daba asco ver cómo las manchas de labial rojo intenso manchaba la blanqueza de sus camisas, las cuales yo arduamente lavaba y planchaba.
Tres años de lo mismo y aún no podía salir corriendo de ahí, vivía enjaulado como si de un pájaro se tratase. Él no me golpeaba pero si abusaba verbalmente de mí, cada que yo cometía un pequeño error, siempre estaba ahí para lanzarmelo a la cara.
¿Qué más podía hacer?, yo ya no tenía a nadie y mi parte omega me odiaba por haberlo encadenado a ese falso alfa.
¿Cómo es que llegue a soportar tanto?
No lo sabía.
Después del segundo año todo se convirtió en un infierno. Las miradas dulces que me daba cuando aún éramos novios, se fueron marchitando conforme los días avanzaban, las palabras de aliento tan lindas, solo se convirtieron en basura.
Sin embargo, yo lo quería demasiado, intenté auto-convencerme de que todo cambiaría para el tercer año, pero no. Y ahora estaba pagando con creces, mi parte omega no se comunicaba conmigo desde que acepté mi destino con ese alfa, sentía la pérdida a niveles enormes e incluso todo mi ser cambio, ahora solo era un humano cualquiera y no solo eso, estaba encadenado a algo que no podía parar.
—¿Qué haces ahí?
Lo mire. ¿En quién demonios se había convertido?, ¿a dónde se había ido ese dulce alfa que me enamoró?
—Nada.— ignore totalmente la molestia que atacaba a mi corazón en esos instantes. —¿Qué más necesitas?— suspiré.
Estaba cansado de toda esa situación, solo que no podía irme.
Pero él no me contestó, podía sentir su mirada clavada en mi, incluso los nervios empezaron a presentarse sin razón alguna.
—¿De ti?— preguntó, pero en su voz solo se notaba la burla. —Nada, ya no me sirves desde hace dos años.— luego el bufido.
Quería gritarle, golpearlo y solo llorar para desahogar todo lo que llevaba dentro, sin embargo, no pude. No sería tan lamentable, ni mucho menos le daría el gusto de verme así.
—Entonces, ¿qué haces aún aquí?— sonreí con tristeza. —Ya nada te ata, al final mi lado omega no te acepta, así que puedes largarte.— alcé mi mirada para poder observar sus facciones.
Después de tres años, él seguía manteniendo su guapura, el único que había cambiado para mal, fui yo. Me dejé caer en el abismo, causando que todo lo que yo creía se marchitara, incluso mi lado omega se reía en mi cara y tenía el derecho, al final no lo escuché como debí de hacerlo.
—Cosita.— metió las manos a sus bolsillos del pantalón. —Esta es mi casa, yo la pague y esta a mi nombre.— arqueó su ceja derecha. —Tú.— me apunto a la cara. —Eres el que debería largarse.— se encogió de hombros.
Era cierto, después de haber dejado mi vida de lado para poder ser feliz con él, olvidé lo más importante.
Mis sueños y metas.
Negué, solo fui un tonto que se dejó engatusar por un alfa que no valía nada, al final de día solo me mantenía para que le limpiará la casa, le diera de comer y lavará sus sucias prendas.
Un sirviente, eso fue en lo que me había convertido. Ni siquiera podía complacerme como era debido, ya que mi lado omega se reusaba a cooperar, mi cuerpo humano no lo aceptaba por naturaleza, solo fue mi empeño y enamoramiento tonto.
—Está bien.— limpie mis manos con uno de los trapos que usaba para la cocina, para luego caminar lejos de él. —Me largo.— estaba siendo muy valiente, porque en anteriores circunstancias jamás lo habría podido hacer y realmente me sentía bien.
—¡Espero que jamás regreses!— gritó con fuerza.
Pero yo ya estaba pisando la puerta principal, no iba a llevarme nada, porque no eran cosas que yo había comprado. Lo único que sí era totalmente mío, era el celular que estaba guardado en mi bolsillo trasero del jeans que llevaba puesto.
Fuera de eso, no quería nada de él. Podía valerme por mí mismo y recuperar todo lo que había perdido en esos tres años de relación.
Ahora que lo pensaba, no sabía porque mi mente creó un futuro de ensueño. Quería reírme de eso, pero no tenía ganas en realidad, ¿por qué no me di cuenta antes?
Y lamentablemente esa pregunta si tenía una respuesta, pero no me gustaba para nada, de lo único que sí estaba seguro es que, el primer año fue el más feliz.
Azote la puerta de entrada, para que se diera cuenta que sí salí y me iba a largar para siempre. No esperaba para nada que viniera a rogar que me quedara, lo conocía perfectamente y eso era una lástima.
Nunca es bueno decir que ya conoces a esa persona, porque si. Desgraciadamente se acaba el encanto.
Y por una vez, logré escuchar a mi lado omega. No sabía si volvería, porque en el pasado le causé daño, solo me alegraba de que estuviera aún ahí esperando.
—¡Cuidado!
Parpadeé varias veces, para entender por qué había gritado, una lástima que haya sido demasiado tarde.
—¡Oye!
Sonreí, el cielo se veía especialmente lindo. Todo azul y brillante, parecía que nada podría opacarlo. Pero ¿por qué sentía como que estaba abandonado mi cuerpo?
¡Si!, ¡Ese era yo!
¿Por qué estaba tirado en medio de la calle?, ¿por qué las personas estaban amontonando mi cuerpo?, y sobre todo, ¿por qué veía tanta sangre?
—¡Reacciona!
No debería de gritarme así, yo estaba ahí. Solo que con los ojos ¿cerrados?
La luz brillante me atacó, de una manera que no lograba entender, por lo tanto me dediqué a observar más el cielo y ¡Si!
Estaba más hermoso que antes, extendí mis brazos para intentar tocarlo, las nubes parecían algodones gigantes y se veían deliciosas.
Sonreí al mismo tiempo en el cual todo se oscureció de la nada, lo único que pude sentir fue una enorme ola de paz que chocó contra todo mi ser.
Yo quería quedarme aquí y jamás salir. Parecía todo más calmado y tentador. Abrí y cerré mis manos, pero solo estaba tocando a la nada, cerré mis ojos pero ya no pude sentir nada.
¿A dónde me estaban llevando?
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Instant Crush | HunHan✓
FanfictionEmbarazarse no es tan malo... Solo que, ¿en un sueño? Luhan no podía creer que eso hubiera pasado, y más cuando corrió lejos de aquel alfa, que no lo quería. Un accidente bastó para caer y sumirse en el mundo de los sueños. Sehun solo quería una vid...