Un comienzo tal vez intenso

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(Francia, 1933. 29 de Noviembre)

"Mucho gusto. Me llamo Eimi Harrison, nací en París, Francia. Tengo 15 años de edad y solamente tengo a mi padre.

_Eimi, levántate ya de la cama, ya he preparado el desayuno.

_Sí, papá, ya voy.

Sinceramente no me gusta levantarme, amo dormir completamente.

_¿A qué hora te has dormido jovencita?

_No fue tan tarde... ¡Debo ir al colegio rápido!

_¡No me cambies de tem-!

_¡Te quiero, papá! Nos vemos en la tarde.

Papá siempre se ha preocupado si duermo o no pero a mí no me interesa mucho... Así que preferí huír al colegio.

Choqué con un poste mientras venía revisando mis libros y cuadernos.

_¡C*rajo! Esto duele demasiado, tendré que pasar a la enfermería después.

Me dirigí y entré al colegio mientras me tapaba la cara.

_Señorita Eimi ¿Por qué tapa su rostro?

_Ah ¿Eso? Choqué con un poste.

_Por favor vaya a la enfermería antes que ese moretón se ponga peor.

_Está bien.

Mientras hacía quejidos porque era la primera vez que llegaba tan temprano, llegué y toqué la puerta.

_¿Hola?

_Hola, pase. ¿Qué le sucedió?

_Choqué con un poste pero creo que me hice demasiado daño.

_Sí, por favor sígame.

Tenía miedo que me dé alguna cosa rara, dicen que la enfermera es extraña. ¡La apodan "la enfermera Potter!"

_Por favor, aplique esto en su ojo herido y póngase un parche para taparlo.

_Claro.

_Puedes sentarte ahí una hora.

Señaló y había una chica al lado, esa chica parecía peor que yo. Era linda y con un pelo muy largo pero se quejaba demasiado.

_¡Hola! Me llamo Eimi.

_¿Ah? Hola, me llamo Lyzith.

Parecía muy incómoda la charla así que decidí hablarle un poco más.

_¿Y tú por qué estás aquí?

_Me resbalé en la entrada, mi rodilla está terrible.

_¿Puedo ver?

Lyzith accedió a dejarme ver pero pude sentir el dolor.

_Auch, se ve que duele mucho.

_Demasiado.

_¡Verás que dejará de doler después!

Lyzith me vió con una mirada rara pero asentió con la cabeza.

_Señoritas, ya pueden ir a clases.

_¡Gracias señorita enfermera!

_Gracias, enfermera Laura.

Corrí a la puerta esperando a Lyzith pero tardaba demasiado caminando.

_Lyzith ¡Camina más rápido!

Lyzith me miró peor que antes y solamente señaló su rodilla.

_Ah... ¡Perdón!

_Déjalo así.

Ambas comenzamos a reír y fuimos a clase.

_¿Eres de 1-C?

_Sí, ya me tengo que ir.

Lyzith iba a abrir la puerta de su salón pero sentí que debía detenerla.

_¡Espera, Lyzith! ¿Podemos vernos después en el receso en el árbol de limones?

_Está bien.

Ella sonrió y fue a clase. Yo me dirigí a la mía pero no pude evitar sonreír toda la clase.

_¿Ya se siente mejor?

_¡Sí! Me siento mucho mejor que antes.

_Debió darse cuenta del poste, señorita Eimi.

_Sí, disculpe. Estaba observando que lleve los cuadernos correctos al horario.

_¿Nisiquiera lo hizo a tiempo? Dios... ¿A qué hora durmió?

¡De nuevo ese tema! Lo odio.

_Solamente a las 4 am.

_¡¿Cómo?!

_¡Perdone! Realmente estaba concentrada en la tarea.

_Está bien.

Así acabó la clase pero realmente estaba avergonzada. Me gusta hablar con mi profesora pero odio aprender sobre matemáticas, me desvelé por eso.

¡Hola! Espero te haya gustado esto querida persona lectora. Nos vemos en la siguiente parte.

Mi Invierno PreferidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora